Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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viernes, 5 de abril de 2013

En armonía con el viento


Sueños no olvidados


Sueños no olvidados, tanto tiempo sosteniendo recuerdos, viviendo de la memoria en aquellos rincones silenciosos, quietos y calmos.
Mis pensamientos se mezclan con el murmullo del viento, llevándome a sueños no olvidados entre bandadas de visiones de tiempos gozados.
Quiero sentirlos ahora, pensarlos, irme con ellos a sosegados sotos donde podré revivirlos en un ardor de volar a pasados de otras dimensiones.
Sueños no olvidados, gozados en un temblor de hojas y gotas del cielo que una a una se posan en ellos para no soltarlos y así recordarlos siempre.
Sueños no olvidados, no efímeros ni fugaces, plenos de rumores, de sones, de músicas y cantos, quedan pintados por pinceles, guiados por mi mano, en mi alma, de donde los poemas y las palabras nacen y se descubren en aquel papel en blanco.
Sueños no olvidados, envueltos en las frescuras de las mañanas o en noches de luna llena,  con un cielo oscuro, cubierto de estrellas, plenos de amor y sentimientos.
Reflejos de un ayer que no se olvida, sonrisas desdibujadas que de un hoy no los poseen, deseos de que lleguen a un futuro incierto. 
¡Cuánto daría para que estos sueños no olvidados dejen de ser sombra del ayer!
Son como ráfagas de amor que se deslizan entre mi mundo, convirtiendo mis pensamientos en torbellinos desmedidos de romances vividos que como paisajes de mi vida en su camino son suelos no olvidados ni perdidos en el etéreo pasado.
Sueños no olvidados, confluencia de amores que quedaron aprisionados entre mi ayer y mi mañana.
Sueños no olvidados, están guardados en arcones secretos como hondos y sentidos misterios en los que el tiempo los perfila con un dulzura infinita para que no nos abandonen nunca.
¡Cuántos desvelos y sueños surcan mi alma! ¡Cuántas ilusiones vividas y por vivir! Y estos sueños no olvidados labrarán el gran proyecto de encontrar otros nuevos que nos llamen desde dichas futuras.

Una canción para el alma


Una canción para el alma, la que nos une y nos estremece en un gran temblor de víspera y de alba. 
¡No me recuerdes! ¡Siénteme! Hay sólo un trino entre tu amor y mi alma.
Mis ojos navegan el mismo azul sin fin donde tú danzas. Tu arco iris de sueños en mí tiene siempre pradera abierta entre montañas. 
Una canción para el alma te la hago llegar para que en desatada prisa vengas a mí, ya que una vez se perdieron mis sollozos y los hallé abrigados en tus lágrimas. 
Siente mi canción, es para tu alma, un ruiseñor la canta en la mañana y el viento la lleva en vuelos por el aire y los ríos desde los riscos la dejan en las playas olvidadas.
Una canción para el alma, para que menos me pienses, más me ames. 
Lo fácil en el alma es lo que tiembla al sentir llegar esa canción, la de las palabras de amor, dulces y tiernas.
Para que te llegue sus arpegios, separa una por una las costumbres, hasta quedarte vacante y suelto y la canción ardiente, galopante, inminente, te inundará.
Una canción para el alma anhelante de ser escuchada por ti, necesito que eso sea para ser dichosa.
Tú, atento, resplandeces con la canción que te festeja, en la plenitud del acierto, en paz contemplas la plena consumación del amor en pleno ardor, en sosiego en los acordes, preludios que te llegan a ti.
Una canción para el alma, entrégate a ella, mi amado, con total amor, buscando claridad a través del misterio de síncopes, trinos, aleluyas, son para ti, vienen del Hoy, van hacia el Mañana. 
Cada estrofa de la canción es clara, habla soñando, sueña que sueña, canta que canta y va hacia ti, delante de mí, ofreciéndote mi amor profundo y tierno.
En nuestro camino toda la canción está en él. 
Espera que cantemos juntos, unidos más allá del hoy.
Suena sin ser estrenada, sólo a nosotros nos estremece, nos une y la reconocemos por ser la enviada del amor que nos lleva juntos en un cenital esplendor, entre besos apasionados y ardientes, con ondas sucesivas de entreluces vírgenes.

Mírate en mis ojos


Mírate en mis ojos, tú, el único, el amante que promete los siempre, con alma colmada de besos que rodando como el mar se vive de ola en ola sin miedo a repetirse.
Mírate en mis ojos, quiero una de tus miradas, para enmarcarlas con mis recuerdos, quiero todas las miradas para saber que me amas, para vibrar al son de tus ojos y no dejar de amarte.
Mírate en mis ojos, desde lejos y que tu mirada sea como un largo puente uniendo dos orillas, tú y yo entrelazados por el milagro del amor.
Nuestro anhelo es no tardar el encuentro y en altas quietudes de altas noches, nos vamos acercando, trágicamente quietos, vibrando tan sólo a través de nuestras miradas.
Mírate en mis ojos y verás reflejado en ellos, como un lago azul y claro todo el amor que mi alma siente por ti. 
Mírate en mis ojos, lee en ellos el amor que te pertenece, hallarás la huella de esa grieta por donde entrarás a mi alma. 
Mírate en mis ojos y encontrarás el muro de mi ser, abierto para ti y mi alma allí te luce como estrella pura. 
Mírate en mis ojos y llegarás al gran laberinto de mi mundo que es todo tuyo y la felicidad te inundará como caída del cielo, como un gran tul traslúcido y pálido.
Mírate en mis ojos y ellos te llevarán a la luz, de sol, de júbilo seguro del alba hasta el crepúsculo, a claridades esperadas de gozos y de placeres, a paraísos claros, a edenes mágicos de nosotros dos.
Mírate en mis ojos ¿no sientes el temblor de mi mirada? Iremos juntos a los encantos de la noche, envueltos en los hechizos del amar que moviliza brisas tiernas con vergeles dibujados entre celestes luceros.
Mírate en mis ojos y vive entre nuestras manos unidas buscando un orbe nuevo donde haremos temblar el mundo.
Voces primeras, ecos de mares lejanos, ya la felicidad está cerca, hollando nubes, cruzando hondos abismos, no tan remotísima, se acerca a una velocidad de luz de estrella y nosotros dos seremos por ella, tocados en esa dicha que plena de luz nos une desde el más allá.