Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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martes, 10 de febrero de 2015

El desaparecido


Te quiero junto a mí


Te quiero junto a mí,
recorriendo
el largo y serpenteante
camino de la vida.

Aunque el cantar de los grillos,
el murmullo suave del viento
y destellantes astros del cielo
me acompañen en estos momentos,
te quiero junto a mí.

Te quiero junto a mí,
alegre y apasionada
nunca podré ser
si tus besos en mis labios
no puedo poseer.

Te quiso y no puedo dejar de quererte,
no puedo olvidar tus besos ardientes.

Te quiero junto a mí,
los crepúsculos danzan en el cielo,
busco tu voz en todas partes
y no la encuentro,
pido ayuda al viento,
lanzo un grito al cielo
¡te quiero!...
¡mi amor,
te anhelo!

Te quiero junto a mí,
te necesito,
quiero que sepas
que eres todo para mí,
si estamos juntos,
aceleradamente la noche
moviliza brisas tiernas,
se cubren las enredaderas de jazmines
con vergeles súbitos y se dibujan,
diestramente,
arabescos celestes
con luceros en nuestro cielo.

Te quiero junto a mí,
lo fácil en el alma
es lo que tiembla al sentirla venir
y estar muy unidos,
tú y yo
sintiendo el temblor
de la dicha anhelante
de verse conquistada.

Quédate junto a mí,
ninguna distancia podrá borrarte,
no hay imposibles para los dos,
toma mi mano,
no te voy a soltar
porque sería como romper una promesa,
lazos invisibles que nos unen
desde el más allá.

¡Qué sencillo el gran milagro
de estar juntos,
muy juntos,
tú y yo!
En esta luz del poema,
todo,
desde el más nocturno beso
al cenital esplendor,
todo está mucho más claro.

Te quiero junto a mí,
gran escenario,
horizontal silencio
que va a llenarse todo,
porque unos labios
se abren suavemente
y nuestras voces desnudas
se dicen a sí mismas,
inolvidables.

Te quiero junto a mí
y así surgirán de la nada,
del espacio vacío las letras
de nuestro cántico,
autores lentos
somos de alegrías de la vida
que el suave viento alza
y las entrega al mundo
que las espera
en las altas madrugadas del día.

Te quiero junto a mí,
consumación feliz de tanta ruta,
último paso,
amantes,
pies en el aire que lleva amor
a donde amor espera.

¡Somos imágenes
que inclina su hermosura
sobre espejos que nunca las reflejan!
Me dices que mis ojos brillan
como la luna
y que mi belleza es como el mar,
eres la mujer que quiero amar,
por esto te quiero junto a mí.

Estar juntos


¿Cómo será estar juntos?
Cuando hallamos
lo igual de ti y de mí,
descansa el amor de su lucha,
sobre triunfos floridos
que en el beso se cumplen.

Dices que te miras en mis ojos,
que vives enamorado de ellos,
que te roban la ternura más profunda
y son dueños de todas tus pasiones.

Eres el fino aliento de la aurora
y un abrazo de sentimientos mansos.

Estar juntos,
necesito tenerte cerca
y es prohibido lograrlo,
por eso no quiero saber si te amo.

Nos entendemos
como la arena con la arena,
el agua con el agua,
la luz con la luz,
solamente nos separan latiendo
y nos llaman,
ávidas las victorias
futuras esperando.

Estar juntos,
manos ruborosas,
plenas de caricias y de calor,
cuerpo de mármol y perfume,
brazo de estatua esculpido
por la pasión fresca
de mis formas tuyas.

Estar juntos,
hoy la lluvia ya cesó,
por mi ventana el sol ilumina mi cara,
los rayos anidan en mi alma,
mi pasión fluye al recordarte,
te tengo prendido a mi corazón.

Ámame para que sea mi piel
de abeja tibia,
palpitación entre tus dedos de sal
y prendida en mi corazón
al tenerte a mi lado
una catarata de pasión
fluye desde mis entrañas.

¿Por qué siento que mi mundo
está apartado entre soledad de soledades
entre mil y una noches sin luna?

En mi alma herida
eres el remedio que la cura.
Te siento.
Eres en mí
como una mariposa
de fuego y de tormenta,
me arrancas el corazón
en cada abrazo,
me desarmas el alma
en cada beso.

Estar juntos,
en esta noche de pasión
te siento mío.

La lluvia desgrana el gris de tu mirada,
mi angustia se prende
de cada gota que me regala
el recuerdo de tus ojos
plomizos y aleteantes.

Eres en mis días de tormenta
la placidez del agua
que en mi piel resbala
y acaricia.

Estar juntos,
toda mi sangre te llama
y te siente mío para siempre.

Besos esquivos


Besos esquivos,
entre tu verdad más honda y yo
me ponen siempre tus caricias leves.

Tu boca es mi única ley,
tu boca de dulces y miel.

Tu boca que sin prisa besa
y me apasiona
es la cárcel de fuego de tu aliento
que enciende mi boca
y hace que mi cuerpo se desborde
en un sentimiento puro y callado
que se pierde en mis adentros
para estallar en tu cuerpo
y gritárselo a tus sentidos
para que así terminemos unidos
en un grito de pasión
que sólo escucha nuestra piel.

Besos esquivos,
quisiera yo,
amado,
tus besos esquivos de aliento
de cerezas elocuentes,
de labios frescos,
almíbar,
ciertamente,
quisiera yo tu beso fugitivo.

Tus besos son de noche
aún más ávidos y ardientes
y nuestros labios cavan en la aurora
un espacio del gran besar nocturno.

Un beso no esquivo te pido a ti,
mi amado amante,
para el fuego que viene
en mis entrañas encendido,
por tu boca mi ruego escucha
para que mi razón de vivir
no grite por sosiego
y mi corazón clame
por otro latido
al sentir tu beso ausente.

Besos esquivos,
los busco,
los persigo,
surgen en mis poemas de amor
para que viajen hasta tu alma
y despierten en ti
la dulce estrella de la pasión,
ojos de luna,
corazón suave y tierno
que me dará sus besos de miel
y así las venas de tus sentimientos
se abrirán como un jardín florido.

Mi dulce amor,
espero tus besos esquivos,
sin ellos la vida no tiene sentido,
te has convertido
en mis poemas eternos,
mi luz,
mi inspiración…
Cuánta lucha y dolor…
Lágrimas,
poemas,
desafiando la razón
y resistiendo distancias
y tiempos.

Hoy pintamos poemas,
plasmados de besos,
adornados de abrazos,
caricias, susurros, fuego…
No hace falta pluma o papel
pues nuestros cuerpos hoy…
se convirtieron en lienzos...

Besos esquivos,
ya no más,
hay besos que pronuncian
por sí solos
la sentencia de amor condenatoria,
hay besos que se dan con la mirada,
hay besos que se dan con la memoria.

Quiero besos silenciosos,
no esquivos,
sí nobles,
sinceros,
no enigmáticos,
sí besos que se dan
sólo las almas verdaderas
y sentidas.

Quiero besos
que arrebaten mis sentidos,
misteriosos,
que dejen en mi alma
mil sueños errantes y perdidos,
besos perfumados,
tibios que palpiten en íntimos anhelos
ya que parecen azucenas por sublimes.

¡No más besos esquivos!
Quiero besos que en mis labios
dejen huellas como un campo de sol
surcado por un amor verdadero y único.