Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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sábado, 17 de octubre de 2015

Adiós amor ausente


Desde el fondo de mi alma


Desde el fondo de mi alma
escribo para ti,
 mi amado amante,
siento fluir mis versos,
mis frases, mis estrofas
al pensar en ti,
es un canto que perfuma
y ese perfume canta
 todo el amor de mis sueños.

Cada estrofa es una nube
y para flotar en ella
hay que tener luz de estrellas
y corazón de querube.

Desde el fondo de mi alma
tu sensualidad que me llega sin tocarme
 me despierta
 como gotas de rocío al amanecer.
La inspiración más pura,
fluye para escribir ideas,
 frases, palabras,
dando vuelo a mi todo.

Algunas estrofas
que aparecen en esas hojas en blanco
hacen que mi corazón se asombre,
las quiero por audaces
porque sé que en mis anhelos
hay horizontes
para los mundos y los cielos.

Desde el fondo de mi alma
surgen los versos fugaces,
cubiertos de diseños
en las puntas de las olas
alumbrando mis intentos
entre curvas, más curvas,
se inician dibujando mis anhelantes ideas.

Desde el fondo de mi alma,
 los monosílabos van diciendo
en la arena sin huella,
 más, más, más, más
y el propósito se dibuja
en prosas poéticas.

Los deseos
de hacerte llegar mis versos
convocan desde las honduras,
 descienden del firmamento,
 luces, sombras, brisas, vientos, cristales
que son espumas
surtidoras de amores y de palabras.

Como fugitivas centellas
rebotando en sus reflejos,
van cayendo de a poco
en hojas sin estrenar,
hojas de la orilla
que se acercan
con el seno de las olas, tiernas,
llegan tibias al papel
al gran taller del gozo, feliz,
de hacértelos llegar a ti,
mi amado amante.

Desde el fondo de mi alma,
tan blanco como la espuma
trabaja mi pensamiento,
 bosquejando entre haces de luces,
entre resplandecientes afanes,
los versos de amor
que velando están en puro juego
en un ardoroso buscar
la plenitud del acierto.

Desde el fondo de mi alma,
 te busco a ti,
mi inspiración.
¿Dónde vives, solitaria misteriosa?
Por hallarte mi alma no reposa,
vuela y vuela bajo el cielo
y sobre el mar.
Y tan solo como un sueño
que se esfuma,
 ve un revuelo de tu clámide
en la espuma,
ve en los astros
tu dulcísimo mirar.

Pálidamente y en secreto
los versos responden y aparecen
desde lejanías o de frondas
 donde se habían guarecido
y en las estrofas
van los sones brotando
 como pasos de visiones
que conmigo
 los estuvieron buscando.

Mar de lágrimas


Mar de lágrimas,
inunda mi rostro frío
colmado de sal,
tristeza infinita
que se arraiga en mi alma
porque tú no estás a mi lado.
¿Cuál es la razón de llorarte tanto, amor?
La desazón de mi espíritu
me lleva a llorar
a orillas del mar
en noches serenas y cálidas.

Y lloré un río de lágrimas
hasta quedar exhausta
y sin sollozos.
Mis heridas y dolor
se han ido ya
con las lágrimas,
me siento vacía
esperando el mañana
que me traerá un nuevo amor
verdadero,
pleno de cariño
y ternura.

Mar de lágrimas,
en mi corazón todo lo que existe,
ahora,
es sólo el dolor del duelo
basado en la nostalgia
de un amor pasado
como humo en el viento
por el amor perdido.

Mar de lágrimas
que como gotas de sangre
migran a mi corazón
fluyendo
a través de la ventana del alma
con mis rotas emociones.
Son sollozos de un sueño
de un amor perdido
y que nunca pude encontrar
en una búsqueda eterna de ti,
mi amado,
mi pasión única.
Mar de lágrimas,
mensajes silenciosos de esta vida,
columpiándose en un dulce retraso
de un morir que no perdona.

El destino se estremece
en la punta de una rama
cuando al pesar de la gota
hace inclinarse a la hoja
ya casi rendida.

