Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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jueves, 21 de febrero de 2013

Magia de un día


Desafíos


Desafíos, la vida nos enfrenta en cualquier instante en nieblas rojas de fulgor metálico a sucesos que nos provocan profundas penas y congojas sin fin.
Aspiramos sin darnos cuenta ráfagas asfixiantes de mudo asombro ante retos que creímos no provocar y que como dagas de filoso filo se clavan en nuestro corazón.
¿Cuál es la causa? ¿Qué provoca tanta desolación, tanta crueldad, tanto dolor?
¿En qué lugares secretísimos y ocultos se escondieron la solidaridad, la confianza, la amistad, la ayuda mutua?
De entre las sombras surgen provocaciones inesperadas que rondan y avanzan hacia nuestras almas y como truenos errantes retumban con salvajes estampidos en nuestra paz interior quebrada con parpadeos de miedo y pesar.
Desafíos, a veces en minutos, un desplante, una provocación sin causa justa hace que nuestro firmamento cruja, se desquicie y la noche de una sombra oscura se hunda en nuestros ojos en tinieblas.
Desafíos, querellas inútiles, episodios tristes, incidentes falsos que causan una honda de fuego en nuestro espíritu antes pleno de amor, de recogimiento, de gratitud a la vida.
Son instantes de bravatas no merecidas que como racha glacial toca nuestra frente llenando los espacios infinitos.
Desafíos, litigios que avanzan bajo el soplo de un viento huracanado que sacude los árboles de la vida, caen los pájaros muertos de los nidos, vuelan las ramas, los ramajes rotos y nuestro espíritu sufre y se mezcla con fantasmas aturdidos crujiendo sordamente el dolor que nos provoca la ira, la desazón, el alarde inaudito.
Desafíos, nuestra alma humana herida de amargura necesitará otras manos para curar su pena cubierta de mentiras difamatorias y soberbias en un alarde aplastante.
Pero la esperanza poco a poco retorna a nuestro espíritu, de nuevo el rayo entre las nubes vibra, surgiendo de entre las hojas luces brillantes proclamando la verdad y el amor profundo.
¡Por fin, desde la altura, de un cielo azul profundo, las estrellas de cándida hermosura, llenas de compasión y de ternura dejan caer sus luces sobre el mundo!
Desafíos, caerán débiles y medrosos a hundirse en oscuros huecos de secretos ocultos y la fe se elevará segura en su dulce amor a la vida, en un fulgor de alboradas con música de brisas de nuevas primaveras.
Así las almas como estrellas errantes iluminarán la amplitud del cielo entre ilusiones de un vivir de amor que se cubre de poesías en nuestros sueños serenos y anhelados. 

Cálidos crepúsculos


Cálidos crepúsculos, junto a tu lado, frente al mar, el horizonte cuajado de mil colores polifacéticos nos envuelve en su magia de espejismo, de visiones que nos transportan a nuestro mundo de dos, hundiéndonos lentamente en la inmensidad del cielo.
Cálidos crepúsculos, admirable naturaleza, siempre la misma y diferente, maravillosa de belleza, renovada constantemente que nos sumerge en oleadas de pasión frente al sol anunciando su poniente bajo la celeste amplitud.
Estos momentos imborrables son fuente de inspiración de poemas de amor y manantial de ritmos y cantos y los versos como tesoros escondidos surgen en estas tardes de escarlata.
Cálidos crepúsculos, denme a beber la poesía en el raudal de meditaciones sin fin como salmos que desbordan cielos y tierras.
El himno al amor todo lo ennoblece, todo se agranda a sus clamores, el firmamento resplandece, la tierra se cuaja de flores.
Cálidos crepúsculos, hay en su grandeza, ternura que fulgura, armonía que se potencia en segundos apenas y los versos vuelan con las aves, los rumores de los ríos.
Es la hora del amor, retornan a los nidos, las leves golondrinas, sus alas son dos mimos flotantes en el viento, los bosques se adormecen y velan las colinas, es el momento del recogimiento y del silencio profundo surcado por suspiros apasionados.
Poco a poco, puéblense de sombras el ambiente y levántanse del fondo de nuestras almas los sagrados sones de nuestro amor descendiendo por diáfanas escalas a nuestros cuerpos temblorosos de pasión.
Cálidos crepúsculos, como música con ritmos sin fin, son instantes que la ilusión guía, la tarde apaga sus colores y los astros encienden sus lumbreras, nuestros corazones palpitan y vibran al unísono en un total arrobamiento de confidencias y secretos íntimos.
Parece que flotamos en una suave cadencia entre el cielo y el mar, nuestros pies no son pies, son alas de aves, bajo el fanal errante de la luna que despacio asciende con su áurea luz, espectral y hermosa, dilatando el paisaje que nos protege, nos cobija como un temblor de encaje.
Luna que comienza a alumbrar nuestro camino, vago y blanquecino hacia nuestro nido cálido y embriagador de dichas supremas.
Cálidos crepúsculos, luces que el cielo envía como poesía ardiente en el atardecer nostálgico, conduciéndonos entre bellezas de luces al encuentro de nuestros cuerpos que se buscan con ardor y entrelazan entre hilos de ternura, contemplando absortos la imagen del cielo unida a la forma de la Tierra.

