Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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jueves, 2 de junio de 2016

Amor secreto


La lluvia y el desamor


La lluvia y el desamor,
miro a través de la ventana,
como cae gota a gota la lluvia,
que insignificante es una,
pero que apabullante son todas a la vez.
Pero en mí, cada lágrima que sale,
es más que toda la lluvia.
Son torrentes de emociones,
que caen cuando avivo tu recuerdo en mí.
Te fuiste, desapareciste de improviso,
a lo desconocido.
Una lágrima a la par de una sonrisa,
pues aún no se esfuma la dulzura de tu ser.

La lluvia y el desamor,
quien se tomó lejano a mi querer,
aunque te tengo a mi lado tu cercanía,
que muestra lo lejos que estamos,
caminamos juntos de la mano,
aunque con destinos diferentes.
Hoy la lluvia me recuerda lo frio
y tormentoso que es dejarte ir.
Cae la lluvia rompiendo el silencio,
el céfiro que anuncia el amanecer nocturno.
Cae la lluvia distante y dolorosa,
mojando la huella que espera, de tu planta.

La lluvia y el desamor,
la lluvia disuelta en besos incinerados,
promesas incumplidas.
Y tu recuerdo ahora, una herida blanca,
desangra el alma…
De mis labios borre tus besos,
tus palabras he olvidado.
Más mi corazón triste…
Te sigue amando,
siento mi deseo en una brizna de tu cuerpo.
Cae la lluvia, me gusta caminar en la lluvia,
para disfrazar mis lágrimas que brotan sin cesar,
un alma que llora y sufre la distancia, la ausencia…
La cruel tortura.
Hoy las gotas de lluvia resbalan por mi cara,
limpian el dolor que hay en mí,
quisiera quedarme aquí y recordarte siempre,
mi dulce amor del alma,
tú que diste luz y ahora me dejas olvidos de escarcha.
Viento, dile que me duele su distancia,
dile que mi alma llora, que se queda vacía y sin nada,
dile que su amor es todo para mi,
que sin él no tengo nada.
Bajo la lluvia dejaré que el agua me desgaste,
para volverme parte de algo. 

Volver el tiempo atrás


Volver el tiempo atrás,
nunca más , no quiero sufrir con tu presencia a mi lado,
ni un solo pensamiento de lo que fue mi vida contigo.
Te despediste sin un adiós,
el adiós viene de lejos, de muy antes,
largo, claro, lo sentíamos venir.
Mi cabeza esta inclinada,
pensando en el sufrimiento pasado.
Sin amor,  ¿ilusión, sueño?
Quieta ya, estás contigo misma.
Me desarmo como una nave deshilachada,
en penas.
Quiero volver al pasado, pero debo estar acá,
buscando escribir poesías de amor,
cartas sobre mi dolor y pasión,
frases que te erizan la piel.
Por su amargura y pensamiento sin forma.

Volver el tiempo atrás,
y estas cartas deshacían como telas en desuso,
como cenizas de la hoguera apagada.
El amor nunca perdona a quienes saben amar.
Se cobra su tributo, le pago sin demora,
con el dolor de la distancia… Y ahora.
La luna es una espada en cuyo filo duerme el amor,
ese amor ya perdido, al cual no buscaré más,
tu sombra de fuego enloquecido es ahora un fantasma,
sin asideros,
horizontes sin llegada.
Si éramos nubes yo volaré más lejos a las altas y grises,
tú volaras en remolinos a los algodones sin rumbo.
No quiero ni debo volver al pasado,
esté ya olvidado del todo.

Volver el tiempo atrás,
La tarde reclinada en el poniente,
cuelga en los bordes de la blanca nueve,
llevando mis plegarias y mi lloro.
Siento pena por tantos sueños muertos a mis espaldas,
Siento un dejo de lástima por ti,
mi amor ya ido a otros lares donde la maldad te rodea.
Tú ya no eres más mi respaldo, mi derecho,
eres el fin, mi revés, acabemos con esto por última vez.
No quiero saber más tu derecho y tú revés.
¡adiós! marcha a tu paso.
Yo iré al mío.
Trota mapas de tersa cartulina,
que yo galoparé mi desvarío,
para trocar un ya por un acaso.
¡adiós por siempre amado ausente!
me causaste mucha aflicción y pena,
pero ahora basta ya,
¡vete de mi vida!
¡vete de mis pensamientos que ya locos,
aun lloran por ti!

¡Adiós, amor ausente!


¡Adiós, amor ausente!
Esta es la última carta que te escribo,
ya volqué mis sentimos que eran del pasado,
en estas páginas en blanco,
que desahogaron, mis penas, mis emociones, mis dolores.
¡Ya no más!
Ahora estás en el pasado absoluto,
donde siempre debías estar,
envuelto en un manto oscuro del olvido,
entre tus mentiras y fracasos.
Ahora soy feliz,
cierro el capítulo doloroso de mi vida,
con estas cartas,
para que no regrese tu recuerdo nunca más.

¡Adiós, amor ausente!
Necesito paz, calma,
estar conmigo misma,
para escribir otra vez mis poesías de amor,
porque sigo enamorada de la vida,
el arte de vivir es amar,
amar a todo nuestros semejantes,
para que en el mundo desaparezcan.
la violencia , la guerra, la devastación.
No miraré más las huellas y el recuerdo,
no miraré al alma las sombras oscuras,
miraré bien la palma de mi mano vacía,
pero esperando otra que llegará pronto a acariciarla con amor.

¡Adiós, amor ausente!
he inventado esté amor sin tierra ni sin fecha,
donde posarse en mi canto feliz,
el gran amor en vilo, con mis labios impacientes,
esperando deseosa ese beso palpitante,
que me dará caricias sin fin.
Espero también esa voz cálida, seductora, densa,
más palpable del cuerpo que se acerca a mí,
para hacerme suya para siempre.
así mi amor esta libre, suelto
y puedo vivir sin  temor,
sólo con deseo de estar en los brazos del amor,
que me está buscando
y estrechar sin fin su dulce cuerpo pensado,
contra el mío.

¡Adiós, amor ausente!
Deseo vivir contigo mi amor invisible,
como signo puro, seña en besos, en presencia,
de lo que creí imposible,
de que tú mi nuevo amor desearas vivir conmigo,
hacerme tuya para siempre.
¡Se acabó el pasado oscuro, maldito,
pleno de mentiras!
 ¡La vida es hermosa de vivir siempre!
¡Viva el amor puro y sensible!