Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




Haz click para ver los videos de mis prosas poéticas.


domingo, 27 de octubre de 2019

Los días del fénix


Inquietud

 

Inquietud porque el temor,
 la duda me acechan,
de que los poemas de mi mundo mágico
 desaparezcan insólitamente,
 sin saber por qué.

Ellos emergen
en un momento perfecto
como el principio de mi vida,
en tropeles avanzan,
se entrecruzan, se deshilvanan,
caen al vacío del papel en blanco
con su destino: que lleguen a tus manos.

Inquietud,
mis lágrimas errantes
entre mis versos peregrinos
que abren la puerta del amor
entre la afanosa y perdurable angustia
que como ala es canción
y me estremece el alma
al temer ser herida y lastimada.

Inquietud, por tus desdenes,
la guardo clavada en mi espíritu
como cruel espina perfumada,
amante de la rosa.

La guardo cual amado tesoro,
en mis desvelos
cuando para mis líricos consuelos
irradian desde lejos mis versos,
tu alborada
para llenar de palabras de amor,
 tu memoria.

Inquietud de amar
 que con versos y cantos
será notoria por hacerlas
 nosotros la sublimación de nuestros anhelos.
No importa que se alargue nuestra espera,
sin prisas viviremos en la gloria.

Inquietud fugaz y pasajera,
quiero mirarte cara a cara,
 viéndonos en lo que somos,
brotando desde las dichas cumplidas ayer,
la dicha futura llamándonos
y otra vez la vida se siente
como un sueño trémulo
entre pimpollos florecidos de alelíes,
campanillas azules, rosas, amapolas,
 enredaderas de vida de un existir pleno.

Siente vibrar el amor dentro de mí,
¿Dónde se habrá guardado la estrella mía,
mi cristal ambarino de centelleante color?
Inquietud de que tú, amor,
no existas en mi vida
y esta ternura que ciñe mis hombros,
que entolda el oro de mi corazón
 me colme de pena.

¿Adónde buscaré el agua
si sólo conozco el eco de la fuente?
La noche me niega su torso de aurora
y voy extrañada, perdida, anonadada
 al mundo en que tú estás
trocando el aire azul
en búsqueda por el cielo
donde estás tú, mi amado.

No queda mucho tiempo, todo cambia.
¿No sientes inmensas huestes de besos,
de resistencias, de porvenir en las manos,
de arrebatos y de calmas?
Inquietud de que perdamos el segundo fugaz
de encontrarnos,
porque allí, detrás de los besos,
de las miradas, del gozo sin forma,
están y seguros,
nuestros mutuos sentimientos esperados,
esperando,
defendiendo en penumbra
 lo felizmente encontrado.

Lluvia de amor

 

Lluvia de amor
que va cayendo en mi corazón,
 lluvia que resbala por los cristales
en gotas de agua dulce
que recorren hasta el último de los rincones,
provocando divinas sensaciones
que se estancan
en mil sentimientos interminables.

Se convierten en un vuelo
de palabras blancas que mojan,
 lentamente, el alma.

Lluvia de amor,
eres el espíritu de mis amores,
eres esperanza y razón,
eres lluvia fresca en mis manos,
eres quien busca los sueños
vestido de estrella,
 eres lluvia frondosa del cielo,
 sol que irrumpe detrás de las montañas,
aire que levanta,
que da fuerza y vida al amor.

Tan convencida estoy
de tu gran transparencia,
en la que vivo,
de que la luz, la lluvia, el cielo,
son formas en que te esquivas,
vaga interposición entre tú y tú.

Nunca estoy sola
mientras la luz del día ilumina tu alma
 o cuando al encenderse las estrellas
me van diciendo palabras que tú piensas.

Esa gota de lluvia
que cae sobre el papel es
como una difusa flor de azahar
que tú me envías
 desde donde vives.

Eres esas pequeñas gotas
de sentires y relámpagos
que poco a poco va calmando
 en finos diamantes
la tormenta del alma,
 empapando cada espacio
de los corazones enamorados.

Eres agua pura
cuya presencia engalana,
caricia divina salpicada de sonrisas.
¡Qué siempre llueva, lluvia fresca del alma
y al final deje un arco iris!
Lluvia de amor para el corazón,
 lluvia fresca de brisas y amores,
en besos ardientes y caricias suaves.

Lluvia frondosa convertida en amor.
A través de la lluvia
me llegas tú,
entre gotas frías
que acarician mi rostro,
llenas de armonías las siento,
cierro mis ojos
mientras lentamente te pienso
y lentamente te siento.

Románticos pensamientos
 llueven en mi mente,
atrapando la lluvia un sinfín de sensaciones.
Yo sólo te sueño, amor mío
y te siento conmigo
mientras la lluvia cae…
en su húmedo y romántico velo
que me suaviza…
como brisa de terciopelo
recordándote y haciéndome feliz
en este ensueño bello
como las gotas que caen
 en el cristal de mi ventana.

Volver a ti


Volver a ti,
quiero entrar más adentro de la espesura
de mi vida para aprender despacio y sin apuro
a buscarte donde te dejé
cuando mis naves desgarré sola
 en la playa dejando en ella
tan solo mi huella borrosa.

Gritando tu nombre en mi silencio hondo,
vuela a lo alto para que llegue a ti,
mi amor es tuyo
y en mi voz se sentirá
una lágrima de nostalgia.

Volver a ti, vienes hacia mi,
me enseñas recuerdos
en los que nos entregábamos uno al otro,
me haces señas
con las delicias vivas del pasado,
invitándome.

Me dices desde allá lejos
que hagamos lo que quiero,
unirnos al pensarte
y entramos por el beso
que me abres.

Volver a ti, ya, en este instante del hoy,
no quiero separarme más de ti,
de esa gran transparencia de ti en mi.

Siempre estarán abiertos en mi ser
albergues vastos, mínimos,
donde guardarte
y así podrás volver a mi,
a mis celdas de la memoria y sus llanuras.

Volver a ti como canta el río
en la sed del silencio
y el anhelo y como lenguas de fuego
se consumirán al estar juntas
nuestras formas fundidas
en el tiempo inagotable.

Aprieta mis deseos con tu pasión de viento.
El sol será mañana un plato de lujurias
 y tú serás mi boca y mis manos
 quedarán desgajadas de rocío
al sentirte otra vez junto a mí.

Volver a ti, desgrana como antes
 el gris de tu mirada
sobre mis ojos
y desprende mi angustia
de mi alma toda
haciéndome sentir tu abrazo
 de sentimientos hondos y mansos.

Eres y seguirás siendo
en mis días de tormenta
la claridad que brillante atraviesa nubes
 y en la placidez del agua
alegras mis días sintiéndote mío.

Volver a ti,
cabalgando en vientos de perfume
y oro para consumir
tus besos de mariposas y miel,
haciendo brotar en mi alma parca
todo mi amor pleno.

Quiero que como lentas gaviotas de porcelana,
planeen sobre mi cuerpo ansioso
tus manos de blancas sombras.
¡Qué sensación tan profunda
surge de mi alma!
Vuelve a mi,
escucha mi grito desgarrante
que nace desde mi piel y mi sangre.