Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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viernes, 22 de marzo de 2013

Sendas hacia ti


Paisaje lunar


Paisaje lunar, nos cobija y protege con su luz cenicienta y a veces, brillante que ilumina nuestro amor como alas de ángeles vibrando en el paraíso terrenal.
La felicidad nos acuna y en un marco de crepúsculos entre tus brazos tiemblo viviendo momentos sentidos en el umbral del hoy.
Sentirnos como realmente estamos, flotando en un espacio-tiempo misterioso… pero todavía mágico y cálido.
Paisaje lunar, luna de los mil deseos que el paisaje baña bajo su luz donde se refugian nuestras ilusiones y anhelos apasionados de un amor real con sentimientos sinceros.
Paisaje lunar en el que el viento sopla tu nombre y tu reflejo veo en la luna, sintiéndote mío.
¡Ay luna! que mis sueños alumbras, quizás pueda tu brillo alumbrarme y llevarme a lugares donde como flechas perfumadas escriba mis palabras, en poemas de amor que viajen hasta el alma de mi amado amante.
El sentir divino no admite temores, sustenta amores.
Paisaje lunar, bajo las costas de nuestros sentimientos a tu espíritu llegaron mis versos, mis palabras de amor, mis poemas mágicos que se abrieron como flores para ti.
Luna, que con sus rayos de plata iluminan con su luz infinita cada paso que hemos recorrido andando por tu senda señalada sin tropiezos y sin miedos y contemplada noche a noche por tus grandes ojos fijos deslumbrantes de pasión.
Tú, luna, luna de mis noches que iluminas el horizonte para contemplar las estrellas, abres caminos de luz cuando todo es oscuridad y vacío y me conduces al amor esperado.
Paisaje lunar, entre colores y mil deseos haces palpitar el amor entre temblores, gozos y pasiones, refugiándose las ilusiones entre clamores y besos.
Paisaje lunar, amor de luna, luz de mis amores buscando las sutilezas del que desde lejos me ama.
Iluminas los océanos de amor para que dándonos cuenta de que amarnos nos lleva a lo inmenso, lo más inmediato de lo inmenso es ese océano vibrante, brillante, pleno de vida.
Paisaje lunar, su influjo nos traspasa el cuerpo haciéndonos sentir el bálsamo de amor que acaricia nuestros corazones en un palpitar de emociones.

Embriágame con tu mirada


Embriágame con tu mirada, dame la fascinación de reflejarme en tus ojos de miel, necesito tus palabras de amor. ¡Ámame!
Sólo se necesitan miradas, caricias, suspiros para que las emociones se eleven hasta horizontes lejanos y el amor nos conduzca como dos seres únicos que vuelan al orbe infinito.
Embriágame con tu mirada, llévame al mundo que por doquier lucen los verdes, los rojos, los azules y el aire revolotea tibio, alegre, donde renace la vida clamando amor y temblando de emociones, a alas tendidas, reclamando un sitio para reposar y anidar, amor de ojos, de bocas, de manos, de alas y de vuelos.
Embriágame con tu mirada, enfrentemos juntos la naturaleza y la vida, las promesas y la realidad.
Llévame bajo tus alas, detrás del perfume de algún cielo y que esta felicidad soñada me acune temblando de emoción por tu mirada tierna y apasionada.
Embriágame con tu mirada, que como cegadora luz que nos rodea mis ojos son los que te miran para saber quienes éramos tú y yo: la luz de dos.
De dos, porque mis ojos embriagados por los tuyos sólo pueden verte a ti.
Ni recuerdos nos unen, ni promesas, lo que nos enlaza sólo entre dos, únicos dos, tú para que yo te mire y yo mirándote vivir podamos ver esa luz.
Que nuestro amor se encuentre en un lecho de rosas, sin heridas ni sufrimientos, ni dolores y si aparece la pena, sólo lo haga con aroma a conquista, un olor a gloria.
Embriágame con tu mirada, déjame sentir la paz en tu interior, manos llenas de amor, riqueza en tus letras cuando se oyen en el aire, aire que fluye llegando a mis oídos como notas tocadas en un piano que se sienten en el alma colmada de paz y amor, felicidad y alegría cada vez que en mis ojos tu mirada se aposenta.
Embriágame con tu mirada y como una flor no lejos de la noche mi cuerpo mudo se abre a la delicada urgencia del rocío.
Vida, mi vida, déjate enlazar de fuego, de silencio ingenuo y en un canto arrepentido vigía detrás de mis poemas, mirarme en tus ojos, sin miedos, para hacer de mí la ofrenda, el ramo que el viento abandona en el umbral.

