Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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miércoles, 2 de noviembre de 2016

La voz del alma


Soñar y recordar


Recuérdame siempre
(Entre las alegrías y las tristezas,
mi alma te busca y te encierra
como el vuelo del ave
encierra el suyo preferido
en una red de ansiosas
 idas y venidas en su entorno)

Sueña conmigo
Recuérdame siempre
(No puedo olvidarte,
 fluyes dentro de mí,
vas por mi ser entero,
por mis venas hasta mi corazón,
aún hoy en la fervorosa negación
de tu ausencia).

Sueña conmigo.
Recuérdame siempre.
(Quiero estar junto a ti,
acunarme en el cansancio
y en él, tenerte entre mis brazos
aunque no nos toquemos,
sólo con nuestras miradas)

Sueña conmigo
Recuérdame siempre
(Mi amor inmóvil, flor sin otoño,
está siempre presente
en un frenesí de quererte,
seguro de no acabar
cuando terminen los besos,
las miradas, las señales)

Sueña conmigo
Recuérdame siempre
(Mis palabras te llegan en un eco,
buscando tu ser
y no te encuentran,
retornan al silencio esperándote
para cumplir el anhelo impaciente
de esperar tus tibios besos)

Sueña conmigo
Recuérdame siempre
(Deseo que tu ausencia termine
para tenerte a mi lado,
muy junto a mí
en nuestro mundo de lo prometido
que enternece el alma
donde oscilan los imposibles,
 tan trémulos como cañas
en la orilla de los ríos)

Sueña conmigo
Recuérdame siempre
(Eres mi ser amado,
necesito el ritmo de tu cuerpo
cuando respiras cerca de mí,
tendidos juntos en nuestra noche,
alargando nuestras manos
para sentirte a mi lado)

Sueña conmigo
Recuérdame siempre
(Vamos sin prisas a nuestro paraíso celestial,
 iluminado ya para que nuestro paso,
al fin del día, gane la orilla oscura
donde la felicidad nos inunda
 y nos colma con júbilos,
con besos, con placeres infinitos)

Sueña conmigo
Recuérdame siempre
(Apenas te has marchado
y yo ya te espero,
anhelo todos tus movimientos,
tus pasos, tus latidos, tus caricias,
sé que volverás,
que una nueva aurora
brillará en mi existir
sin vagas sombras ni infinitas distancias)

Sueña conmigo
Recuérdame siempre
Todo sonido en eco tuyo
me lo convierte mi alma
que te espera,
sé que vienes hacia mí
y tus pasos se sienten
aún en ese largo rodeo
que das para volver.
¡Qué dicha sin sonrojos
la que corre por mis venas
 al sentirte llegar!

Manto De Flores


Manto de flores,
me envuelven
con su fragante aroma
y su cadena de colores,
rojos,
amarillos,
blancos,
 lilas
y su dulce perfume
perturban mi alma plena de amor.

Entre rosas,
nenúfares,
amapolas,
azahares,
 azucenas,
almendros en flor,
dalias,
tulipanes,
calas,
aterciopelan mi cuerpo
y me inundan de dulzura y paz,
aureolan mi ambiente.

El amor es como la flor
 todavía en capullo bello
donde ha brotado pureza,
suavidad,
delicadeza,
pasión.
Manto de flores
que a su través
me lleva al mundo de tus brazos,
me siento cobijada,
amada
entre colores y perfumes.

En el aire sensual
y tibio de la tarde
me acarician sus pétalos,
es un manto dulce,
mágico,
 luminoso,
que nunca se olvida.

Como el arco de los cielos
sus olores llegan
 y crecen
y luces me envuelven
y el ángel verde
de la esperanza
me llena de alegría.

He perdido el miedo
en tus brazos
que me estrechan poderosos
con la fuerza del amor.

Manto de flores,
 el lirio de la ternura crece
en la pradera celeste
 del agua
como los nenúfares en flor
 quietos y anhelantes
que parece que esperan las canciones
que alguien los acompañe
en su danza de círculos.

