Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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sábado, 26 de abril de 2014

Éxtasis de pasión


Templo del Amor


Templo del Amor,
lugar mágico y real,
antiguo e invencible,
monumento del ayer de los ayeres
en homenaje al Amor eterno.

Tus encantados crepúsculos
de amaneceres luminosos,
de infinitos colores,
nos llevan a historias del pasado,
a admirar el horizonte lejano.

Tú, castillo encantado,
áureo, inmaculado,
pareces con alas y vuelas lejos
trayendo la sabiduría
del tiempo a tus pies.

Como anfitrión del Amor
tiendes tus brazos al mundo
donde la luz se hace despacio
y adormece el alma.

Templo del Amor,
encendido en los espejos rotos,
la luna como una espada
en cuyo filo dormirá
siempre el Amor.

Templo del Amor,
imagen más de las que tienes
para que viva en mi rincón de este presente
del Hoy y de siempre.

Templo del Amor,
leyenda perdurable por siempre
de mi Amor eterno e íntimo,
de dos seres que se amaron
con total intensidad
a través del tiempo.

Templo del Amor,
tumba de esplendor clemente,
símbolo de luz áurea y calma total
en un edén de logros del corazón.

Armonía como guardián celeste de amor eterno
y como un poema rumbo al porvenir soñado
y el perfume en ondas se levanta,
meciendo el entorno en trebolar florido.

Templo del Amor,
eterno por siempre,
digno de admiración y respeto,
mi gran amor sólido y único,
como símbolo de un idioma
hundido en lo profundo del cielo y de la Tierra.

¡Loor al Amor eterno! 

La vida es un trofeo


La vida es un trofeo,
que vivimos intensamente,
con alegrías y pesares
pero sintiendo la fuerza
que nos empuja a vivir
con deseos de superarnos,
de luchar, de prodigarnos,
de dar amor por doquier,
de escribir poemas
para unirnos en un largo puente
para salvar al mundo del caos
y la destrucción.

La vida es un trofeo
si la vives con pasión,
como recompensa
a todo lo que das
con ilusiones y anhelos.
¡Vida, mereces vivirla a pleno!
entre cálidos perfumes
de jazmines de fina espuma.
Arranco al cristal azul,
mil campanas anunciando
que vivir es recibir la luz del cielo.

La vida es un trofeo,
entre amores y desamores,
fidelidades, inquietudes,
dolores, sufrimientos, felicidades,
por todo es un don que recibimos
del más allá y debemos dignificarlo.
La vida viene de lejos

a despertar el alma
y en el cielo de las aguas,
mis ojos al horizonte lejano
las flechas disparan.
Me siento con una máscara
tapando el rostro
y mi papel aprendido
que me quita los disfraces
y exige razón de la vida
me lleva a vivirla sin trampas.

La vida es un trofeo,
todo cabe entre sus fuertes muros
contra vientos y lluvia levantados,
las ventanas del miedo y de la duda
en la paz de mi umbral se han quebrado.

La vida es un trofeo,
¡qué fácil es vivirla
en las altas cimas del cielo,
con tu mano entrelazada en la mía!
La vida es un trofeo,
sólo hay que vivirla
y dejar que te viva
entre alturas del mundo
sin sentir la fatiga
de haber subido
como recompensa de vivir amando.

Mi ser en proa,
en velocísimo viento,
atraviesa la vida en segundos,
minutos, horas,
sin que se caigan o destruya
todo lo que deseamos,
nuestros esfuerzos que cuestan
a veces sollozos,
a veces risas
que como hojas secas
te alfombran el paso
convirtiendo los días
en peligros en llamas
al vivirlos con toda intensidad.

Y entre galardones de éxitos,
triunfos, amores milagrosos,
prolongamos el hecho máximo
de amar con la pena
y el pecho conquistados
en afanosas lides,
entre gozos parecidos a juegos,
días, tierras, espacios fabulosos
a la gran disyunción que está esperando
hermana de la muerte
o muerte misma.

La vida es un trofeo,
medalla que merece recibirse,
cada beso perfecto aparta el tiempo,
le echa hacia atrás,
ensancha el mundo breve
donde puede besarse todavía.
Ni en el llegar, ni en el hallazgo
tiene el amor su cima,
es en la resistencia, donde se le siente,
desnudo, altísimo,
temblando en la separación.

La vida es un trofeo,
pleno de laureles, de ilusiones,
de anhelos de vivirla enamorados de ella.
¿Qué es la vida?
¿Se le coge a puñados
como al mar
o cae sobre nosotros
como el sueño sin despertar ya más,
igual que la muerte?
Va suelta,
escapada va sin que se sepa dónde,
si pisando los cielos que miramos
o bajo el techo que es la tierra nuestra,
inasequible, incierta, eterna…
jugando con nosotros
a vivirla a pleno.

Tuya soy


Tuya soy,
tiéndeme tu abrazo,
¡ay!,
¡cómo te necesito,
apóyame,
respírame,
grita que me amas!

Cascarón de hojas,
vahos de campo,
de vida,
de viento,
de lluvia.
Hueles a cuerpo húmedo,
mi pasajero fugaz,
necesito tus besos apasionados
con sentimientos profundos y tiernos.

¿Cómo puedo pensar o decir esto?
¿Casi sin respirar o atontada?
Cada día quiero más de ti.

Tuya soy,
hoy y siempre,
no te pierdas en lo venidero,
a ti me acerco en tu presente.
Ser es estar siendo.

Prisa, apetito de las lejanías,
torpe atropello de las largas dulzuras del minuto,
da tiempo al tiempo.
¿A qué darle palabras de amor
al poema si lo estoy siendo?
Tuya soy,
mi amor es lento.

El caudal de mi dicha eres tú
y como el del agua fluyen parejos,
lo que ellos hablan
y la espuma dice suenan de acuerdo.

Tuya soy,
tan sencillo es quererte
que a veces se me olvida
que vivo de milagro el amor fabuloso
que al cargar sobre ti ingrávido se torna
y como lo redimes de sangre o de tormento,
por fuerza de tu pecho,
con corazón de magia,
siento la ilusión de que estás conmigo,
muy cerca,
a mi lado.

Tuya soy encuentro
la ternura en que se injerta
el color de tu piel que me soborna
y adoro tu palabra que trastorna
y apura mis sentidos buscándote siempre.

Pienso en acariciar tu pecho al descubierto
y todo lo invisible que te rodea,
me complazco en la luz que te contorna,
muerta de amor en lecho enfebrecido,
pasto de celo en huerto clausurado,
corazón por tus flechas percutido.

Tuya soy,
hambrienta de amor
soy una llama que por ti clama.
Un agua no pausada sí cantada,
se allega por tus manos a mi pecho,
¡oh ríos sin espuma,
tan alzado,
que moja las puertas de mi cielo!

Tuya soy,
los signos de tu grave y dulce voz
me reclaman a cada instante
y despiertas mi ternura y mis requiebros.

¡Qué umbría en verde valle,
qué collados!,
¡qué rama sumergida en niebla y cielo!

Tuya soy,
tú eres la música de mi vida
en todo mi tiempo.
¡Te ansío ya!