Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




Haz click para ver los videos de mis prosas poéticas.


jueves, 5 de enero de 2012

Déjame a solas



Déjame a solas, no quiero más tu amor frío y silencioso, es húmedo río subterráneo en los tejidos de mi ser.
 Déjame a solas, que no paralices mis sentidos, no deseo recordarte ni un instante más.
 Déjame a solas, ¡márchate ya! bramando en torbellino ciego, llévate tu tempestad, volteando tu raudo mundo, déjame curar este dolor profundo que inunda mi alma de lágrimas como cataratas que la dejan vacía y sin esperanzas.
 Déjame a solas, nunca más quiero sentir que sabías a silencio y a sueños y a tactos de deseos, sabías a mi mundo, a todo lo que anhelaba, sabías a amor, a mi amor.
 Quiero reír sin tristezas, llorar con sonrisas, ¡vete ya de mi vida! ¡déjame a solas con mi nostalgia de tus besos y poder escuchar tu melodía aún cuando estés lejos, aún cuando ya no estés!
 No necesito tus ojos para ver ni tus labios para sentir, ni tu alma para vivir, ni tu existencia en mi vida para sonreír ni te necesito para saber amar.
 Déjame a solas, no quiero lágrimas con emociones llenas de ti y de mi llenando surcos de pasión, aclarando tristezas, llenando melancolías, lágrimas que eran tan sólo para quererte y guardadas con sentimiento.
 Déjame a solas, soñándote en cada anochecer, sin colores, sin esperanzas, sin anhelos, sin nada que me recuerde a ti, ni tus suaves palabras en mis sueños que ilusionaron mares, que significaron tu presencia, secretos ya idos de amores a voces.
 El tiempo de amarnos entre tú y yo ya no existe, déjame a solas soñar con el amor, caricias y besos verdaderos y plenos.
 Alma sombría, no llegues más a mí, no mereces castigo ni reproches, no te veré en el pliego más negro de la noche, ahora sin ti brillarán más las lejanas estrellas.
 Eres ya luz entre sombras que no me alcanza, eres flores entre ruinas sin color ni aroma, eres falso clamor entre dulces caricias nunca más encontradas.
 Déjame a solas, olvidarte casi en el borde del fracaso, en el final que asombra.
 Ahora, sola al fin, una luz que el sol no sabe ilumina mi alma con sus rayos de amor, límpido y brillante. Vivo en una claridad, en una transparencia de paz en el gran milagro de un cenital esplendor por no estar más a tu lado.

Un rincón de mi vida



Un rincón de mi vida, allí estarás tú, en un escondite en mi alma, sólo y reprimido. No quiero que golpees con desesperación la puerta de mi fantasía, sólo dame el silencio que me conlleva a un ritmo carismático de soledad que ansía algo más.
 Un rincón de mi vida lo ocupas tú, el que fue, el que era, el que nunca será mi amor verdadero.
 Tenías para mí gotas de agua amarga escurriendo por la pendiente del cristal, buscando mi fragilidad de mujer.
 Quédate allí, en el rincón más oscuro de mi vida, así no mojarás mis sueños con cada mirar.
 Deja que mis minutos se vayan de tu vida, que mis horas no te busquen más, que hoy me pueda esconder en la casa de los días y mañana podré emprender una huída al lugar de los años y no te tendré más en el rincón de mi vida.
 Mi ahora pasa, sin ti vivo el hoy, instantes de una supuesta vida que se irán a la esencia de un deseo de amor.
 Recorro el valle de los recuerdos, de aquellos remansos de tus dulzuras, el dulzor de tus palabras, aquel acento de tu voz y me doy cuenta de que te extraño pero es mejor que pase el tiempo eterno en un mustio alejamiento y no te encuentre más en el rincón de mi vida.
 Te quiero en el rincón de mi vida, no como sombra pareja que me sigue apenas raya el sol.
 Quiero olvidarte en un impecable adiós a un desconocido en una oscura lámina de un rincón de mi vida.
 Eres ahora tan sólo un charco mudo a mis pies, te dejé en una estacada negrura, cruzando concéntricas tinieblas ¡libre al fin de ti! ¡tu rincón en mi vida ya no existe!, entreluces doy por fin con el sendero que hollaré con fuerza para encontrar aquel ser que me dará su luz y su fe para no vivir condenada sin remedio a tus veloces fechorías, pasiones aparentes, falsos besos.
 Vuelco a mi blanca soledad, blanca, inmaculada, ajena a las falsas maldades, malévolas  traiciones y como leve hilo de vida que renace en la noche vuelvo a ser yo, conmigo misma inocente y pura ¿hasta cuándo? no lo sé todavía, hacia un hoy corro, hacia un mañana con toda mi alma entera y casta, sin ti en ningún rincón de mi vida.
 Y de a poco surgirán otra vez los versos, ls sílabas mudas, se oirán desde la lejanía y los poemas llegarán tejiendo amores, reflejando edenes, esperas no estrenadas, caminos buscados en una palabra que en el papel amanece como una virgen radiante.

