Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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viernes, 15 de enero de 2016

Tarde invernal


Rutas de mi alma


Rutas de mi alma,
Recorren mi interior zigzagueantes y palpitantes,
haciéndome sentir conmigo mismas
en cada lugar recóndito y secreto.
mi alma señalada por huellas del pasado
Y del HOY,
pasan ligeras al son de repiqueteos leves y temblorosos,
mientras haya trasluces en las tinieblas,
claridades en secretos,
noches que lo son apenas.

Rutas de mi alma,
Susurros de estrella a estrella
entre palabras de amor que esperan,
invenciones, clareando en cada amanecer de poemas
que surgen del interior
mientras vengan por senderos jubilosos y florecidos.

Alma sonora de la armonía de flotantes alas,
sonriente y alegre y del silencio azul en las etéreas alas,
te busco a ti mi amado amante
en todas mis rutas del alma.

Rutas de mi alma,
Si algún día descubriera que mis cantos,
poemas, frases, olvidara o perdiera,
en la calidad primavera del verso…
mi numen me inspiraría,
Tú mi amor que se acercara pronto.

Rutas de mi alma,
Me enamora lo azul, vuelo al espacio
con las alas de todas mis canciones
para ser entre nubes…
radiosas ilusiones.
Así si ha de caer, en pleno vuelo…
se sentirá mi corazón gigante volar…
iluminando la amplitud del cielo como una estrella errante.

Rutas de mi alma,
Llévenme al lugar misterioso y oculto
donde esta mi amor esperando al ser humano,
único y veraz que me ame hasta el infinito.

Rutas de mi alma,
visiones que afloran si cesar
cayendo en la fantasía con audacia inquieta,
buscando los poemas de amor
en el rojo esplendor del amanecer.

Rutas de mi alma,
vericuetos sin fin
laberintos mágicos,
que me conducen hacia ti
mi amor eterno.

Soliloquio de amor


Soliloquio de amor,
cuando llega la noche no sé qué decirte…
A veces tengo para tí
un par de palabras
mas tus interminables silencios
me dejan cual témpano
que sale del infierno.

Soliloquio de amor,
a veces me quedo sin pronunciar tu nombre
y entonces tus palabras,
cual fardos, me apabullan,
hasta dejarme sin aire
y se ahogan mis deseos
en solipsismos eternos.

Soliloquio de amor,
a veces sin silencios ni palabras
doy vueltas en la cama
y me siento como escarabajo,
al abismo que cae del eco.

Soliloquio de amor,
monólogo triste y solitario,
evocando los sentimientos profundos
del amor que por tí sentí.

Es ahora tan sólo un recitando
conmigo misma,
una parte, un parlamente completo
de insinuantes recuerdos perdidos en el ayer.

Soliloquio de amor,
en su espejo doble de pupilas,
ella es la tierra tejida
en rúbrica espiral de raíces.

Él es el viento
y sus inacabables potros de conquista.

Mueve el follaje de sus manos
el chisporrotear de estirpes
aún dormitantes en la bronca sed
de sus propias semillas.

Soliloquio de amor,
los espectros amantes son estatuas
que el mar no distingue.

Su beso es sucesión de un sueño
rodado en líneas de arena,
una playa donde Dios
olvidó sus húmedas siluetas.

Soliloquio de amor,
en los prados de tu huerto,
a la luz del plenilunio,
se moría cada flor en cada palabra
y concurriendo a una extraña complicidad de infortunio
en el rosal de mi vida,
se deshojaba el amor.

Soliloquio de amor
que me dan todas las lágrimas del mar.
Mis ojos están secos
y yo sufro unas inmensas ganas de llorar.
Estoy triste
porque nuestros mustios corazones
nunca estarán juntos.

Soliloquio de amor,
monólogo triste y solo
como un incipiente retoño de flor
en un camino sin sendero.

Vientos de amores nuevos


Vientos de amores nuevos
que se deslizan por mi piel,
dándome caricias dulces,
tiernas,  aterciopeladas.

para mi blando corazón
que necesita mimos, besos,
y signos de amor.
Vientos de amores nuevos,
me buscan y me persiguen,
se mueven como alas batientes
por todo mi cuerpo estremecido,
llenando toda mi alma enternecida
que sólo siente el amor nuevo
que hace tañir con campanillas de cristal
mi cuerpo entero.

Ayer acaricié  los vientos
de amores nuevos, uno por uno,
buscando el verdadero, el único,
el que me hiciera estremecer de amor.

¿Es aquél? ¿O aquél otro?
¿O éste que se acerca suavemente?
¿O el que en silencio de amante, roza mi piel?
Mis vientos de amores nuevos
hacen remolinos con mis dos brazos
que giran como aspas perdidas,
desbrozando malezas
o blandiendo una causa.

Vientos de amores como mariposas
que vuelan en el aire de la mañana
besando las flores
y llevando a caminos desconocidos
el polen dorado
que es filtro de esperanza.

Vientos de amores nuevos,
que como remolinos, confluyen
en todos mis raudales.
Miles de ojos que no se alquilan,
desde mi cabeza, miran hacia abajo
lanzando grandes lagrimones
que purifican mi cuerpo
para esperar el amor nuevo.

Vientos que velan mi vida
y frente a ellos, aprendo lo que soy:
un momento de esa larga mirada
que te ojea desde hoy,
desde ayer, desde mañana
Vientos paralelos en el tiempo,
me protegen, me cuidan
siento sus caricias.

Vientos de amores nuevos,
que entre giros
enlazan hilos de encaje.
¡Son una clase!
¡Son mi rumbo!

Me conducen entre peregrinaciones
a amores nuevos, tiernos, verdaderos,
arriban a mi cuerpo traslúcido
ya que llegan hasta el alma
y se quedan a mi alrededor
para que el hallazgo sea al final,
trémulo de dicha
para que encuentre al otro lado,
su cuerpo,
el del amor,
último y cierto.

Ese, que inútilmente
esperarán las tumbas.