Soledad de a dos


Soledad de a dos, aislamiento de dos almas que estuvieron unidas en el ayer lejano, ahora en un desamparo triste y melancólico, lloran llantos de tempestades.
En noches solitarias, en el pasado, unidos formaban un solo ser, de a dos, unidos por lazos que parecían indisolubles pero el tiempo los fue diluyendo en la nada, quedando los espíritus en un total desamparo y de sombras se anegaron, de tristezas y penas.
Soledad de a dos, el tedio pesa y el silencio flota, despertándose dolores y hondas congojas que parecen eternas como la flor desprovista de perfumes, ya que es la que más prolonga su existencia.
Soledad de a dos, sólo subsiste proyectos, proyectos arrumbados y corazones envejecidos y mustios.
Lenguaje de congojas que en las heridas de los pechos mora, escondido en lugares secretísimos que descienden a lo hondo de las almas.
Y entre las sombras voces se escuchan, leves, tenues, que dicen: ¿seguir?, ¡si no se llega!
Ya que seguir es luchar, ¡qué inútil lucha!
Ya nunca más existirán los besos, aquellos dulces y tiernos en las frentes, en las manos, en los cuerpos, aún sin ser tocados, se dormirá profundamente ese mago azul de la mentira.
Soledad de a dos, ¿qué persiste de todos los lirismos cultivados en esta hoy claridad abrumadora, sólo frialdad de sentimientos, aislamiento extraño entre dos seres que siguen juntos, entrelazados en la red de inercia del vencido y acabado amor.
Soledad de a dos, el ensueño y la melancolía, encienden los sueños donde la lucha diaria y ardua agrandan la existencia para sobrevivir juntos en un temblor de anhelos no cumplidos y esperanzas truncas.
Entre ambos se alza la copa de la amargura, una antorcha incierta de una luna yerta, errabunda y muerta, sólo existe una luz exangüe que devana como en un telar de encuentros y desencuentros la tristeza humana.
Soledad de a dos, que en una perenne inquietud encierra el deseo total de ser soledad de a uno para llegar al interior consigo mismo donde mora la felicidad del alma.
Soledad de a dos, luz agonizante, que busca sin poder encontrar el sentido del existir en esta vida del ahora, llegando a contemplar como en un espejo sin luz la tragedia de ser tan sólo uno sin estar frente al otro.
Y es de esperar en vano empeño en un intangible ensueño viviendo sólo en la bruma que en una falsa ilusión se crea para continuar en un mañana sin futuro.

Dulces palabras


Sendas hacia ti


Sendas hacia ti  travesías inconmensurablemente largas, soñando con verte frente a mí en una sed de tenerte a mi lado.
Desde un tiempo lejano, como una querencia, un ansia de volver a ver, a verte, a seguir contemplando aunque sea tu sombra.
Sendas hacia ti  caminos entrecruzados, paralelos, anchos, angostos, los necesito para llegar hasta tu presencia y acurrucarme entre tus brazos.
Si no encuentro el camino, mía es la falla, toda canción está en él, isla ignorada, esperando a que sepa cómo cantarla.
Sendas hacia ti  misteriosas, impenetrables, obstruyen mi visión y tu presencia se diluye a lo largo de mi vida.
Estoy detenida en el grave concierto del otoño, escuchando cómo los violines agitan un mar de hojas, en la trocha exacta donde nuestros caminos del existir se encuentran y tú llegaste con una breve sonrisa de alegría disipando por instantes las neblinas que envolvían tristemente mis huellas transitadas hacía ti.
Sendas hacia ti  polvorosas en todos sus costados por mi pasar de prisa llamándote angustiada a mi lado.
¿A dónde alargar mis pasos?, no quiero sentirme extraviada en estos silencios del páramo de mi camino, quiero recibir la señal, el signo que me conduzca aún por un instante a estar entre tus brazos.
Sendas hacia ti  son espejos del recuerdo con aromas de tomillo y madreselva que de sus piedras, tierras, roquedales, a mi pecho se derraman.
Mis pasos resuenan en el sendero silencioso, solitario y se pierden en la cinta del eco enredada entre los árboles.
El camino sin ruido revela su gris monotonía si no me conduce a dónde tú te escondes y continúo con mis pasos cansinos buscando la raíz de los quebrantos por estar lejos de tí.
Sendas hacia ti  perdida estoy para siempre si no te encuentro, sin sentir el cercado de tus brazos y sigo tras tus huellas en el ramal entrelazado de senderos umbríos y misteriosos.
No quiero que seas en mi presente el recuerdo de un día ni dejes en mí huellas que marcaste en mi cuerpo y espíritu.
Sendas hacia ti  ¡sensación de retorno!, pero, ¿de dónde, dónde? ¿En cuál de las travesías de nuestras vidas nos encontraremos?
¿Cómo, el encuentro?, ¿con besos o llantos?
Nos hallaremos a tientas, con las manos, con los gritos, con los besos tibios y dulces que antes el vacío besaban en el camino en el cual te buscaba.