Caminos cruzados



Caminos cruzados, en la distancia esfumada nos encontramos en la vera del sendero de la vida, entre escaramuzas del destino que nos lleva a estar juntos.
 Caminos cruzados, cuando la tarde apaga sus colores y los astros encienden sus lumbreras y se duermen las alas y las flores, nosotros, los solitarios surgimos de improviso, frente a frente y nuestras miradas se iluminan llenas de luz y armonía.
 Caminos cruzados, de sendas desconocidas de la vida, nos entrelazan en instantes preciados de nuestro vivir. ¡Oh alegría de alegrías! Nos miramos en ese lugar preciado en la brevedad del tiempo.
 Entre tú y yo nos unió el amor, allí, Atenea, escondida entre el vergel florido nos llevó a estos caminos cruzados para que se levantaran las leves tinieblas y nuestras miradas se encontraran.
 Caminos cruzados en un hoy de nuestra vida, en diagonales zigzagueantes y oblicuos senderos a través de umbrías soledades nuestras vidas se enlazaron en segundos milagrosos, anhelantes ambos de amar aunque sea un instante en nuestro tiempo del Hoy.
 Caminos cruzados, entre rosedales floridos, arcos de glicinas, enredaderas de azaleas, nos abrazamos entre besos leves y caricias suaves.
Y las palabras surgieron de nuestras almas, los pensamientos se hicieron ecos de amor, entre ventiscas suaves, el azul del cielo nos acogió en nuestro amoroso encuentro.
 Caminos cruzados, sin piedras ni aristas, sin trabas, sí con pastos tiernos y suaves como brotes de tréboles renacidos para que al estar juntos nos sintamos en el Edén.
 ¡No importa cuánto tiempo estemos juntos, muy juntos, sí que nuestras almas vuelen en la fresca brisa del estar juntos!
 Caminos cruzados, amor a destiempo que nos sorprendió a mitad del camino.
 Este amor que florece como lirio en primavera, pero que poco a poco se va esfumando como niebla en el otoño de nuestra vida. Este amor que se estrella en la calma de tus mares y palpita como brasa en el calor de mi hoguera.
 Caminos cruzados, con amor a destiempo es lluvia en el desierto, sol en la aurora, canto de sirenas, miel sobre la hiedra.
 Nos abrazamos con gozo y pasión en el gramillar y la noche vertió sus luces sobre nuestros cuerpos, salpicándonos con el verdor del sendero y el perfumado chal de las blancas azucenas.
Estamos juntos por fin, recorremos los caminos, unimos nuestros sueños en uno sólo, en una continua nube de música mágica.

Desengaño



Desengaño, tristeza y dolor, la verdad afloró en un soplo del tiempo, la traición y la cobardía inundaron mi alma.
Aquel a quien yo consideraba mi ilusión de amor quitó su máscara y en un momento su verdadero yo, se atrevió a ser girar mi vida en esquivas y lastimeras quejas de llanto.
¿Quién es capaz de producir este desengaño tan humillante huyendo rápidamente después de la traición?
¿Qué buscaba al romper la unión, tan tiernamente atesorada, que creí que existía entre los dos?
Desengaño, por fin puedo decir que se rompieron las cadenas que me tenían presa.
Gracias doy al cielo por este gran milagro ¡no más humillaciones! ¡no más mentiras
Desengaño, acíbar amargo y cruel, te amaba demasiado para merecerlo, te entregué mis vanas esperanzas, ¿quién te ha conferido el derecho divino de juzgar y el don de herir y lastimar a quien tan sólo te ofreció amor?
Al fin, todo terminó, dejé de ser el recurrente destino de tus falsas caricias, de ser la corriente perpetua de tus falsas mentiras.
Ya no eres más el fulgor donde se anidaban mis anhelos, arrasando mis sentidos a las alturas inolvidables del más allá.
¿Quién eres tú para ostentar como bandera al viento tus malignas verdades plenas de apetitos prohibidos?
¿Por qué crees tener el don de la persuasión para engañar por falsos caminos a quien te respetó y te dio todo su cariño?
Desengaño, triste y doloroso, has dejado de ser mi dulce amor, el prófugo príncipe enamorado que busca aventuras mortales y peligrosas
Tristeza y dolor pero sentimiento de libertad total y por siempre ecos de mis esperas.
Has dejado una cicatriz más en mi alma pero con firmeza sólo será una raíz muy honda que ni se percibirá.
Mi amor, el verdadero, me encontrará y a mi vida retornarán como gotas de lluvia la esperanza, la fe, los anhelos de vivir.
Desengaño, cruel, pero ya superado, quiso hacerme daño pero no lo logró, mi alma aún apergaminándose de llanto por la desilusión resurgirá, pura y límpida dejando en las huellas del olvido lo que nunca debió acercarse.
Podré así sembrar y cultivar el amor que me inunda mi mundo interior y ser feliz, gota a gota cada minuto del existir.

