Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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jueves, 28 de noviembre de 2019

El amor y el aire


No me preguntes nada


No me preguntes nada,
Sólo ámame como tú sabes amarme
Y yo te responderé con igual intensidad.

No me preguntes nada,
Abrázame,
Necesito todo de ti,
Soy ese amor secreto a oscuras,
Soy un fantasma en tu vida,
Que siempre se desvanece en el aire.

No me preguntes nada,
La noche está por comenzar
Y soy tu amiga, amante de la oscuridad.

No me preguntes nada,
Soy toda tuya, abrázame con la luz del alba,
Debo partir dejando entre tus brazos mi existir
Y si alguien te pregunta por mí,
Le dices que era un sueño irreal y mágico.

No me preguntes nada,
Nuestro amor creció entre los dos
Con una pícara sonrisa
Y creció diariamente con un dulce entretenimiento
Cosquillante, con ansias de estar juntos.

No me preguntes nada
Pienso en tus caricias
Y tus caricias corren hambrientas
Sobre mi piel dormida.

No me preguntes nada
El silencio me trae tus ojos de perlas
En oleadas temblorosas de viento y humo
La esperanza de que vienes pronto, muy pronto.

No me preguntes nada
Y el silencio me trae el murmullo de las olas
Las oleadas del viento
Los anhelos de que vienes pronto.

No me preguntes nada
Pienso en tu sonrisa, tu sonrisa está conmigo
Esta clavada en mis ojos por siempre
  
No me preguntes nada
Me niego a despertar
No quiero ver la soledad detrás de tu perfume
Que se niega a partir.
Ayer acaricie el pétalo de tu nombre
¡¡ Que extraño fue!!

Quisiera ser


Quisiera ser
en este existir del Hoy
Como una mariposa, o libélula, o un colibrí
Para libar en las flores su fragancia exquisita
para que tú puedas sentir
el aroma en mi piel, en cada poro,
para que sientas que mi cuerpo es tuyo para siempre.

Quisiera ser en tu vida,
algo más que un instante,
algo más que una sombra
y algo más que un afán
o tan solo un recuerdo constante.

Quisiera ser en ti mismo
una huella imborrable
y una sola verdad.
Palpitar en tus rezos
con temor a abandono,
en todo y por todo
complemento de ti

Quisiera ser para ti
un gozo inmediato,
pasmo que se acerca,
la frase más difícil,
la penúltima,
la que lleva,
derecho,
hasta el acierto,
perfección vislumbrada, siempre nuestra.

Quisiera ser una red infinita
de caricias y besos,
pero no una costumbre de estar cerca de mí.

Quisiera ser en tu vida,
una pena de ausencia,
un dolor de distancia
y una eterna amistad plena de amor.
Algo más que una imagen
y algo más que el ensueño
que venciendo caminos llega,
pasa y se va.

Quisiera ser el llanto en tus ojos
y en tus labios la risa,
ser el fin y el principio,
la tiniebla y la luz
la tierra y el cielo…
Y la vida y la muerte.
Ser igual que en mi vida
haz venido a ser tu.

Quisiera ser de ti
aquel suspiro callado,
ese grito en silencio
que se oculta dentro de ti.

Quisiera ser tu sombra incansable
para estar eternamente junto a ti.

Quisiera ser en ti el aliento,
el crepúsculo en tus noches
y tu nuevo amanecer.

Quisiera ser en ti,
el agua que recorre tu cuerpo lentamente
y adentrarme hacia tu alma
por los poros de tu piel
y fundirnos en un mismo fuego,
ser un solo cuerpo,
una misma esencia,
hasta el fin de nuestra vida.

Amor sin dueño


Amor sin dueño,
quiero que mi alma se eleve hacia lo alto
entre suspiros entrecortados y anhelos de amar
con total intensidad haciendo palpitar el corazón
con ritmos placenteros
y sin ansias ni afanes,
sin que un ser me esconda entre sus brazos
y no pueda sin límites amar hasta el infinito.

Necesito que mis armoniosas
y pequeñas risas y lloros en flor
se congreguen al son de las alas
de mis sueños.
Mis frases,
mis estrofas de amor,
son nubes que flotan
y para ello hay que tener luz de estrella
para iluminar mi vida
en silencio plácido y sin fin.

Amor sin dueño,
quiero ir por veredas
de la tarde perdida y sola,
sin sentir el cercado de ramas
que quieran encerrarme
con trabas ni cerrojos.
No quiero que nadie pase por mi mente
como un aire domado con ramas verdes
que cercan mi sosiego.

Amor sin dueño,
no se atreva ningún ser a entrar
en el plato sonoro de mi silencio
queriendo quemar
la llama hirsuta de mi frente
como un ave de marfil en primer vuelo.
No quiero ser un pentagrama vacío,
me quiero llena de notas
que palpiten en mi alma
encontrando los versos,
las prosas,
que abren las alas y vuelan
levantando un remolino de cadencias
que como ecos lejanos llegan
a horizontes cercanos.

No deseo que mi corazón de poeta
sea un rojo sol prisionero,
quiero sentirme libre para amar
con todo mi espíritu por doquier,
aquí, más allá, lejos,
en infinitos espacios.
Necesito cruzar el éter
dormitando en el silencio blanco
de la luna llena
o como en potros de llamas
cabalgar en los cometas.

Hundirme libre en el mar
o bajar libre al abismo
donde la luz no penetra
y donde millones de ojos me sorprenden
y contemplan,
son los diamantes
que el gnomo amontonó
en sus cavernas.

Amor sin dueño,
vuela, corre, descansa,
se lo coge a puñados como al mar
y cae sobre las almas que me rodean
en un sueño eterno sin despertar ya más.

Suelto, escapado va,
sin que se sepa dónde,
sí pisando los cielos que miramos
o bajo el techo que es la tierra nuestra,
inasequible, incierto,
eterno jugando a existir siempre
y a su paso en las altas madrugadas
unas alas invisibles lo golpean,
lo llaman, lo necesitan,
es el amo seguro que se cierne
volando a ras de tierra
para todos en un enamoramiento total de la vida.