Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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lunes, 24 de junio de 2019

No te vayas


Detén el tiempo


Detén el tiempo,
en un lapso preciso donde tú y yo nos amábamos.
Tiempo, detente…
y devuélveme todo lo que te has llevado.

La tarde ha terminado
y con ella mis ilusiones han volado hacia el infinito,
quiero irme cuando decline el día,
en altamar y con la cara al cielo
donde parezca sueño la agonía y el alma,
ave que remonta el vuelo.

Ya no estoy contigo,
te has ido para no volver
y no quiero recordar los últimos instantes
en que éramos uno en dos.

Detén el tiempo,
quiero volver a vivir el cielo y el mar a solas contigo,
sin voces ni plegarias sollozantes,
como el majestuoso tumbo de las olas.

Tiendo mis brazos en todas direcciones
para ver si te encuentro,
abro mi pecho acústico para oír tus palabras
que lleguen a mi corazón sonoro.

Pero tu voz no llega.
¿Dónde estás?
¿Por dónde pasa el río tembloroso de tu imagen?
¿Dónde estás?
No te encuentro.

No capto tu huella de luciérnagas
y me quedo en la noche oscura
con mis rígidos brazos esperando.

Detén el tiempo con tus manos
y así pensar en este amor para siempre,
el estar juntos,
el estar amándonos
y así tu detienes la noche con tus caricias,
tus mimos,
tus abrazos cálidos y desgarrantes
y volveremos a ser lo dichosos que fuimos.

Este amor que siento por ti
es como el mar,
se ve el horizonte,
pero no se ve el final
y por eso detén el tiempo
en tus manos acariciando mi cuerpo,
juntos, muy juntos,
mirando hasta ese horizonte sin final.

¿Sabes tú que el tiempo
es como el fuego ardiente de felicidad?
Este dulce amor que en mí nació,
fue cuando te vi
y nuestros corazones en coloquio interminable
se hablaron de nuestro amor,
de lo mucho que nos amamos.

Los días son nuevos en cada instante
cuando en tus manos el tiempo lo detienes
y tu sonrisa reflejada en tus ojos
como brillo mañanero me hace soñar despierta
con los ojos abiertos sintiendo paz en mi corazón.

Soy una llama de amor,
muerta de amor en lecho entibiado,
pasto de celo en huerto clausurado,
alma que tus flechas han percutido.

Detén el tiempo,
no permitas que quede en una isla encallada y sola,
hambrienta de amor,
ya que tu cuerpo por pábulo reclama.

¡Ven pronto a mí!
Haz que las distancias se muevan como alas
y amémonos hasta el fin.

Mensajes sin destino


Mensajes sin destino,
flechas en el aire,
poemas de amor que he ocultado
en un lugar secretísimo para no ser encontrados
ya que sólo por ti están inspirados.

Son frutos nacidos del amor
intenso que por ti siento
ni están apegados a ningún estilo.

Fluyen del río del tiempo,
se empapan escondidos en sus aguas
y la flauta que los acompaña haciéndolos vibrar en mi interior
se vuelve poco a poco reticente y opaca.

Mensajes sin destino,
ayer quise gritar en una alud de palabras
las prosas de amor
guardadas para abrir causes nuevos
y derribar murallas,
pero no pude,
fue un imposible deseo.

Ayer mis ojos acertaban distancias
y como un remolino dos brazos
giraban desbrozando malezas.

Mensajes sin destino,
piernas y corazón con los versos de amor
apuraban su marcha ora explorando amores,
ora andando comarcas,
buscándote sin cesar
para entregarte mis mensajes de amor.

A todos pedía por ti
y algún sueño prometía mi flauta,
no el sueño que se sueña,
sí el sueño que se arranca de la tierra renuente.

Un mar de letras impresas te quieren encontrar
son frases de amor que sólo para ti las escribí
y en las que me interné con todo mi amor
y el fragor de llegar a tus brazos
en una marejada leal y pura.

