Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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viernes, 25 de marzo de 2016

Culpa

Sinfonías de amor


Sinfonías de amor,
 inolvidables,
 apasionadas,
en un instante
se vive toda una vida
 en cuatro movimientos
 lentos,
pausados,
rápidos
de forma de sonata
en el pulso interior de mi corazón.

Pueden ser breves
pero intensas
 y todo nuestro cuerpo vibra
y late
al ritmo del corazón.

Sinfonías de amor,
 llegan con un aire nuevo y fresco,
con un dulce y embriagante
sabor a fresas
en el borde de los labios.

Impacientes caricias
y largos frenesíes
recorren en inútiles esperas
nuestros espacios
y rincones del alma.

Sinfonías de amor,
de sueños que se realizan,
de imposibles
que no lo son,
momentos acuciantes
que nos llevan a tardes vagas
y estremecedoras.

Entre luces,
palabras
 y música de viola,
 nuestros cuerpos murmuran
el lenguaje del amor.

Sinfonías de amor,
cálidas y sensuales,
emotivas y sedientas,
entre movimientos entrelazados
 y besos trémulos
como cañas en la orilla,
 como rosas sin espinas.

Entre el gozo de mirarnos
y el regocijo de vivir juntos,
auroras nuevas,
florece en cada mañana
primaveras esperadas.

Sinfonías de amor,
de silencios compartidos,
de diminutas historias,
 de pequeñas frases,
 que nos sumergen
en un mundo de fantasía.

Nos reconocemos sin mirarnos,
encontramos nuestros caminos
sin equivocarnos
y nos confesamos,
mutuamente,
sin hablar.
Sinfonías de amor,
en azules ilusiones,
entre arco iris iridiscentes
de ternuras y de goces,
 brotan los más dulces
poemas de amor.

Nacen infinitas sonrisas
que dan gozo al alma
y forma al corazón.
De romántico manantial,
 emociones espontáneas
surgen sin cesar
entre exuberante alegría
y placer sin fin.

Sinfonías de amor,
nos elevan al ensueño
y el fervor de amarnos
nos convoca
a reconquistar minutos,
ávidos de ternura
y ansias sin límite,
nos cubren con gracias de ninfas
arrobadas entre besos y suspiros.

Sinfonías de amor,
juntos nosotros dos,
 llenos de inquietas esperanzas,
 llegaremos al gran término del ansia.
 ¡Vivir amando!
Que la luz nos envuelva
entre las horas del crepúsculo
cubierto con su manto.

Un suspiro,
dos suspiros,
miles al mismo tiempo
en una oda en alegro al viento
mientras el roce de las manos
crea un preludio a la conquista.
Sinfonía de amor
fusión de dos seres
en corazones con música.

Desilusión dolorosa


Desilusión dolorosa,
de a poco,
despacio,
sutilmente,
inundó mi alma
y con miles de saetas acrisoladas,
rompió la paz
y el sosiego
de mi alma.

 ¿Dime tú,
por qué debo sufrir
en cada instante de mi vida
dando sólo amor por doquier?
 ¿Cuál es el error
 que surge de estos sentimientos
 puros y profundos
que me embargan
y me desarman
en flores deshojadas por la tristeza,
la desilusión,
el desespero?

Como estrellas fugaces,
 en períodos menos esperados
 me golpean,
me hieren,
 me lastiman.
¡No quiero sentirlos más!
Mi vida necesita del amor  puro
y límpido,
sin mentiras ni falsedades.

Desilusión dolorosa,
 esos grises tonos oscuros
 de tormentas menos esperadas,
los rayos golpean mi alma
y me dejan agonizante y temblorosa,
miedos ocultos,
 afloran a mi piel
 y la verdad inconmensurable
y execrable
surge de improviso,
 aquel a quien amamos
con intensidad y pureza
nos clavó una flecha envenenada
en pleno corazón
y la sangre dolorosa
junto con la llovizna de lágrimas
que inundó mi cuerpo
me llevó a momentos de desasosiego
y desorientación.

¿En qué me equivoqué?
 ¿Por qué deposité mi fe,
 mi esperanza,
mi amor
en quien no lo merecía?
Éste mi amor puro
 se elevó tras el horizonte lejano,
dejando tras de sí,
sólo desilusión dolorosa.
Quiero encontrar el camino recto,
verdadero,
 duradero
y no fugaz
y falso
donde sea comprendida
en estos mil sabores
amargos y crueles.

Desilusión dolorosa,
 apenas en un segundo,
 mi espíritu,
 que libremente se elevaba
entre las nubes de algodón
 y campos de cipreses,
 cayó,
llevándose a su paso
marchitas flores de azafrán
y floridos vergeles
a la tierra seca,
cenicienta,
rojiza por la ira
y oscura por el desamor.

Desilusión dolorosa,
fueron tras de mí
 rumores falsos,
 envidias oscuras,
intrigas traicioneras,
buscando hurgar en mi alma
para que el sufrimiento aflorara.