La noche se acerca



La noche se acerca, las penumbras me envuelven cual manto de entrelazados hilos de terciopelo azul y pienso en ti.
Las nubes grises y altas giran en círculos dibujando en este atardecer tardío, cerca del horizonte trazos de colores que se van diluyendo en la nada.
La niebla torva del silencio ahoga tu luz ausente y como la sal traída por el viento desde el mar te pegas a mi piel y te vas despacio, levemente,
La noche se acerca y aquí estoy con la desgarradora soledad de tu recuerdo, te siento, estás en mí como una sombra de fuego y tormenta.
A través de la húmeda niebla que es un velo todo impregnado en llanto, te vislumbro y deseo estar en tus brazos y la felicidad me inunda.
La noche se acerca y te necesito cerca, me llegan notas aterciopeladas que recuerdan un concierto de amor.
La noche se acerca y te siento lejos, en el dolor de la distancia, del antes y del ahora.
La noche se acerca y tú no estás conmigo, en una lejanía cercana el agua modela tus formas de hombre esculpido en el andar, en el sufrir de las distancias, en el querer de los recuerdos.

La noche se acerca y tu ausencia tenaz me duele, es mi dolor secreto, mío sólo.
Ya no se definir en la distancia si estás presente y me hieres con tu ausencia o si es tu ausencia tan fuerte y desgarradora que vives presente en mi mundo interior desorientado y triste.
La noche se acerca, con ese toque de misterio que da el amor, no te alejes más, mis quejas solitarias me colman el corazón que con alas de ciudad y voz de horizonte se alza entre rumores de caricias no dadas y besos olvidaos.
¡No te alejes más! ¡Ven con la noche y tómame en tus brazos es la hora de soñar con lo que fue, es la hora de soñar con lo que será! 

Engaño amoroso


Engaño amoroso, falsas palabras que me llenaban el corazón de latidos presurosos y alegrías sin fin.
Ecos de amor que como un cetro, ceñían mi mente como corona de flores silvestres, amapolas, magnolias, alelíes.
Me sentía segura de que todo era verdad pero fue un engaño vil, traicionero, pleno de incógnitas, sin   respuestas.
Mi alma de poeta se entristecía, lástima sentí por los crepúsculos, te creí vívido a orillas de los lagos  contigo a mi lado.
Engaño amoroso, ya no se siente el centro del amor, mi corazón de hielo  bajo nieve invisible es sólo un soliloquio, claro, es un esperar que llegue el día en que el amor me alcance otra vez.
Espera, me dijo, aún no se puede encontrar lo fidedigno, el amor ahora duerme. 
Engaño amoroso, me voy a una noche fría recordando los estribillos que tú me arrullabas proclamando tu falso amor, amor de conveniencia, amor pletórico de bajezas, buscando imágenes heridas en mi corazón enamorado y feliz.
Engaño amoroso, lágrimas que como arco de los cielos, bajan por mis ojos en tenues alas que llegan a lares desiertos.
Engaño amoroso, viniste del ayer hasta el hoy, atravesaste misteriosas sendas para llegar hasta mí y con tu filosa espada de palabras me conquistaste, para luego, sin un porqué, recibir de tus trémulos labios, tu despedida final.
La noche inundó mi alma, me volví tierra, me transformé en corriente de agua, onda tras onda, isla ignorada, nadie en el aire sufriendo por tí.
Engaño amoroso, descarado, egoísta. Si yo no encuentro el camino verdadero, mía es la falla, toda la canción de amor está en ella esperando que alguien sepa como cantarla.
Engaño amoroso, cruel y despiadado, que ha borrado toda la claridad de la gala matutina,
Me siento de un hálito de abismo, te amé y me creí amada, flota en esta alborada agonizante que fatiga y marea envuelta en el oscuro pensamiento obsesionante que me dejaste sin tu amor en una amarillenta pesadilla que me hunde en el hoy sin esperar el mañana. sólo la cerrazón entristece  y no ilumina, débil quedó en esa blanquecina luz crepuscular y opaca.