A veces te busco en el jardín florecido
que me llama cuando en rosas,
jazmines y geranios estalla o verdea,
modoso en la paz de su grama.

Mensajes sin destino,
los envío cantando bajito sin ahondar las pisadas
con un dejo de gozo
para que lleguen a ti mi amor amante.

No quiero penas ni dolores,
sí sueños a mis espaldas
para que absorban mis tormentas
y tan sólo compartir contigo mi bienamado
mis bonanzas y mis prosas de amor.

La flauta está en su estuche y la espalda en su vaina
porque espero que mis mensajes sin destino
lleguen pronto a tu noche como un libro fiel
que cuenta mi espera ansiosa y vibrante.

Mensajes sin destino,
van por un mar terso, sin oleaje,
en un mundo como de sueño
en un eterno recomenzar para que se oculten,
no queden o se pierdan en la nada.
Mensajes sin destino,
viajan en el silencio,
en el viaje completo de proezas musicales
en los confines del paisaje.

En mi voraz silencio grito mis mensajes
para que se alcen hasta el cielo
en una gama de colores
en las que las palabras se entienden
una vez más a sí mismas.

Mensajes de amor,
no se oculten ni en un veraz espejo
muestren las palabras de amor
que mi numen siempre inspiró.

Quisiera que estés presente


Quisiera que estés presente
con el color de tus ojos o tu voz o tu risa.
¿Lo sobrenatural nació quizás contigo?
Hoy estoy pensando en ti…
como lo hice ayer
y lo haré mañana.

Mi mente repite tu nombre,
mis labios lo gritan,
mi cuerpo extraña el calor de tu cuerpo.

Te extraño,
extraño el sabor de tus labios…
Extraño la caricia de tus manos.
Quisiera que estés presente,
aquí a mi lado…
Quisiera poder besar tus labios
y tomar tu mano.

Pero no puedo,
no estás presente y te busco
en una búsqueda incierta,
inasequible, eterna,
jugando con nosotros a será o no será.

Sé que te encontraré,
estaré siempre al acecho en las altas madrugadas
por si cruzases por mis soledades
entre alas invisibles que se cruzan
y envuelven mi cuerpo esperándote.

Quisiera tenerte a mi lado
en el frescor de mi cuerpo enternecido
donde la hierba se siente ya iniciada
entre musgo verde y recién brotado,
entre la sombra de los sauces inclinados.

Quisiera que estés presente
y te entregaría un poema de amor
como puñado de agua límpida,
entre un espejo agradecido
donde acontece tamizada la tarde.

Estaré contigo agradecida
de tenerte entre mis brazos
pero es ardua la empresa,
la curva se endereza y pienso
que sin acertar el rumbo
ni la escala estaría mi cuerpo contra el tuyo
en la alta luz que con ímpetu
resbalaríamos en nuestro nido de amor.

¿Cómo apresar la sosegada llama
que te entibia los ojos?
¿O el frenesí que tu mirar proclama
cuando se incendia pródigo de rojos?
Quisiera que estés presente
desvivida por besarte
y mi piel en este estío enamorado
tiembla como adolescente enamorada
y hasta mi corazón multiplicado,
arde entre las ramas del cerezo.

Hollo mi memoria en una espera cotidiana,
corriendo por mis venas mi amor para ti consagrado,
ajena a la honda espera que el tiempo riguroso sazona.

De repente,
llegaste,
como llegan las nuevas
que sacuden las entrañas,
tiembla el aire,
temblamos los dos tan sólo con mirarnos,
empañadas nuestras voces,
quebradas nuestras alas sólo sonrisas y cantos,
besos sin fin
hundiendo nuestras cabezas confundidas
entre nuestros regazos.

Quisiera que estés conmigo siempre
ya que hambrienta de tu amor estoy
y mi cuerpo puro y casto
te reclama fatigando mi corazón y mi respiro.
¡Quiero vivir los besos
con sensación de retorno siempre!