Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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lunes, 29 de octubre de 2012

Flechas en el corazón

Pregúntale al viento

Pregúntale al viento, mi amor, cuántas veces te nombré con un grito callado para que nadie supiera lo que siento cuando no estás a mi lado y si el viento hablara, te diría todo lo que te extraña este corazón mío.
Si en mis sueños te nombro sin que lo sepas, pregúntale al viento todo lo que un día prometimos realizar juntos, muy juntos y sólo en sueños se quedó tan solo por unos instantes porque si no compartimos cada momento de nuestra vida ésta no tiene sentido.
Sí, pregúntale a tus noches frías si mi cuerpo no extrañas.
Pregúntale al viento si al pasar me besa, sólo por besar, si enreda mi pelo por acariciar, si su brisa lleva lágrimas de sal.
Pregúntale al viento todo lo que pienso en ti y si al pasar el tiempo se lleva en el aire algo más… si me vio llorar por ti cuando silba, canta, gime… cuando hace esos ruidos que me hace temblar.
Pregúntale al viento que me sucede cuando no lo siento, no me toca, por qué no me besa, por qué va de prisa, cuán grande es mi amor por ti y por qué a veces lloro sólo por llorar.
Pregúntale al viento si tu amor está en mí como mar en la popa del barco que zarpa en la ruta que añora.
El flamboyán deshojando sus hojas al soplo del viento va, pregúntale si a mi vida unida la tuya está.
Pactaron las nubes y los vientos para unirnos cada día más, escondernos en nuestras miradas, hablarnos en nuestros silencios, desnudando nuestros sentimientos en versos que te escribe mi alma.
Fuego de amor que acaricia suavemente el viento, transita por nuestras venas, se funde en nuestros corazones.
Pregúntale al viento el momento indicado, el anhelado, cuándo llegará el juego del amor, de miradas entrecruzadas, de roces sin tocarnos, de suspiros gratos, de besos que se llevará el aire a través del tiempo porque nuestros sentimientos vuelan ingrávidos como el viento.
Pregúntale al viento por qué te busco y te añoro, por qué suspiro en cada eco cuando tú no estás y cuando te encuentro, muy despacio, con lentas claridades, desemboca en ti, cuerpo con cuerpo igual que agua con agua, corriendo juntos entre orillas que se llaman los días más felices.

Te añoro y te espero



Te añoro
(En el aroma del recuerdo y en la brisa fresca que trae memorias)
Te espero

Te añoro
(En cada mirada, en cada sonrisa, en la frescura de tus besos)
Te espero

Te añoro
(En cada destello de ilusión con la que mi alma vibra)
Te espero

Te añoro
(En mis días largos y en mis noches tristes)
Te espero

Te añoro
(En el gran vacío que dejaste en mi corazón y en mi alma)
Te espero

Te añoro
(Aún en la soledad de la noche)
Te espero

Te añoro
(Desde la lejanía distante e inconmensurable)
Te añoro

Te añoro
(Desde distancias sin tiempo)
Te espero

Te añoro
(En los rincones de mi esperanza para que me salpiques de ternura)
Te espero

Te añoro
(En el trueno y en la luna, en la lluvia torrencial y callada)
Te espero

Te añoro
(En los confines del orbe, en el silencio del cielo)
Te espero

Te añoro
(Entre imanes de imágenes y en la oscuridad que me envuelve)
Te espero

Te añoro
(Entre los bosques umbríos que entrelazan sus raíces)
Te espero

Te añoro
(En el refugio cálido de mi corazón enamorado)
Te espero

Te añoro
(Navegando en mis recuerdos de nuestro amor vivido)
Te espero

Te añoro
(En mis tardes desoladas y mis crepúsculos de ensueño)

Escuchemos juntos



Escuchemos juntos una dulce melodía, armoniosa que nos permita danzar juntos con ansias de seguir viviendo el hoy hacia un futuro pleno de promesas.
 Escuchemos juntos la lluvia golpear en los cristales, el viento apenas puede llevar la mar las nubes con su carga.
 Escuchemos juntos el silencio, nada responde y todo mi ayer se junta en un instante, me pregunto, ¿para qué? si son recuerdos como una brasa ardiente en mis entrañas, es lo mismo que lleguen o partan como relámpagos que estallan en la sombra, vienen y van, ¿para qué?... si con morir ya alcanza.
 Escuchemos juntos las gotas de agua caer en nuestro cuenco de amor cuando llueve en la calma de la tarde, te siento conmigo, te siento en mi sangre, cuando llueve, te tengo, nada puede sacarte de  mi lado y me duele…
 Mis pasos te seguirán buscando como visiones de sones acompasados y corro a regiones ignotas en un pentagrama vacío que busca y no encuentra sus notas que en lejanías se esconden y se guarecen en frondas de tupidos follajes.
 No lo entiendo, no logro entender como se puede herir de esta manera, ¿por qué después del sol radiante, la fría noche se hizo eterna? y él, en quien creí, estalló como una copa de fino cristal en mil pedazos que impregnaron el aire en un vacío irrecuperable.
 Como duele la quimera del tiempo, escucho el eco del olvido mientras nada hay que no te recuerde, mientras en la tarde, llueve.