Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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domingo, 18 de mayo de 2014

Mi recuerdo eres tu


Y aún estás en mí


Y aún estás en mí,
siento tus labios latiendo
junto a los míos,
tus brazos rodeándome
como una cinta de terciopelo suave,
azules y verdes,
no dejándome ir.

Te vas despacio,
en secreto,
por caminos desviados, inclinados,
abismales,
te alejas de mí
y no sabes por qué.

Quiero atarte con cordones de seda
enroscados en mi cuerpo
deseosos de tenerte,
de que estarás dentro de mí,
pero ya es imposible,
tus ojos tropezaron,
se enlazaron con otros ojos
y dejaste de amarme.

Y aún estás en mí,
en tu distancia lejana y dolorosa
te presiento,
siento el aroma de tu cuerpo
el sabor de tus besos,
tu piel que quemaba la mía
en cada instante
en que estábamos juntos.

Quiero oir tu voz melodiosa,
seductora, diciéndome despacito:
“Te amo, mi diosa,
mi dulce, mi luz…”

¿A dónde se fueron
todos esos sentimientos
que creí sinceros?
Y aún estás en mí.
logrando en mi cuerpo
mil sensaciones nuevas
de gozos, placeres,
estremecimientos, temblores
que no me dan tregua,
llevándome al mundo desconocido
del clímax total.

Forjé un eslabón un día,
otro día forjé otro
y otro más
para que te quedes
dentro de mí
como una cadena en mi corazón.

No puedo evitarlo,
estás y estarás en mí,
hasta que muera,
mis sentimientos
son puros y simples,
tengo en mis manos
las llaves para que tú
cuando me busques
y regreses a mí,
abras la cadena entrelazada
de enredadera, de venas
en mi corazón dolorido.

Mi rumbo en este existir,
sólo me conduce a ti,
no voy a un lugar ignorado
ni a un secreto misterioso,
voy en tu búsqueda
porque aún tú estás en mí.

Entre tus labios,
busca mi aliento y lo encontrarás
con claridades llameantes
que en la noche sin ruido
y en silencio
resbalan mis besos
por tu cuerpo adorado y dormido
como si te tuviera entre mis brazos.

Y aún estás en mí,
en la sed de mi cuerpo
que nunca te preguntará nada,
tan sólo
¿me quieres aún?

Camino de sabiduría


Camino de sabiduría,
voy hacia tí
en un difícil encuentro.

Las palabras sabías que se esconden
en resquicios de nuestra mente
nos dan fortaleza,
voluntad, valentía, conciencia
para conocernos a nosotros mismos.

Nos conducen al gran proyecto
de un alma inocente,
pura, viva en cada momento
de nuestro existir,
haciendo pétalos y sueños
a cada instante del Hoy.

Camino de sabiduría,
parece que nos lleva a nubes altas,
fantasmas sin asideros,
horizontes sin llegada.

Camino de sabiduría,
si estaba lejos, ahora para verlo
hay que volver la cabeza,
porque lo hemos perdido.

Si los recuerdos son
 como pétalos deshojados,
los debemos encontrar
para que nos lleven
al cálido camino de la sabiduría;
estaremos atravesando los sueños que soñamos
a ese lado que se llama la vida que se cumplió,
derrochando sabias y profundas
alegrías,
amores,
dichas,
 risas.

Camino de sabiduría,
el mundo seducido por el canto
 del gran proyecto del alma,
se nos ofrece, nos da
rosas,
 besos,
 hojas multicolores,
corales bailando en el otro mundo submarino,
innumerables materias dóciles,
esperando que nos encaminen a ser mejores,
más puros, más sinceros,
más creyentes en las palabras sabias.

Camino de sabiduría,
labremos en nuestro interior
el gran amor por nosotros,
coronándonos la dicha que nos escoge,
nos declara capaces de creación alegre.

Palabras sabias primogénitas del gozo,
vivir plenamente enamorado
 de la vida.

Camino de sabiduría,
nos conduce meciéndonos en un flor,
en una roca,
 en el aire,
 en el cielo,
 en el mar.

Nuestro proyecto en el alma
es descargar el amor a la vida,
perfección casi imposible,
pero lo lograremos al vivir
enamorados del existir.

Camino de sabiduría,
el mundo se nos acerca
a pedir que le hagamos feliz
en nuestra dicha
al encontrar ciertas palabras sabias.

Horizontes y paisajes vienen a vernos,
nos miran, se achican
para entrar en los ojos,
 las montañas se truecan
en puñados de arena virgen y pura,
pero al tomarla en nuestro existir
pierden su vida fría,
están con vida en la palma de nuestra mano.

Camino de sabiduría,
leyes antiguas del mundo
para ir hacia
la felicidad del vivir.

Florecer del alma


Florecer del alma,
que busca ese afán
de claridad y alegría
levantando en espumas de amor altísimo
hacia el cielo,
espumas de luceros,
sí, de estrellas que me salpica el rostro
con un tumulto de constelaciones.

Florecer del alma,
desafía días,
 horas,
 segundos,
tras suspirar con el alma
florecido de amor.

Hoy mi alma florece en ti,
eres la razón de mi existir,
si respiro lo hago por ti,
si vivo, vivo por ti.

Florecer del alma,
mi alma florece en ti
entre jacarandaes,
amapolas,
 alelíes,
 jazmines
 y heliotropos.

Pienso en este amor en silencio,
son ecos altisonantes,
este amor que nos encontró
y nuestras almas florecieron.

Florecer del alma,
mi alma florece en ti,
en ti, mi amor.

¿Cómo me vas a explicar, di,
 la dicha de esta tarde de primavera,
si no sabemos por qué fue,
 ni cómo, ni de qué ha sido?

¡Cómo vagaron sin rumbo
y sin torpezas
tus caricias!

Largos gozos iniciados,
caricias no terminadas.

Florecer del alma
que nos inunda el corazón
en brisas de risas
que anuncian la alborada.

Cuando se desvanecen los fuegos
de las centellas de la pasión
entre sus espinas bellas,
los epigramas florecen.

Florecer del alma,
como un campanario
canta la alegría
cuando nuestros corazones
se unen entrelazados
y el tumulto brota de la melodía
y nos reímos de placer
en nuestro florecido lecho,
la risa retoza como un potro
altanero y gentil.

¡Lástima que la vida se alboroza pocas veces así!