Mar de lágrimas
en un puro silencio
se deslizan suavemente
con su gran menuda carga,
de tanto y tanto cristal celeste,
de gotitas de dolor
y aflicción.
Mas no me doblego,
no me rindo,
me yergo
y me alzo entre luces de diamantes,
en volandas me voy
en búsqueda del amor soñado.

Morir, vivir,
equilibrio estremecido,
son pausas entre vida y muerte
creando en mi entorno
ondas de paz.
Tantas lágrimas perdidas,
tantas huellas en mi piel,
ya no rompes mi silencio,
nada es igual que ayer.

Mar de lágrimas
no puedo permitir
que el mundo gire
en el recuerdo,
puedo desafiar la oscuridad
y vivir entregando mi corazón roto
a quien no cree en el amor.

Volveré a pensar en el sueño
que por ti abandoné,
en un renovar de alegrías
y gozos
mi vida se tornará feliz
y placentera
entre soplos de aires cálidos
en torno a ondas de calma.

Mar de lágrimas
entre brisas frescas,
el alma siente
que pasa por ella algo nuevo,
es el sendero a un nuevo cauce
con un gozo nunca sentido,
un verdor,
una alegría,
unas estrellas
y un río
que me lleva
a un nuevo mundo de amor.

No estar contigo


No estar contigo,
 te desviaste
de la senda
 en la que yo te estaba buscando.

Te entreví soslayadamente,
 intuí tu venida,
te esperé con todas mis ansias,
mi cuerpo entero
clamaba por ti.

Viniste hacia mí
raudamente
como relámpago de luz
 iluminando mis mares internos
y te internaste con alegrías,
con ternuras
y deliciosas caricias
como un pájaro
picoteando un campo pleno
y fecundo
de semillas estremecidas
de ser encontradas.

Tu llegada
duró sólo instantes,
ya no estoy contigo
y te extraño tanto
que mi corazón se estruja,
vibra,
palpita
y se anega de lágrimas
 largas,
interminables,
la desilusión me colma
y los pesares
inundan mi alma
que confundida
y estremecida
no puede comprender
 los por qué
de estos tan sólo instantes
de felicidad total
y pródiga.

No estoy contigo,
no lo estaré nunca más
en esta vida del Hoy,
ni del mañana.

Mi afán ciego
por creer
 en tus promesas de amor
 no me dejaron ver
que ibas a ser
en mi camino
sólo una estrella fugaz.

Bañaste mi alma
de luz por un instante
y como un cometa raudo
y veloz
su estela
dejó marcas indelebles
en mi cuerpo
y en mi espíritu.

Contigo
 sentí el perfume
y la suavidad
de una flor recién abierta.

Suave curva
la entrega de nosotros
como pájaros
que en busca de lo soñado
hacia todas partes vuelan
 ensayando todos los cantos
de las aves
 que toda la Tierra pueblan.

No estar contigo
es sentirme
como colmena vacía,
sin zumbidos
ni latidos
 ya que mi alma está seca,
es como hundirme
en un mar de dolorosas tragedias,
me hiciste mal,
me hiciste bajar
a un abismo
donde la luz
no penetra.

No estar contigo
es sentirme atrapada
en un laberinto
de verdes follajes
donde los pájaros
 no responden
 y en un intangible ensueño
lejano
donde las flores
se esconden.

Y así
 dejaste mi alma triste
y abatida
viviendo
sólo en la bruma
donde mis ilusiones
se pierden.

Te pienso
y te retrato fiel
sobre el heliotropo
del crepúsculo
 idealizándote
con ímpetu alado.

Sólo eres ahora
 un triste recuerdo,
 un tesoro no conquistado,
un espejo
donde no se reflejan
 nuestras imágenes.

¡Vete ya!
 ¡No regreses!
No me encontrarás
en la inmensidad del tiempo,
ya eres una saeta
que se perdió
en el azul cielo.

Para ti
escribí los versos de amor
que no llegaron nunca al papel
 que los esperaba
con ansias
entre el olor de tomillos
y de madreselvas.

¡Qué dolor a mi pecho se derramó!
 Voy en busca
de la lluvia que limpia
y rejuvenece mi alma
e ilumina mi rostro
con una sonrisa
para el nuevo amor
que se acerca.