Sol de mi otoño


Sol de mi otoño, amor con fulgores desde la colina de amapolas irradias la luz que seca las fuentes del llanto.
Y el sol salió en mi otoño, por tu sonrisa, tus palabras tiernas, los desconsuelos se fueron con tu amor aún en la lejanía que no puedo negar, que no puedo callar.
Sol de mi otoño, abriste los canales de mi alma sorprendida y dibujaste arabescos de color en mis oídos.
Cuando quise darme cuenta la vida había hecho volar el umbral de mis senderos, cuando el amor y la felicidad son una búsqueda permanente. su vuelo es inagotable.
Sol de mi otoño, vibro ante la ternura de tu mirada, soy fuerte ante tu tesón y fortaleza.
Soy tu amada amante que sueña despierta.
Amor de otoño que hace huir el ocaso.
Amor… ¿oísteis?... amor.
¿Acaso no ven como arde todo a su paso? ¡Himno de fuego que el sol levanta y amor que todas las cosas canta!
Sol de mi otoño, iluminas mi vida, eres mi consuelo y mi amparo, sin ti mi alma dolorida retumbaría en el tañir de campanas de duelo.
Sol de mi otoño, me liberas, mi espíritu vuela hacia ti en pos de tu amor, profundo y único, me llevas hacia la luz desde un tiempo lejano y me conduces a valles vestidos de fiesta cuando sus rayos doran las cimas desde el bosque umbrío.
Sol de mi otoño, amor que crece aún cuando en las frondas el viento ruge, gime y jadea y al rudo empuje, frágil la rama vacila y cruje.
Sol de mi otoño, ¡himno de fuego y amor que el sol levanta hacia el infinito para que podamos renacer al fin juntos los dos!
Sol de mi otoño, pregunto, ¿podrás curar mis heridas, la de los ayeres perdidos y llenarme de hermosas vivencias?
Tu sonrisa me devolvió la vida y tus manos despertaron los deseos de volver a amar.
Me abrazas y sueño con quererte, te acaricio y sueño con que me quieres.
Sol de mi otoño, vivamos juntos y oculto en secreto nuestro amor vivirá por siempre.

Pérfido corazón


Dos caminantes


Dos caminantes de la vida, tú y yo, juntos en un pedazo de cielo con vibraciones distantes y entre sueños envueltos en tules y mantos, caminaremos unidos hacia el más allá que nos espera, entre nuestras sonrisas que alegran la soledad ya ida.
Dos caminantes rodeados de blancas nubes vigías, flotando sobre el agua con luces encendidas que el amor arrulla.
Dos seres que sin mañanas, sin neblinas y sin misterios en tardes otoñales, silenciosos van, sin alas, por los aires como aves ligerísimas.
Dos caminantes, los que a su paso arrullan las oscuras golondrinas entre frondas verdecientes buscando una mirada donde el amor gozoso encuentra sombras bellas, gráciles que se deslizarán en su ruta, entre besos y escenas de colores.
Dos caminantes que viven el amor con la hermosura posible, entre tinieblas con las luces que esquivan.
Ya no más esperanzas perdidas en éste hoy, se ofrecen breves dosis de retorno a ilusiones ya idas.
Dos caminantes ansiosos de estar juntos, revoloteando por el aire sus voces apocalípticas con alas de profecía.
Dos caminantes que piensan y aman en el crepúsculo para alcanzar con suspiros el cielo y volar libres y danzar en un cortejo de besos rozándose casi sin tocarse, ya que en dulce tibieza, de a poco encender el fuego del amor en insaciables ansias de amar.
Dos caminantes que arrobados marchan paralelos al tiempo en un afán sin término para salvarse de no encontrarse.
Rodeados de esa luz inextinguible ya que el camino bordeado de estrellas los conduce a su lar, avanzando en claridades casi a ciegas porque la búsqueda es donación de la vida, entrega total, sin misterios, donde las preguntas retumban y los ecos contestan.
¡Amor, eres mi vida!

