Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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martes, 31 de mayo de 2016

Quimera

Vuelve a mí


Vuelve a mí,
no desaparezcas de mi vida,
no rompas los sagrados votos
de amor
que nos unían.

La vida tiene altibajos,
penas,
ilusiones,
desgarrantes dolores,
pero también,
amor,
gozo,
placeres infinitos.

Vuelve a mí,
te has convertido
en parte de mi historia
y vivirás por siempre
en mi memoria.

Regresa a mí,
a mi vida,
porque juntos venceremos
obstáculos,
derribaremos muros,
abriremos cauces nuevos,
escalaremos montañas
para ver el ocaso
en el rojizo horizonte
y destellará en nuestro derredor
un símil de paraíso.

Vuelve a mí,
mi alma te está esperando
haz el viaje completo,
del silencio de tu ida
al silencio de tu regreso.

Pasarás
sin siquiera darte cuenta
por alfombras
de diseño de amor.
Cambia,
cambia de vuelo
y vuelve a mí,
como la ráfaga del enjambre
bajo la tormenta.

Vuelve a mi umbral
para colmar los huecos
que fragua la nostalgia.
Regresa paso a paso
por los aires,
como un equilibrista
en un tablón de nostalgias,
desde la encandilada transparencia
como un fantasma al revés.

Mi soledad está hecha de ti
lleva tu nombre
en su versión de piedra,
en un silencio tenso
donde pueden sonar
todas las melodías
de tristezas y lágrimas
que crecen en los bordes del recuerdo.

Vuelve a mí,
dejaste mis puertas abiertas,
me abandonaste de pronto,
como alguien que vislumbra
que jamás se vuelve.

Mi soledad me inundó,
mis poemas de amor
se perdieron en la noche oscura
y en las noches de tormenta
me producen
espejismos misteriosos.

Vuelve a mí,
no llenemos el cuenco de los años
con un agua del olvido
quiero sentir un canto
huracanado de dicha
por estar a tu lado, borrando,
con un trozo de esperanza raída
ese adiós que escribiste
con sangre de mis sueños
en los cristales de mi existir.
¡Vuelve a mí
y ámame otra vez!

Dime quién eres


Dime quién eres,
tú, el desconocido, el misterioso,
que susurra a mi oído
palabras muy intensas,
poesías sentidas

¿Existes realmente?
o eres sólo mi imaginación
que me hace pensar
en ese momento instantáneo y mágico

Dime quién eres
tú, el seductor que juega
con las palabras,
las enlaza, las estrecha, las completa
con emociones fuertes
que hacen vibrar el alma
de esta mujer poeta
en esos instantes breves, únicos
tiernos, necesitados.

Dime quién eres,
tú, el que inspira la creencia de que en verdad
tus palabras susurrantes fueron ciertas
que existieron en el aire tibio
de una tarde única 
cuando el mundo se iluminó al escucharlas.

Dime quién eres,
tú, el que escribió breves palabras de amor
porque al leerlas las creí verdaderas
pero que para ti eran simples palabras
escritas sin otro fin que demostrar
que tú eras, en verdad, el hombre que yo esperaba.

Dime tú, el que desapareció en la nada,
en lo ignoto de lo desconocido,
en un mundo irreal para mi,
dejando una estela detrás de tí,
una estela de añoranzas, de esperanzas vanas,
de tristeza con calor sin sol.
Te has ido y no sé si para siempre,
dejándome entre emociones truncas
e inquietudes profundas que hacen que mi vida
no vuelva a ser la misma,
la de ayer, la de los ayeres del pasado
hasta el minuto en que nos miramos a los ojos.

Desconozco tu mundo real,
sólo pienso en nuestro encuentro breve,
leve, irrepetible, sin tocarnos,
solo mirándonos con todo nuestro ser sensible
en esa única mirada.

Dime quién eres,
¿qué sucedió entre nosotros
en esos minutos mágicos ?
¿Por qué la vida entre sus redes,
tejió con brillantes ovillos de nada,
nuestro encuentro en un día que no
esperábamos que sucediera?

Dime tú, quién eres
que buscas, tan solo seducir
para transformarte en el numen,
la inspiración de poemas de amor
que nacen de tan sólo pensarte,
de imaginar que todo fue verdad
y que algún día todo lo sucedido
volverá a surgir en nuestro existir
 sin amor.

Crónicas de amores vividos


Crónicas de amores vividos,
dormidos en el dulce rincón
de los recuerdos guardados.
¿Por qué volvéis aquellos,
tristes y olvidados
a la memoria de placeres perdidos?

Amores vividos en ayeres de ayeres,
en el hoy,
en el ahora,
los quiero porque sus alas sobre mi sien,
flotaron, yo sé lo que me hicieron sentir,
yo sé lo que me hicieron soñar,
todas las vibraciones
y latires que sentí en cada segundo
en mi laúd con sus cantares.
Crónicas de amores vividos,
historias inolvidables,
imborrables de mi existir.

Mi mente se abre
para que los relatos me salven
de una soledad infinita
que se despliega en un abanico romántico.
Las prosas poéticas de amor
que me inspiraron en mi vida esos amores,
las que dejaron huella,
las que me marcaron
con sólo nombrarme en mis labios,
se hundieron entre las ruinas
de algún idioma inmerso en la Tierra.

Crónicas de amores vividos
que me hacen cantar ebria de dicha
y de emoción cuando pronuncio nombres,
fechas, lugares,
minutos, segundos,
vividos cada uno con total intensidad.

Mi espíritu todo se envuelve de luz
como una aurora y su resplandor rosado,
mis amores vividos,
se hacen realidad,
plenos de místicos aromas
acallando toda pena,
mitigando todo afán.

Crónicas de amores vividos
que por haber vivido
encienden el sol
como lámparas de cegador rubí
y en mi paraíso de cristal
y agua mil besos me buscan,
acarician mi piel,
descubriéndome toda,
lentamente,
sin temores ni dudas porque mi cuerpo impar,
tenso y desnudo
ya no se hará visible más
que para el único amor verdadero.

Y creo que me aman,
alguien ya sabe que existo,
que puede estrecharme entre sus brazos
y que por eso lo amo.
Crónicas de amores vividos,
así la vida pasa feliz entre las flores,
los cantos y fulgores de intensos amaneceres
sin que se enturbien los sentimientos
en su diáfana transparencia,
el no tener mañana
como no se tuvo ayer.

De las fugaces dichas las palabras,
las ideas,
las prosas como emblemas
van a las hojas de cada flor,
se van a su perfume,
se dispersan en cantos,
buscándote a ti,
el que hizo palpitar y vibrar
mi corazón con todo su ardor.

Y entre un gran humo de pájaros cantantes,
el relato de mis amores,
entre las brisas se alza y asalta
su magnífica vastedad.
Siguen el reflejo del agua en playas virginales,
sin reposo,
porque el mar se resiste,
ola tras ola a que se escondan
las huellas de los cuerpos.

Crónicas de amores vividos,
quien va a dudar de las historias que dejaron signos,
deslizándose entre las leyes más antiguas
que los dioses abrieron en la tierra,
los gozos,
las dichas,
los placeres.

¿Quién va a dudar de esa verdad tan clara
en las antologías en todos los idiomas
que el amor tejido
entre coronas en noches invernales
es lo más perfecto y deseado del mundo?