Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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viernes, 12 de octubre de 2018

Sin olvido


Maldita cobardía


Maldita cobardía,
sí tú, el que se cree único e invencible,
eres un cobarde mentiroso,
que no puede enfrentar la verdad,
mirando a los ojos,
de una situación quebrada y desquebrajada para ti,
que venía de tiempo atrás y nunca fuiste valiente,
en enfrentarme y decirme ya no te amo más,
me enamoré de otra mujer.
Por eso en el último instante sin verme,
me lo hiciste saber,
eres cruel y la vida te llevará por senderos implacables
y el infierno lo vivirás acá en la Tierra,
la felicidad verdadera no te tocará,
porque no te verá,
ni la dicha tampoco.

Maldita cobardía,
vivirás en un mundo irreal y fantasioso.
Alguna vez debía decírtelo, nunca lo hice,
lo hago a través de estas cartas,
que me llevan a recordar,
momentos felices que yo creí vivíamos juntos.
Vivimos vidas diferentes,
ahora yo libre gozo de estar,
conmigo misma,
dando amor por doquier.
Allá, en el límite sur,
donde mis dominios terminan,
el mar aún dulce me entrega sus orquídeas de sales
y el río del más fino acento te envuelve,
la cintura,
arrojándome al corazón bandadas de cardenales.

Maldita cobardía,
tú, en cambio,
te miro en el río,
sin querer lanzar los barcos,
pues siempre estarán tus ojos,
vigilando tu vida equivocada y errónea.
No tienes alma sana, aunque te cerquen las aguas,
vivirás fiel a tu destino erróneo.
No te quieres ni un poquito,
porque de lo contrario el egoísmo no te hubiera,
envuelto en una red de tela de arañas,
sin dejarte salir.
Yo siento que el río me endulzará,
con los racimos del cielo,
guardando para mi alma los secretos,
de los astros.
Mientras tu boca enmudece,
la guitarra está llorando por tus verdades escondidas,
en el recóndito lugar más secreto de tu duro corazón.

Maldita cobardía,
voy cantando en busca de un nuevo amor,
verdadero y único,
entre arboles en el río.
Mis poesías de amor renacen nuevas, frescas,
plenas de emoción para que el papel en blanco,
que las espera, las reciba con ansias.
Estoy feliz en el verde levantado del árbol,
donde no pierdo mi albedrío
y en el viento cálido del este
y aún en la orilla del mar enamorado. 

Sola y sin ti


Sola y sin ti,
Sin ti los días no tienen brillo,
sin ti es como andar sin alma.
El amanecer sin la luz del sol.
Sin ti es esperar la luna una eternidad.
En mis noches de nostalgia,
sin ti soy un barco en la tempestad,
que no encuentra donde refugiarse.
Sin ti la luna pierde su brillo
y el sol se oculta en el horizonte lejano.
Sin  ti la vida no es más que una rutina,
mi cielo se torna infierno
y el infierno se hace eterno.
Sin ti el mí deja de existir,
sin ti todo mi mundo deja de vivir.

Sola y sin ti,
sin ti es difícil descifrar el camino que siguen mis pasos,
al andar, sin ti no existe un más allá
y me envuelve la tristeza al sentir que no estás a mi lado.
mi vida eres tú,
mi suelo eres tú,
sin ti no soy nada  ni nadie,
sin ti yo me muero.
Es difícil vivir solo con tu recuerdo, te necesito a ti amor,
vuelve, que estoy acabando mi vida sin quererlo,
vuelve amor, no me dejes así,
tan sola y con frio por todas partes,
un frio que no me deja ir tras de ti.

Sola y sin ti,
llevas tu vida en alto, juegas con ella,
la lanzas como a una voz a las nubes,
a que recojan las luces,
que se nos marcharon ya.
Ese es tu sino… vivirte.
No hagas nada.
Tu obra eres tú, a mí me dejaste sola y triste.
Cuando tú no estás, cierro los ojos y me dejo llevar.
Extraño tanto tu piel, tus caricias, tu cuerpo,
las fuerza que impones en mí, tu sabor, olor,
tu voz, tu elocuencia vehemente.
Sola y sin ti,
y eres refugio, deseo, eres dulce melaza.
Te siento tan cerca aún en la distancia,
aquí en mi pecho, en mis labios.
Cuando tú no estás y creo que te acercas,
mi mente se ilumina y mi corazón se acelera.
Al recordar tus besos y caricias,
esas que me llevaban al cielo
y me hacían estremecer con sólo mencionar tu nombre,
tu pasión , me vuelve a encender todo mi cuerpo,
desde tu lejanía.
Cuando tú no estás, el cielo llora lágrimas por tu ausencia
y mi alma pide clemencia.

Sola y sin ti,
tú eres esa luz que irradia mi ser
y siempre a mi lado te quiero tener,
para que el tiempo no se agote ni se amargue
y los días no se hagan oscuros y tristes.
La alegría no es nunca de la misma mano,
Es de la que me falta, la tuya.
hoy es una, otra mañana, otra ayer,
pero jamás es la tuya.
Los besos los traen los hilos del porvenir,
y vienen de donde vienen y yo no me siento besar.
¡qué hermoso el mundo seria, qué entero si todo,
besos, luces, gozos , vinieran sólo de ti!

Miedo a perderte


Miedo a perderte
Ahora que te nombro y te reclamo,
Se aleja un rudo embarazo de silencios
Entre tu cuerpo y mi presencia.
No te vayas, tú eres para mí la vida entera
Recorres mis sentidos sin orillas.

Miedo a perderte
Eres en mi otoño un viento adolescente en primavera
En la estupre de mis cantos se levanta
Y la sangre convoca en apetencia.
Te nombro a cada instante
Y te invoco con pasión y deseo, no me dejes.

Miedo a perderte
En las duros biseles del silencio
El calor de tus hombros enlazaba
La cima de los cielos con la tierra.
Crecías hacia adentro, mi piel con tu belleza
Y al roce, y al llamado de tus ojos…
Se alzaba de mí siempre este poema.

Miedo a perderte
No me abandones, no te alejes, no te pierdas,
Te buscaré entre el follaje de tu pecado
Y en fresco temblor de tu rocío,
Reposaré la cuidad, cada recóndito lugar secreto,
Explorare el río e indagaré por el mar, por mi cantado.

Miedo a perderte
No te encuentro si me dejas sin el verde levantado
Del árbol donde pierdo mi albedrío
Ni en el viento caliente del estío
Ni en la orilla del mar enamorado.

Miedo a perderte
Y así voy por verdes de la tarde perdida
Por siempre en tu embeleso sin sentir el cercado
De tus brazos, ni ver tu fuego que en los pueblos arde,
Te llamo hasta quebrar mi voz, por eso,
Sangra mi corazón y te derramas alejándote
Sin sequia con una palabra de amor.

Miedo a perderte
Si regresas a mí, amado ausente,
El sol iluminara nuestro amor,
Y nuestra sangre con bilirrubina
Combinándose en el fuego.
Están fuertes mis manos y pasa un viento dormido
Ramos verdes que cierran mi sueño
Y torpe seré por siempre.