Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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viernes, 3 de noviembre de 2017

Me decepciono


Vendavales de dolor


Vendavales de dolor,
el viento se arremolina
a mi alrededor,
con densos movimientos
por el pesar que me envuelve
al darme cuenta de que te fuiste
para siempre,
me abandonaste aún
con palabras de pasión
diciéndome que me amabas
que me querías con toda tu alma.

Vendavales de dolor,
con mis manos temblorosas y a tientas
en la penumbra de la luz
de las velas encendidas
para que iluminaran
nuestro gozo y placer,
te busco inútilmente,
te fuiste sin un adiós.

La música que nos unía a los dos
ya no se siente,
se fue con el viento a horcajadas de las nubes
e incontrolada fantasía de amor.
Mis suaves y dulces poesías se escondieron
en lugares secretos de mi alma,
ya no son mas para ti.

¿Es que en unas horas
encontraste otros ojos en los cuales mirarte,
y otros labios para besar?

¿Cómo es posible que te hayas ido
despidiéndote con palabras tiernas de amor?

¿Eran fingidas?
¿Eran traicioneras?
¿Eran hipócritas?
No lo sé,
yo te sentí mío, igual que siempre,
amándote hasta el infinito,
sintiendo tu cuerpo junto al mío,
con el calor del deseo y del placer.

Vendavales de dolor,
sí, siento ira,
enojo, dolor,
pena, llanto,
desilusión,
desolación,
desespero.

Creaste en mí un vacío inconmensurable
en el que el amor se hundió en el abismo
del miedo y del terror,
de que todo esto sucedido sea verdad
y no fruto de mi portentosa imaginación.

Te sigo amando,
te esperaré hasta el final de mis días,
hasta que me alce en volandas de vuelos de aves
hasta el infinito.

No puedo olvidarte
y te pienso a cada instante
recordando tus palabras de amor.

La vida  cambiará,
lo lograré con tesón y anhelos,
buscando un verdadero amor
que no sea falso ni traicionero,
que sea verdadero y único,
llevándome a sendas de una nueva felicidad,
no en vendavales de dolor.

Un rincón de mi vida


Un rincón de mi vida,
allí estarás tú,
en un escondite en mi alma,
sólo y reprimido.
No quiero que golpees
con desesperación
la puerta de mi fantasía,
sólo dame el silencio
que me conlleva a un ritmo carismático
de soledad que ansía algo más.

Un rincón de mi vida
lo ocupas tú,
el que fue,
el que era,
el que nunca será
mi amor verdadero.

Tenías para mí
gotas de agua amarga
escurriendo por la pendiente del crista,
buscando mi fragilidad de mujer.

Quédate allí,
en el rincón más oscuro de mi vida,
así no mojarás
mis sueños con cada mirar.

Deja que mis minutos
se vayan de tu vida,
que mis horas no te busquen más,
que hoy me pueda esconder
en la casa de los días y mañana
podré emprender una huída
al lugar de los años
y no te tendré
más en el rincón de mi vida.

Mi ahora pasa,
sin ti vivo el hoy,
instantes de una supuesta vida
que se irán a la esencia
de un deseo de amor.

Recorro el valle de los recuerdos,
de aquellos remansos de tus dulzuras,
el dulzor de tus palabras,
aquel acento de tu voz
y me doy cuenta de que te extraño
pero es mejor
que pase el tiempo eterno
en un mustio alejamiento
y no te encuentre más
en el rincón de mi vida.

Te quiero en el rincón de mi vida,
no como sombra pareja
que me sigue apenas raya el sol.

Quiero olvidarte
en un impecable adiós
a un desconocido
en una oscura lámina
de un rincón de mi vida.

Eres ahora
tan sólo un charco mudo a mis pies,
te dejé en una estacada negrura,
cruzando concéntricas tinieblas
¡libre al fin de ti!
¡tu rincón en mi vida ya no existe!,
entreluces doy por fin
con el sendero que hollaré con fuerza
para encontrar aquel ser
que me dará su luz
y su fe para no vivir
condenada sin remedio
a tus veloces fechorías,
pasiones aparentes,
falsos besos.

Vuelco a mi blanca soledad,
blanca, inmaculada,
ajena a las falsas maldades,
malévolas  traiciones
y como leve hilo de vida
que renace en la noche vuelvo a ser yo,
conmigo misma inocente y pura
¿hasta cuándo?
no lo sé todavía,
hacia un hoy corro,
hacia un mañana
con toda mi alma entera y casta,
sin ti en ningún rincón de mi vida.

Y de a poco surgirán otra vez los versos,
las sílabas mudas,
se oirán desde la lejanía
y los poemas llegarán tejiendo amores,
reflejando edenes,
esperas no estrenadas,
caminos buscados en una palabra
que en el papel amanece
como una virgen radiante.

Herida de amor


Escuchemos juntos
una dulce melodía,
armoniosa que nos permita
danzar juntos con ansias
de seguir viviendo el hoy
hacia un futuro pleno de promesas.

Herida de amor,
mis pasos te seguirán buscando
como visiones de sones acompasados
y correré a regiones ignotas
en un pentagrama vacío que busca
y no encuentra sus notas
que en lejanías se esconden
y se guarecen
en frondas de tupidos follajes.

No lo entiendo,
no logro entender
como se puede herir de esta manera,
¿por qué después del sol radiante,
la fría noche se hizo eterna?
y él, en quien creí,
estalló como una copa
de fino cristal en mil pedazos
que impregnaron el aire
en un vacío irrecuperable.

Ciertamente prefiero
lo que parece ser amor
y dejarme cegar con tu infinita
luz que me consume.

Herida de amor,
cuando escucho tu voz
y mi corazón lleno de lamentos
comienza a golpear
aceleradamente mi pecho.

Quisiera tener alas para volar
y estar a tu lado
para acompañarte y apoyarte.
Cuantas más piedras
te arrojen más alto
haré mi pedestal de gloria para ti.
Lo importante es levantarse
¡fuerza!

¿Por qué siento que mi mundo
está apartado entre soledad
de soledades
entre mil noches sin lunas?

Herida de amor,
la lluvia desgrana
el gris de tu mirada,
mi angustia se prende
en cada gota agonizante.

Herida de amor,
tú me regalas el recuerdo de tus ojos,
plomizos y aleteantes.
Eres el fino aliento de la aurora
y un abrazo de sentimientos mansos.

Herida de amor,
eres en mis días de tormenta,
claridad que perfora nubes.

Herida de amor,
eres la placidez del agua
que en mi piel revolotea
y mi sangre te llama
y te siento mío para siempre.

Corazón con alas de ciudad.
Voz de horizonte y de queja solitaria.
Ojos de jacarandá
madurados en la nostalgia.

Herida de amor,
no quiero que el sol me despierte,
quiero seguir soñando contigo,
tu recuerdo y tu figura
las tengo en mis ojos,
clavadas como dos luceros,
te tengo a ti en mi alma
y prendido en mi corazón.