Te amo como eres


Te amo como eres, tú, el verdadero amor que das de ti todo tu ser sin maledicencias, ni egoísmos fatuos.
Se siente tu ausencia cuando te alejas al no sentir el cercado de tus besos y es entonces que te llamo hasta quebrar mi voz y en segundos al no tenerte a mi lado te llamo y en instantes me derramo en llantos y sangra mi corazón.
Te amo como eres, dulce, tierno y el silencio nos une, nos hace latir, aún más los sentidos que laten en los embates que el tiempo desafía entre cenizas y ruinas.
Contigo floto en movimientos lentos y suspiros me envuelven como alas de aves en un rítmico volar de dulces sueños, son el máximo resplandor de que existe el amor entre los dos.
Quiero que sepas que eres la luz de mi vida, esa voz que a mi alma alivia y esa sonrisa que de alegría me llena…
Tú eres mi inspiración, hoy, mañana y siempre, mi númen, danzan enamoradas las palabras, las frases de amor en un revuelo de letras para caer en las hojas que esperan por ellas, para que tú las recibas como una ofrenda de mi espíritu inquieto e impaciente por estar contigo.
Amar es escapar el pensamiento en la fragancia del Edén perdido, amar es… amar es… amar es llevar clavado en el corazón un dardo celeste.
Te amo como eres porque nunca intentaste no dejarme volar y me brindaste sensaciones de libertad junto a ti, nunca me fustigaste, ni invadiste mi espacio, me amaste en la distancia y en el tiempo.
Y por ello yo te amo con la fuerza de los mares, con el ímpetu del viento, en la distancia y en el tiempo, con mi alma y con mi cuerpo, a puro grito y silencio, en la alegría y en el llanto, en el peligro y en la calma.
Te amo como eres, eres fuente de mi camino y me haces atravesar la dura realidad sin darme cuenta.
Sólo tú, amor mío, por eso te amo como eres, dulce bálsamo de vida, símbolo de pureza, inocencia y bondad.
Él es, clamaron mis sentidos, él es el presentido, el esperado, el que con su primer mirada adueñó mi corazón.
Toqué con tu amor los dinteles de la gloria, y en mi alma sentí latir el firmamento y alentar toda mi ilusión.

Todo está escrito



Todo está escrito entre los dos, con palabras de luz en nuestro destino.
No podemos desoír su voz ni su llamada pues el amor es suave lluvia de oro cayendo en la floresta de las almas.
Aún la melancolía en el amor nos convierte a los seres en poetas, surgiendo las más hermosas y sentidas melodías que se derraman por nuestros cuerpos como el río desborda sus almas en el mar, dejándonos arrastrar por la corriente de la pasión.
Todo está escrito, en los cielos abiertos van trazando los pájaros códigos de vuelos, las estrellas se leen con largas lentes claras que descifran el misterio de la vida, de enigmas alejados.
Las tierras más remotas con colores azules, verdes, rosas, entregan sus secretos en los mapas.
Y el pasado se ve tenuemente tan escrito en los ojos, en tus ojos, que son elegía o cántico que brotan desde un arco iris en el cielo.
Todo está escrito, tu nombre no se lee donde se lee, está en mi corazón enamorado y contigo la Tierra es el cielo del cielo y entre tus brazos no se sabe de qué profundidad viene el amor, lejana, sí de honduras de cielos o entrañas de la Tierra.
Todo está escrito, porque hemos pasado por la senda estrecha en los grandes zarzales de la vida, sin hacernos ni una herida ni sentir dolor ni pena.
Todo está escrito y cuánto más te acercas te siento despacito recorrer mi alma y entre árboles llenos de nidos va un raudal lleno de rumores dormidos en lechos de algas y de flores.
Y sobre la sombra nocturna del éter en la inmensidad la Luna, triste y taciturna, vaga en plena soledad, mientras nosotros nos acunamos entre abrazos tiernos y dulces besos.
Todo está escrito, los dos nos comunicamos en un abrazo sutil cuando los cristales duplican el blanco disco de marfil.
Todo está escrito, el tiempo río que huye y puede acontecer que cuando queramos proseguir, perdidos nos hallemos en las sombras de un remoto ayer.
Todo está escrito y un tropel de versos nos envuelven, son los versos que se agitan y rápidos se dispersan como musicales flechas, van en busca de las hojas, van para no volver a lugares misteriosos, sí  para volcarse en ellas.
Todo está escrito, seguimos un ideal que no se alcanza pero al fin, con toral esperanza, creemos que en un flotar suave, surgen, plenas de amor nuestras quimeras.