Los camalotes cándidamente se asoman,
castos y libres
y las aguas nos brindan
 sus vestiduras de melodías
haciendo que nuestra total entrega
sea duradera y dichosa.

Mantos de flores,
 la lluvia se inicia ya,
 las nubes
en su tránsito lento
hacen brotar los retoños luminosos,
que crecen libres
en las ramas perfumadas
haciéndonos sentir
entre vergeles floridos,
caricias nuevas.

El radiante césped trémulo
 se viste de perlas de agua,
dando a nuestro amor
frescura
que espera botones,
capullos
y tenues lazos
que entre grises y rosas
se entrecruzan.

Manto de flores,
en la calma
de unos pétalos
nuestro amor resurge,
se retrata fiel,
entre rosales
y madreselvas
con comunicativa ternura.

Olor de nube en la flor celeste,
en la tierra verde,
en tus brazos
mis manos leves
encuentran los carmines que busco.

Manto de flores,
 feliz la nube de mayo,
que es ésta
o aquella rosa,
déjenme vivir feliz
con mi amado
entre guirnaldas florecidas,
 límpidas y libres,
y entre enredaderas
de campanillas azules
aquellas que allá se asoman.

Bajo la esmeralda temblorosa,
amado mío,
te veo
y te siento
con corona de jilgueros
y pétalos de amapolas,
siguiendo yo
alegre tus pasos
 hacia las islas
y los bosques florecidos
 del sueño.

Soy feliz,
estoy en el valle perfumado
de tu ágil cuerpo
y en tu regazo
me dejo caer
cual frágil flor
recién nacida.

Soy toda tuya


Soy toda tuya,
eternamente tuya,
mi cuerpo te reclama, te desea
¿Cómo buscarte amado mío?
Con mis ojos penetrantes en la alta madrugada,
en mi lecho te busco donde estoy sola,
donde tu estarás algún día.

Allí, en la oscura noche
cuando el silencio lo permite todo parece la vida,
el cielo en vela escucha vaga respiración,
suspiro en eco sospechas del tener un cuerpo al lado.
Porque un cuerpo lo sabes y lo sé
solo está en su pareja.

Ya se encontró con lentas claridades,
muy despacio, lentamente.
¡Cómo perdernos en el mar cuerpo con cuerpo
Igual que agua con agua,
corriendo juntos entre orillas
que se llaman los días más felices!
¡Cómo suena en mi alma la idea
de una noche completa en tus brazos
dibujándome toda en caricias
mientras tú te me das extasiado!

¡Qué infinito el temblor de miradas
que vendrá en la emoción del abrazo y
que tierno  el coloquio de besos profundos que tendré
estremecida de tus labios!
¡Como sueño ser toda tuya en horas azules
sin más luz que la luz de tus ojos,
sin más lecho que aquel de tu brazo!

¡Soy toda tuya!
Te pertenezco en cuerpo y alma,
mi cuerpo clama por ti,
quien esté dentro de mi floreciendo
en la mística voz de tu canto.
Un temblor indeciso de trópico nos penetra en la alcoba.

Entre tanto se han besado tu vida y mi vida…
y las almas se van acercando.
¡Cómo siento que estoy en tu carne
cual espiga a la sombra del astro!
¡Cómo siento que llego a tu alma
y que allá tú me estas esperando!

Soy toda tuya
¡Cómo suena en mi alma
la clara vibración pasional de mi amado,
que se abrió todo en surcos inmensos
donde anduve mi amor, de su brazo!

Quiero tus besos profundos
de amantes incipientes ¡Asombro!
¿Es obra humana tanto gozo?
¿Podrán los labios repetirlo?
Vuelvan hacia el segundo beso,
màs que beso, claridad quieren,
buscan la certeza de ser uno en dos,
penetrándonos con pasión
donde las bocas férvidas se encuentran.

¡Oh la noche regada de estrellas
que enviaré desde todos los astros
la màs pura armonía de reflejos
como ofrenda nupcial a mi tálamo.