Dolor de amor


Dolor de amor, sentir que amé y nunca fui amada verdaderamente.
Poema de amor y dolor por no hallarlo y el alma llora, la mente se nubla, el corazón se hiela.
Dolor de amor, sentir que se te escapa la vida en un momento, sentir que todo en tu entorno se desgaja en mil ramas al viento y que con él se fue tu alma.
¿Vivir o morir, amar? ¿Qué es lo que te lleva a hundirte hasta los abismos más insospechados dejando de ser uno mismo, confundiéndose con la nada?
Dolor de amor, que te hace descubrir con tristeza que todo es pasajero, fugaz, leve y que el amor que yo siento es de un alma de poeta.
Dolor del alma, por este amor sin límites que me ha conducido como peregrina a altas cumbres ascendiendo sin saberlo al paraíso.
No despedidas, no resignaciones por el amor perdido, ya que tal firme sentimiento que tanta luz e impulso diera a mi vida no puede perderse en la nada. No lamentos ni llantos, sí recuerdos de un culminar que iluminará mi vida por siempre.
Dolor de amor, las palabras mudas quedaron en el aire ya no se siente el repiquetear de las letras en poemas de amor, buscan la luz, la alegría, el júbilo para aparecer y dejarse caer sin sombras de la realidad, en hojas apergaminadas donde la alegría y la felicidad florecerán otra vez, ¡y el amor!, el amor como una ilusión inundará mi alma nuevamente y ya no sentiré la soledad sin amor ya que dejará el dolor de ser una pálida sombra de la realidad.

Chispazos de recuerdos


Chispazos de recuerdos, vienen desde el ayer cercano, uniéndome a ti, apareciendo con tu voz susurrante que endulzó mi vida y que apretándome el corazón al derribar mis murallas tantas veces levantadas para no sufrir ni ser herida.
Chispazos de recuerdos, que como diálogos de nuestras almas en miradas atentas, sorprendidas, milagrosas, sorpresivas, consuelos y bálsamos que nos unen en una alianza continua, permanente, constante, sentida.
Chispazos de recuerdos, de carcajadas frescas que repercuten en mi memoria que dormida quedó desde que nos alejamos.
Te pienso, te respiro, te extraño y hasta siento la caricia del alma que tú mi amado una vez allí dejaste.
Chispazos de recuerdos que invaden mi mundo viviendo otra vez hora tras hora la dichosa vida de ilusión y pasión que me hará esperar siempre ese amor vivido.
No existe brevedad en el tiempo del amor cuando es recordado ya que fueron y seguirán siendo momentos únicos e irrepetibles.
Chispazos de recuerdos que dejaron en palabras escritas en las madrugadas cuando te pienso poemas hilados en pensamientos entrelazados.
Chispazos de recuerdos que como relámpagos en el aire en una tierra prometida colma mi memoria que se inunda de ausencia.
Pasan por mis ojos calles lluviosas que recorrimos juntos, labios que se besaron con pasión, voces que se colgaron de mis letras.
Chispazos de recuerdos que atesoraré por siempre desnudando mi alma para no olvidarlos.
Hoy, tal vez, sólo escuches en mis nostalgias solitarias y plenas todas las letras de mis frases de amor que atrás quedaron entre colores y risas.
Chispazos de recuerdos, siento en cada poro de mi piel tus caricias suaves y hoy empecé a llorar por fin y a cubrirme de entera soledad.
No existen los adioses ni las despedidas, no se pueden romper en mil azogues de plata lo vivido intensamente.
Chispazos de recuerdos del tiempo vivido no perdido en horizontes lejanos, sí sentidos para siempre, uniéndonos en una verdad imperecedera que será nuestra luz y nuestra guía en esta vida donde lentamente caminando por apartados senderos nos seguiremos amando hasta convertirnos en el mundo de dos.