El amor es el secreto



El amor es el secreto de los siglos en receso que va dibujando su invisible rocío cósmico en los atardeceres temporales del espíritu y tus palabras con sonrisas abrazan nuestros mundos profundos y luminosos.
El amor es el secreto y limpia mis tristezas, se lleva mis llantos, es alegría junto a tus palabras con sonrisas que va haciendo de a poco la vida con colores brillantes y límpidos.
El amor es el secreto, avanzo hacia ti, en sueños continuos de inquietudes ciertas en bordes sinuosos de esplendores serenos ¡qué sencillo fue el milagro de encontrarnos!
Emanaciones del amor que le dan luz a mis poemas, no más fracasos y desorientaciones, ni afanes en vela, ya estamos juntos.
El amor es el secreto, todo, todo está más claro desde el más nocturno al cenital abrazo de dos que se aman.
Sin errores, sin reflejos de edenes en azogues desmenuzados y dispersados por el mundo.
El amor es el secreto, la lluvia desgrana el gris de tu mirada, mi angustia se prende de cada gota cristalina, que me regala el recuerdo de tus ojos plomizos y aleteantes.
Emanaciones de amor, eres el fino aliento de la aurora y un abrazo de sentimientos mansos.
Eres en mis días de tormenta, la claridad ineludible que perfora nubes.
La placidez del agua que en mi piel revolotea espera tu regreso para que seas mi inspiración por siempre.
El amor es el secreto y toda esa cosquilla que se mueve en mi sangre y te llama .te siente mío para siempre.

Dialogo interior



Diálogo interno, palabras volátiles, sutiles a veces, buscando la verdad interior, otras veces bruscas, violentas, entrecruzando voces con silencios olvidados y secretos.
Diálogo interno ¿a dónde me conduce? ¿Qué busca en mi alma taciturna y triste y en mi corazón vacío de amor? 
Nadie fue capaz de reemplazar el amor que tú me dabas y el que tú mismo me inspirabas, hay silencios que no son silencios cuando se ama, son ecos profundos, suspiros que arrebatan el cuerpo y el alma y que surgen cuando hemos sido cautivados de manera total y profunda como lo has hecho tú conmigo.
Diálogo secreto, mundo mudo de palabras que vuelan en mi interior y balbucean, murmuran, se hunden en las noches lúgubres hasta que finalmente se encuentran en el nivel de las raíces donde se confunden todos los sentimientos.
Diálogo interno que vive en esta mujer poeta y mi espíritu como casa abierta, no tiene llaves en sus puertas e invitados salen y entran sin casi darnos cuenta.
Diálogo interno de palabras aladas, sagradas,  plenos de sentimientos, a veces antagónicos, otras veces coincidentes en búsqueda  de la cordura, la verdad, la armonía, la fidelidad de sí mismo.
Diálogo interno, lucha entre palabras que conllevan a la búsqueda de las fuentes del pensar a buscar la esenciabilidad del existir.
Son vahos de misterios, espejos de nácar, de lágrimas húmedas, que me llevan a existir a través de la vida, a existir a través del tiempo.
Diálogo interno que conlleva a entrecruzar todos los pensamientos, del ayer, del hoy, del siempre, marchen por otro rumbo para no conocer el dolor, el miedo ni la tristeza sin limitaciones, sin entredichos.
Me siento vulnerable, desnuda, pero habita en mí, en el fondo de mi alma, un camino que pide a gritos, que clama… por ser recorrido.
Diálogo interno, retumban las preguntas, los ecos contestan, buscando la entrega total del signo que ilumine el camino que nos lleva, en su trémula espera,  al gran amor a través de nieblas, nunca bastante claro pero sí seguro y total.
Hallazgo al fin de coherencias de palabras unidas, enlazadas, colmadas de luces en el arco de los cielos, bajando de  tiempos del ayer hasta el hoy.

