Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




Haz click para ver los videos de mis prosas poéticas.


jueves, 12 de enero de 2017

Porque te amo


Perfumes y sabores del amor


Perfumes y sabores del amor,
ha pasado mucho tiempo…
pero parece que fue ayer,
aun sigo sintiendo
ese calor y ese fuego,
como si estuviera
en un verano ardiente.

Todavía tengo impregnado en mí
el sudor y el perfume
que cuando ardías en el fuego del placer,
gota a gota,
fue embriagando
cada rincón de mi piel.

Perfumes y sabores del amor,
mi boca guarda el sabor a miel
que dejaste con tus besos,
sedientos de pasión,
traspasando cada molécula de mi cuerpo,
hasta lo más profundo de mi corazón.

Dulce la miel que tu panal emana,
cuando en silencio,
y con enorme gozo,
libro tu sexo,
amor, en la mañana,
y te siento crecer en alborozo,
provoca en mí también,
cuando palpita,
un temblor similar a los volcanes
que embelesa
y sacudiéndome,
excita a mi boca a hacer desmanes.

Con música de acordes exquisitos
que aparentan no estar,
una suave brisa me conmueve
y me provoca placeres infinitos.

El dulzor contenido en tanto amor,
tan agradable,
perfumes con sabor a burucuyá,
ananás maduros,
limones dulces,
palta suave,
duraznos aterciopelados.

El amor mana por los sentidos.

Perfumes y sabores del amor,
me encantan los perfumes,
colores y sabores de mis versos
inundan mi alma de amor.

Pasear por el camino del amor
es hacerlo por el mundo de los sentidos.

¿A qué huele el amor
cuando estoy enamorada?

Me huele a vino y a rosa
con un perfume de sándalos,
me huele a día y a sol,
a primavera y verano,
a yerbabuena y a pinos,
con aromas refinados.

Y cuando miro
y descubro tu presencia a mi lado,
un arcoíris se enciende en un espejo azulado
que conforma tu mirada,
tus mejillas y tus labios
que sonríen tu alegría
en este sueño dorado.

El olor de la esperanza
siempre es el más deseado,
pues es la sal de la vida
lo que yo siempre he soñado.

Soliloquio de amor



Soliloquio de amor,
cuando llega la noche no sé qué decirte…
A veces tengo para tí
un par de palabras
mas tus interminables silencios
me dejan cual témpano
que sale del infierno.

Soliloquio de amor,
a veces me quedo sin pronunciar tu nombre
y entonces tus palabras,
cual fardos, me apabullan,
hasta dejarme sin aire
y se ahogan mis deseos
en solipsismos eternos.

Soliloquio de amor,
a veces sin silencios ni palabras
doy vueltas en la cama
y me siento como escarabajo,
al abismo que cae del eco.

Soliloquio de amor,
monólogo triste y solitario,
evocando los sentimientos profundos
del amor que por tí sentí.

Es ahora tan sólo un recitando
conmigo misma,
una parte, un parlamente completo
de insinuantes recuerdos perdidos en el ayer.

Soliloquio de amor,
en su espejo doble de pupilas,
ella es la tierra tejida
en rúbrica espiral de raíces.

Él es el viento
y sus inacabables potros de conquista.

Mueve el follaje de sus manos
el chisporrotear de estirpes
aún dormitantes en la bronca sed
de sus propias semillas.

Soliloquio de amor,
los espectros amantes son estatuas
que el mar no distingue.

Su beso es sucesión de un sueño
rodado en líneas de arena,
una playa donde Dios
olvidó sus húmedas siluetas.

Soliloquio de amor,
en los prados de tu huerto,
a la luz del plenilunio,
se moría cada flor en cada palabra
y concurriendo a una extraña complicidad de infortunio
en el rosal de mi vida,
se deshojaba el amor.

Soliloquio de amor
que me dan todas las lágrimas del mar.
Mis ojos están secos
y yo sufro unas inmensas ganas de llorar.
Estoy triste
porque nuestros mustios corazones
nunca estarán juntos.

Soliloquio de amor,
monólogo triste y solo
como un incipiente retoño de flor
en un camino sin sendero.

Perturbación



Tus palabras perturban mi alma,
me estremecen toda
como si un intenso temblor
de la Tierra,
me sumerja hasta el último todo.
Cuando escribes,
no eres una mujer,
eres un paisaje para ser admirado,
mi imaginación se trastoca
y voy
casi sin darme cuenta,
hacia ti,
amado amante.

Enredo mis sentimientos,
en tu boca,
porque no pude darte el beso,
que trémulo
e inquieto
jugaba en mis labios.

Perturbación total
mi corazón, aún en la distancia
late muy aprisa
pensando en ti,
confundiendo
mis sentimientos
de no enamorada
en sinceros anhelos de encontrar
fuegos en mis versos
y en los tuyos.

Me confundes
cuando al susurrarme
musa floreciente,
afirmas que nuestras almas
se fusionaron
con esa fuerza estruendosa
que es el amor.
En mis ojos, sí,
encontrarás el destello de luz
de una mujer apasionada
que la proyecta en una sola mirada.

Perturbación,
sí, perturbación
de que alguien,
sin siquiera tocarme,
piense en mí
al leer mis poesías
sensuales y románticas.
Sí, es cierto,
soy un manantial de ternura,
de amores profundos,
inolvidables,
que sabe que
en alguna parte de este planeta
alguien piensa en mí.

Escribo,
perturbada mis poesías
cargadas de pasión y sensualidad
como una mujer
luminosa y transparente
como un sol,
como tú me veías.
Soy una musa distante
para alguien que como poeta
escribe al amor
por estar enamorado de la vida
y como yo,
siente que el verbo de la vida es amar.

Me perturba tu pasión lejana,
floreciendo mi alma
en estruendosas flores
del campo del amor.
Pienso que algún día,
hoy,
mañana,
en otra vida,
nos despediremos con el beso
que sigue jugando en el aire.