Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




Haz click para ver los videos de mis prosas poéticas.


domingo, 29 de diciembre de 2019

Aun estas a tiempo


Vivir


Alguna vez, aunque tarde mi verso debía escribirse,
que la vida para mi es inviolable, es todo para cada ser humano.
Me di cuenta al estar en un pequeño paso para irme, pero los ángeles me cuidan
 desde los tiernos días de la infancia, no quisieron que me fuera.
Necesito que mis palabras sean exactas y vívidas y los silencios largos.
Intrépido el corazón y la alta frente  desvelada, con ternuras compartidas,
mis pensamientos y mis versos serán siempre compartidos.
Debo mirar el campo verde en la soledad, el mar tranquilo y brillante y el mundo delicioso,
de las flores y pájaros por doquier.
Vagar siempre guiada por la luna inventadora de duendes, lobisones y fantasmas.
¡Las golondrinas me vieron cambiar suspiros y llantos por amores imaginarios ,
que las tizas perpetuaban!.
Ahora me siento atada con lazos de ardientes claveles y mi corazón sigue bebiendo de la misma fuente aunque el tiempo está cuajado plenamente de vicisitudes,
no me dejan ver un cielo azul celeste.

“Dos almas se comunican
 en azarosa lucha
pero igual se aman”

Lágrimas


Lágrimas saladas inundan un mar en mi pecho,
te has ido y no te encuentro
ni en un resquicio de este mundo
pequeño y frágil.
Estoy llorando espinas al amanecer,
cabalgando en vientos y huracanes, la lluvia golpeando mis mejillas,
sólo pensando en ti.
La piel de tu costado se me enciende sobre  el ojo cautivado,
de deseo y flota tu cintura sobre el agua,
que manan mis recónditos adentros.
De lágrimas de amor estoy sedienta de tanto que yo por ti concibo,
que me provocan un dolor tremendo al no verte,
en el amor que anhelo.
Lágrimas que angustian mi alma que una muestra de amor,
por ti clama, suplico
, por una huella que de ti añoro.
Tan de cristal y oro perfumado el aire que me cerca los ojos
lloroso,
que temo despertar en tus pupilas por no apoyar,
mis ojos en el aire.
Mis pestañas con gotas de agua rizan el viento y mueven el follaje.

“Enciendo velas
 donde el viento sacude
 negra soledad”

Adiós


Marcha a tu paso, mi amado.
Yo iré al mío.
Trota mapas de tersa cartulina que yo galoparé mi desvarío,
para trocar un ya, por un acaso.
Hoy para no irte a buscar y traerte a mi lado piafa mi rosillo
y se empecina en sacar sus ardores de pegaso.
Esté amor al que hoy le decimos ¡adiós! Fue un amor en remolino,
donde confluían todos mis raudales,
unos arrastran tiernos recentales, otros se encrespan con furor felino.
Él vendrá del fondo del espejo,  donde mi infatigable catalejo, lo construye,
lo pierde y lo reitera.
¡Adiós! , el adiós nos separa para siempre y mi corazón se agita, duele,
se apesadumbra.
Quiero que estés conmigo como antes, yo entre tus fuertes brazos,
sintiéndome muy feliz.
Y cuando desde el balcón del frente, mi libre albedrio precisa y sente llegar a mis labios,
tus besos ardiente, ardorosos.

“Te retratas fiel,
 sobre heliotropo,
 del crepúsculo”