¡No!,
¡no lo permitiré jamás!
¡Soy libre y feliz conmigo misma!
Mi espíritu vibra
al compás de música sincopada
y de palabras,
frases de amor
 hilvanadas como perlas de rocío
 en un collar sin fin
 de caracoles enlazados
por la espuma del mar.

Desilusión dolorosa,
se que como enigmas indescifrables
se irán de mi vida,
 afrontaré con actitudes enhiestas
 y verdaderas
el nuevo sendero abierto,
 florecido,
en el bienestar de un campo
de amapolas,
 abiertos sus pimpollos al cielo azul
y allí te encontraré a ti,
 mi amado nuevo,
que me traerá
 en sus manos cálidas
mi nuevo destino.

Desilusión dolorosa,
las esperanzas renovadas
 y límpidas
cerrarán las heridas abiertas
 y el olvido
que se acerca sin ser llamado
golpeará mi corazón
dejándolo límpido
 y claro
 como agua que golpea
 la tierra con desesperación,
 a veces
o con dulzura otras,
 sin tristezas sin fin,
ni fríos,
ni grises golpes,
sólo sueños
entre luces de amor
bajo la luz de luna
en el agua
con quietud y calma.

Desilusión dolorosa
que no impida mi vida intrépida,
 de aventuras continuas,
 rodeándome como un manto
de aterciopelados pétalos las ideas,
 las frases de amor,
las prosas poéticas
que dan sentido veraz
y feliz
 a mi espíritu inquieto
 y avasallante,
 pleno de ansias
de ser amado y querido,
sin límites truncos,
ni herrajes oxidados
por el tiempo,
 sólo aires tibios y dulces
donde flota  mi corazón
 entre aromas de pitangas,
burucuyá en flor,
 azahares volando en el viento suave
 llevando la buena nueva
de la llegada a mi vida
 emprendida sin sobresaltos
ni fatigas.

Desarraigada


Desarraigada,
su significado profundo y hondo
 hiere y lastima el alma,
 trastorna mi mundo interior,
confunde mis amores
en desamores.

¿Por qué me siento apartada,
alejada
del mundo que me rodea?

Soy una emigrante itinerante,
mi lar está fuera del real,
 mi imaginación me transporta
a un mundo
donde vivo dando amor,
 traspasando barreras,
cadenas,
prejuicios,
 críticas,
¿cómo no sentirme perturbada
al vivir desconectada,
descuajada
de la rama alta del ciprés
 verde y frondoso,
cima en la que creí vivir,
 levantando vuelos cortos
 y veloces
para regresar
al lugar que creí era amada?

La vida tiende sus redes
y en un instante
me siento dañada
pero, ¡ya no más!
No pueden arrancarme de la luz
que me conduce a un orbe nuevo
y maravilloso,
desprendiéndome de lo que el amor
 me hace escribir,
inundar páginas en blanco
 que me buscan desesperadamente
con ansias de volcar en ellas
mis inquietudes,
 mis sentimientos,
mis deseos de escaparme
a otro lugar distante
y vacío
 donde encuentre la paz ansiada
en mis ideas locas
de estar enamorada de la vida.

Desarraigada,
 desterrada de este mundo real
para  poder irme
al mundo mágico,
puro y límpido
donde nacen mis prosas poéticas vírgenes,
 sin causas ni porqués.

Desarraigada,
 me voy,
no tengo tiempo de volver a empezar,
de regresar a ese pasado
cercano y lejano a la vez,
 debo volver al hoy,
plenamente,
entre cielos azules
 y nubes de algodón,
entre desprecios de lejanías,
mares transparentes,
 turbulentos y calmos,
entre rojizas puestas de sol
en el horizonte lejano,
donde las nubes danzan
 a su alrededor,
en silencios y vientos calmos.

Desarraigada,
 ¿por qué ocurrió?
No lo sé,
son diferencias de vida,
de sentir el amor y de ser amados,
como ídolos de mármol,
duros,
impenetrables,
rígidos
y no con el corazón abierto
para dar lo mejor de mí,
de sentir cálidos sentimientos
y brisas frescas
y limpias en mi mente.

Ya me desprendí
de todo el manto de llanto,
ahora sólo correré tras la música,
las risas,
 las bellezas del verde bosque,
 el azul del mar
y los corazones tibios y verdaderos
que se me acercan
 y me acarician
con sus miradas dulces
y palabras tiernas
 buscando en mí
 el amor que aflora
sin saber por qué.

La pesadumbre se fue lejos,
no quiero pensar en los recuerdos
que me hicieron mal,
 busco la luz,
 quiero sentirme envuelta
en ese capullo que me protege
entre palabras de amor
 en mi ser entero
y que la alegría me invada entera,
 no sintiéndome desolada
y triste,
 si no plena de amor
para dar a raudales
por el mundo que me rodea
y lo quiere recibir.