Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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sábado, 6 de agosto de 2016

Soslayo de amor

Lluvia de amor


Lluvia de amor
que va cayendo en mi corazón,
 lluvia que resbala por los cristales
en gotas de agua dulce
que recorren hasta el último de los rincones,
provocando divinas sensaciones
que se estancan
en mil sentimientos interminables.

Se convierten en un vuelo
de palabras blancas que mojan,
 lentamente, el alma.

Lluvia de amor,
eres el espíritu de mis amores,
eres esperanza y razón,
eres lluvia fresca en mis manos,
eres quien busca los sueños
vestido de estrella,
 eres lluvia frondosa del cielo,
 sol que irrumpe detrás de las montañas,
aire que levanta,
que da fuerza y vida al amor.

Tan convencida estoy
de tu gran transparencia,
en la que vivo,
de que la luz, la lluvia, el cielo,
son formas en que te esquivas,
vaga interposición entre tú y tú.

Nunca estoy sola
mientras la luz del día ilumina tu alma
 o cuando al encenderse las estrellas
me van diciendo palabras que tú piensas.

Esa gota de lluvia
que cae sobre el papel es
como una difusa flor de azahar
que tú me envías
 desde donde vives.

Eres esas pequeñas gotas
de sentires y relámpagos
que poco a poco va calmando
 en finos diamantes
la tormenta del alma,
 empapando cada espacio
de los corazones enamorados.

Eres agua pura
cuya presencia engalana,
caricia divina salpicada de sonrisas.
¡Qué siempre llueva, lluvia fresca del alma
y al final deje un arco iris!
Lluvia de amor para el corazón,
 lluvia fresca de brisas y amores,
en besos ardientes y caricias suaves.

Lluvia frondosa convertida en amor.
A través de la lluvia
me llegas tú,
entre gotas frías
que acarician mi rostro,
llenas de armonías las siento,
cierro mis ojos
mientras lentamente te pienso
y lentamente te siento.

Románticos pensamientos
 llueven en mi mente,
atrapando la lluvia un sinfín de sensaciones.
Yo sólo te sueño, amor mío
y te siento conmigo
mientras la lluvia cae…
en su húmedo y romántico velo
que me suaviza…
como brisa de terciopelo
recordándote y haciéndome feliz
en este ensueño bello
como las gotas que caen
 en el cristal de mi ventana.

Comienzo y final


Comienzo…
Cuando yo alcé los ojos,
con una mirada dulce y tierna
 para mirarte
(Comienzo y final)

Tú alzaste tus ojos
para mirarme
hasta lo hondo de mi alma.
(Comienzo y final)

Surgió esa palabra
que iba yo a decirte
de todos nuestros recuerdos vagos.
(Comienzo y final)

Se te asomó a tus labios
 como una bendición de amor
sin siquiera pronunciarla.
(Comienzo y final)

Nunca fui primera yo
 en confesar mis hondos sentimientos,
ceñida en mi silencio secreto y misterioso.
(Comienzo y final)

Tú no fuiste el último,
 los dos exactamente a un tiempo mismo,
 juntos, gozamos de nuestros abrazos,
nunca truncos.
(Comienzo y final)

Y así fui yo hacia ti,
en cada instante nuestro
que nos unía
entre nuestras manos
 temblorosas e impacientes.
(Comienzo y final)

Venías tú hacia mí
con una arrolladora fuerza
en una identidad
que nos unía salvados
de perdernos en la nada,
temeroso de no encontrarme.
(Comienzo y final)

Te abracé al verte sin moverme,
sintiendo la felicidad
como un huracán de besos
con una misión de fuego puro.
(Comienzo y final)

Me hiciste llegar frases de amor
repetidas siempre
pero que no son nunca las mismas,
brillando en tu pecho
 infinitas estrellas
a las que un mismo sol
 les presta luz a todas.
(Comienzo y final)

Vienes a mis brazos,
despertando a la vida virgen y pura
 y con un monosílabo: “sí”,
tiembla el aire de amor
en nuestro día único,
eternamente duradero.
(Comienzo y final)

Me buscas en el gran horizonte solo,
para poder contemplarme,
 feliz de encontrarme,
atónita de sentirte amado.
(Comienzo y final)

Busco tu rostro amado,
 tu voz tierna y suave,
tus manos sabias,
 te busco a ti en todos los rincones,
 en mi sed de infinitud.
(Comienzo y final)

Vas tú por el aire
en vuelo de pájaros sin nidos,
 oteando a lo lejos
los colores del arco iris
para encontrarme y amarme.
(Comienzo y final)

Los dos, tú y yo, como dos en uno,
en el comienzo labramos nuestro destino,
caminando juntos bajo cielos altos
que prometen todo lo que se necesita
para vivir sin despedidas ni finales.

Noche larga


¿Por qué la oscura noche es tan larga?
¿Cuál es el misterio
de que nos inunde
la tristeza y la soledad?
En la noche larga
la sombra de los cipreses
es como un grito en la niebla.

Se alzan al cielo
sin saber la razón
coro de voces descalzas
que se posan
sobre las copas oscuras de los árboles.

Yo sueño contigo, amor,
con que tus manos
se van perdiendo a lo lejos
como dos trémulas alas
tras la negrura del cielo.
Noche larga,
sin ti mi vida es soledad de soledades,
mi corazón está solo
como un rosal sin colores.

Si viera tus ojos
en esta espera apesadumbrada
 volcaría la alegría
con canciones de primavera
y se trocarían en lumbres
mis soledades en sombras.

¡Cómo sueño las horas azules
que me esperan
tendida a tu lado,
sin más luz que la luz de tus ojos,
 sin más lecho que aquel de tu brazo!

Noche larga contigo a mi lado
sintiendo a mi amor florecer
 en la mística voz de tu canto:
notas tristes, alegres y hondas
que unirán mi emoción a tu rapto.

¡Oh! Noche larga, regada de estrellas
que enviará desde todos sus astros
la más pura armonía de reflejos
como ofrenda nupcial a mi tálamo.

Noche larga
que con un velo de recuerdo
se enlaza, apretado
y nos mira en estrellas dormidas
desde el cielo en nosotros rondando.

Se ha callado la idea turbadora
y me siento en el sí de tu abrazo,
ya la noche no es tan larga
porque convertida en un solo murmullo
se interna en mi alma cantando.

Es la noche una cinta de estrellas
que una a una a mi lecho han rodado
 y es mi vida algo así
como un soplo ensartado
de impulsos plenos y pasionales.

En esta noche larga, mi amor,
se han unido nuestras risas
 más blancas que el blanco
y ¡oh milagro!
en la luz de una lágrima
se han besado tu llanto y mi llanto…

Se ha quedado tu vida en mi vida
como el alba se queda en los campos
 y hay mil pájaros vivos
en mi alma en esta noche larga de amor
entre cantos sin tristezas ni pesares.

Ya la noche no es tan larga
tendida a tu lado,
entre tus caricias
y el gesto de tu abrazo,
en tus palabras cuelgan rumores
parecidos al lenguaje
que llevas en tu boca de agua,
desde el más quieto charco
al más agreste risco.

Esta noche se ha ido casi aurora,
casi ronda de luna entre montañas,
noche rasgada al tiempo repetido
entre esencias altas y claras,
 circundando de emoción
mi espíritu todo.