Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




Haz click para ver los videos de mis prosas poéticas.


jueves, 6 de octubre de 2016

Lagrimas de jubilo


Noche larga


¿Por qué la oscura noche es tan larga?
¿Cuál es el misterio
de que nos inunde
la tristeza y la soledad?
En la noche larga
la sombra de los cipreses
es como un grito en la niebla.

Se alzan al cielo
sin saber la razón
coro de voces descalzas
que se posan
sobre las copas oscuras de los árboles.

Yo sueño contigo, amor,
con que tus manos
se van perdiendo a lo lejos
como dos trémulas alas
tras la negrura del cielo.
Noche larga,
sin ti mi vida es soledad de soledades,
mi corazón está solo
como un rosal sin colores.

Si viera tus ojos
en esta espera apesadumbrada
 volcaría la alegría
con canciones de primavera
y se trocarían en lumbres
mis soledades en sombras.

¡Cómo sueño las horas azules
que me esperan
tendida a tu lado,
sin más luz que la luz de tus ojos,
 sin más lecho que aquel de tu brazo!

Noche larga contigo a mi lado
sintiendo a mi amor florecer
 en la mística voz de tu canto:
notas tristes, alegres y hondas
que unirán mi emoción a tu rapto.

¡Oh! Noche larga, regada de estrellas
que enviará desde todos sus astros
la más pura armonía de reflejos
como ofrenda nupcial a mi tálamo.

Noche larga
que con un velo de recuerdo
se enlaza, apretado
y nos mira en estrellas dormidas
desde el cielo en nosotros rondando.

Se ha callado la idea turbadora
y me siento en el sí de tu abrazo,
ya la noche no es tan larga
porque convertida en un solo murmullo
se interna en mi alma cantando.

Es la noche una cinta de estrellas
que una a una a mi lecho han rodado
 y es mi vida algo así
como un soplo ensartado
de impulsos plenos y pasionales.

En esta noche larga, mi amor,
se han unido nuestras risas
 más blancas que el blanco
y ¡oh milagro!
en la luz de una lágrima
se han besado tu llanto y mi llanto…

Se ha quedado tu vida en mi vida
como el alba se queda en los campos
 y hay mil pájaros vivos
en mi alma en esta noche larga de amor
entre cantos sin tristezas ni pesares.

Ya la noche no es tan larga
tendida a tu lado,
entre tus caricias
y el gesto de tu abrazo,
en tus palabras cuelgan rumores
parecidos al lenguaje
que llevas en tu boca de agua,
desde el más quieto charco
al más agreste risco.

Esta noche se ha ido casi aurora,
casi ronda de luna entre montañas,
noche rasgada al tiempo repetido
entre esencias altas y claras,
 circundando de emoción
mi espíritu todo.

Raíces profundas


Raíces profundas,
sin temblores ni misterios,
peregrinas en el tiempo de la vida,
en una verdad definitiva.

Raíces profundas,
fecundas que traspasan los límites
últimos de nuestro ayer,
el de ayeres.

La vida que con tibios presagios sin rumbos,
nos lleva sin amores verdaderos
a enraizarnos en un correr
para nada a un cansancio agotante y asfixiante.

Desde las raíces profundas de mi corazón,
siento traspasar como dagas afiladas
el dolor de no tenerte ya más a mi lado,
te extraño y me hieres sin querer lastimarme.

Es tanta la fuerza que aprieta
y ahoga el alma toda pero al final
el valor arrecia y se alargan raíces nuevas
para crear la felicidad en ti y en mí.

Amor con matices,
raíces profundas,
crece, camina,
corre y nunca se olvida.
Cautiverio de emociones verdaderas,
soñadoras,
amor fortalecido,
recordarte sólo me queda
ya que te has ido para siempre.

Raíces profundas
que como puñales diamantinos se clavan,
se hunden en nuestro interior,
en el cuerpo, en los ojos,
en el más allá,
todo por un amor ingrato y falso.

Las resistimos obstinadamente
en la prolongación de la felicidad oscura,
procuramos encontrar suaves y cálidas raíces
profundas que nos tornen a una vida
luminosa y creativa.

Raíces profundas
que por milagro me hacen asombrar,
incrédula de que aquello
tan cruento estaba en mi vida y que por fin,
como por sorpresa me soltó y de prisa,
desesperadamente fui a encontrar abrazos cálidos,
besos jubilosos,
promesas puras y verdaderas que como raíces,
níveas,
profundas y hondas me llevan al amor prístino
al que presagio era en el existir de antes.

Vives para mí


Vives para mí,
esas palabras tuyas
traspasaron los límites de mi alma
y muy a lo hondo llegaron
como un preludio del alba
entre copos de rocío.

Vives para mí,
escribiste en una de tus cartas de amor,
hace mucho tiempo,
que te doy paz,
tranquilidad,
amor y sanación total
de cuerpo y alma.

Mi amor por ti se filtra de mi cuerpo,
de mis sentidos
y hace feliz a todo aquel que está en mi esfera,
a mi alrededor.

Vives para mí
como yo para ti
y me haces dar en el ir,
en un ser desprendido,
ligero y sin raíces sintiéndome ansiosa
por percibir la plenitud que nos rodea.

¿Cómo me vas a explicar
la dicha que no sabemos por qué es?,
ni de quien ha sido,
si es pura dicha de nada,
si aún no nos hemos conocido.

Imagino tu mano sobre mi mano,
paseando miradas y caminando amores,
imagino mis sueños siempre en tus sueños,
rindiéndome ante tus pasiones,
sucumbiendo sin resistirme.

¡Vivir para mí!
porque tus besos son ya míos
con sabor a placeres
e imaginando que muero por amarte,
porque ya te amo.

Vivir para mí,
palabras aladas que llevan mi alma
a lugares secretos,
remotos,
nutriendo mi ser que recibe,
se entrega, s
e va encontrando contigo,
tú,
mi amado.

Vivir para mí,
tú lo dices y me das alivio
necesario para soñar,
aliento profundo para continuar
y permites que nuestra flor de la esperanza,
crezca y se alce impoluta hacia el infinito.
Vivir para mí,
palabras que le dan deleite a mi corazón
como una voz pura,
íntima,
con caricias,
que como largos goces iniciados
me dejan caricias no terminadas.

Vivir para mi,
sé que esta noche pensarás
en nosotros y tu ser,
tu memoria,
todo,
te descansa y disuelve en mí.

¡Toda la vida es única
si se que tú vives para mí!

Desde un ala de mariposa
hasta un grano de arena,
mi alegría de que existes
te llegará al vasto tiempo,
entero,
que se escapa hacia el amor nuestro.