Mi dueño desconocido



Mi dueño desconocido, déjame en mi soledad dormida, no quiero tus cadenas de hierro que me son leves de llevar y no las siento porque hay otra cadena hecha de olas, de tierras, de vientos, de suspiros, de sonrisas, que me atan, yo no sé a dónde me esclavizan pero sé que es a ese dueño desconocido, a ese dueño que desde las sombras despierta mis deseos de amar.
Mi dueño desconocido me mueve el cañaveral de la pasión, no me permite dormir extasiada por sus susurros, sus silencios sin ecos y sin caricias deslizantes del más allá.
Eres mi árbol florecido y hoguera de estrellas que viene en las noches de abismos a buscar mi roce con suavidad y dulzura entre llovizna de azahares que por dentro me abraza aún entre las tinieblas grises y densas que lo envuelven.
Mi dueño desconocido, ven a mi lado y trae tu flor de cielo a mis manos que claman por ella y los racimos con verdes hojas embriagantes de las sombras que la devorante sed de la sangre aplaca.
Quiero hundirme contigo en los mares profundos, tras los corales liberadores del tedio para llegar a través de ti al lugar de donde tú como fantasma protector me protege y me ama.
Mi dueño desconocido tus manos de ondas me acarician la piel, me arrancan el cansancio de los días, las cruces de la tierra amarga y me envuelves en un manto de lluvia para que recupere la azucena jubilosa de los días por venir.
Me haces crecer poderosas alas, en manos, pies y cintura para cortar, como golondrina, el cielo suave del agua y vas abriendo para mí el tupido follaje de la misteriosa selva tras los colibríes y las rosas de primaveras salvajes.
Mi desconocido dueño, me haces sentir casta, transparente, luminosa y serena como la inmensidad tornasolada que amorosa me abraza.
Me dejas como yo siempre quise vivir libre, sin que las sombras y las piedras pesen sobre mi espalda y haces que ángeles vigilen mi seguro cuerpo, convertido en puente, que necesita ir hacia ti y llegar al infinito por las olas, vientos, luces y cielos azules y abiertos.
Mi desconocido dueño, mi arquero del sol que por el bosque de cristales potente avanzas hacia mí.
¡Todo el mar en tu pecho! ¡ Todo el cielo en tu alma! Arranca el misterio a las sedas del alga y como pez con alas, bien seguro, ven a mí, pronto, muy ´pronto, de entre las ondas azuladas corre y vuela en la pradera sin medida de las verdes aguas y alcánzame ya…

Artilugios del amor



Artilugios del amor que me están agobiando, llamándome a la tierra, sin ti a mi lado, en la distancia, es el hueco de tu cuerpo.
Como espía del silencio, con ingenio y prudencia espero unas letras tuyas, una voz que me dijera lo que me hace falta escuchar.
Cazaba en alfabetos dormidos en el agua, en letras vírgenes desnudas y sin dueño, esas letras intactas que juntándolas no me las decías tú.
Artilugios del amor que con artificios y giros en un ir y venir nos llevan un día, al fin, a escuchar tus sílabas entrecortadas en tu voz que fue una pura sombra de voz que yo escuché con todo mi corazón torpemente entregado a ti.
Artilugios del amor, ¡ven a mí!, aunque sea vacilante, todo trémulo a besarme, no quiero tu ausencia sin labios, mi único amante por siempre.
Voy hacia el camino que me conduzca hacia ti, para poder estrecharte entre mis brazos rápidos, largos y cálidos.
En los cielos abiertos van trazando los pájaros códigos de los vuelos, tu nombre va entre ellos, no se escribe, donde se escribe, está escondido entre las estrellas que se leen con largas lentes claras.
La aurora borra noches, el mediodía auroras y las tardes sin ti le quitan forma de ser a los días.
Artilugios del amor, ingenios creados para ser amados, no puedo vivir sin ti, lo que más deseo son tus besos, caricias de tu corazón que anhelan tenerme y estrechar sin fin, sin pena, mi dulce cuerpo pensado.
Y siento que te acercas, que quieres vivir conmigo es signo puro, seña en besos, en presencias de lo imposible, de tu querer que sea tuyo siempre.
Artilugios del amor, te esperé desde siempre, desde el ayer y el hoy, fui a lo más hondo para ver si al fin estabas.
Y a ti, sólo se llega por ti.
Te espero para que me lleves a tu mundo, en el que el Amor es un cielo nuevo.
Artilugios del amor, yo quiero estar donde estuve contigo, volver.
¡Qué milagro tan inmenso ese, volver otra vez, repetir lo nunca igual de aquel asombro infinito!.
Y mientras no navegas tú, me quedaré en la orilla de los sueños, de las estelas, inmóvil, quieta, enhiesta, porque sé que donde estuve ni alas, ni velas, ni nubes, me llevan como lo haces tú.
Artilugios del amor, te quiero junto a mí, quiero tus besos con sabor a zumos del mundo. ¡Qué gusto dulce a tierra, sol y amar!.
Y caen mis lágrimas sin que nadie las vea, sin un gran sollozo que tu estrechas en tus brazos y las secas besándolas ya que vienen de ti, son tú, dolor de tu pecho lágrimas mías, sollozos míos.