Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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martes, 8 de abril de 2014

Amor inesperado


Te recuerdo


Te recuerdo
(cuando en las noches estrelladas y brillantes
y la luz de la luna baña de plata
 las aguas tranquilas del agua,
 te pienso).
Te recuerdo.

Te añoro
(tu perfil desdibujado
bajo la pálida luz de la aurora
viene en mi búsqueda con ansias locas).
Te recuerdo.

Te añoro
(evoco los instantes preciosos
pasado juntos, muy juntos,
 en silencios prolongados y profundos,
entre suspiros de amor
y besos apasionados).

Te recuerdo.
Te añoro
(eres el ser que mi nostalgia despierta,
mi esperanza renovada,
quisiera cercar tu aroma con mis manos
y la dulce potencia de tus brazos).

Te recuerdo.
Te añoro
(tus cantares son con sones armonizados
siguen persiguiéndome sin descanso
y tus notas suben
al igual que ayer en numerosos acordes
y son para mí tu regalo).

Te recuerdo.
Te añoro
(todo sonido en eco tuyo
me lo convierte en alma que te espera,
y tus pasos se sienten siempre
de estar viniendo por la ausencia).

Te recuerdo.
Te añoro
(tengo miedo de no poder encontrarte,
de que mis besos se pierdan
en otro cielo
como el amor que vive de ola en ola).

Te recuerdo.
Te añoro
(perdida voy en las tardes
por siempre en tu embeleso
sin sentir el cercado de tus ramas,
ni ver tu fuego que en los fuegos arde).

Te recuerdo.
Te añoro
(te llamo hasta quebrar mi voz
en cristales translúcidos,
por eso sangra mi corazón
y me derramo entre lágrimas y sollozos).

Te recuerdo.
Te añoro
(dame mi libertad,
no quiero tu fatiga,
quiero sentirte como se siente el agua,
hermosa, libre y límpida
entre tu libre albedrío y el mío).

Te recuerdo.
Te añoro
(busco tu imagen en mi cuerpo
con el frescor de la creación primera
en las densas ondas de la noche,
con afán de encontrar la luz primera).

Te recuerdo.
Te añoro
(así te hallé, sin muros ni rejas,
entre luceros y luces fugaces,
 como manojo de iluminado amor,
el que te ofrendaba,
al día que alboreaba
cuando ganaba la aurora sus matices).

Te recuerdo.
Te añoro
(quiero fundir mi figura con tu bronce,
andar entre los peldaños del deseo,
hasta alcanzar la cumbre de tu nombre).

Te recuerdo.
Te añoro.
Llévame con mi recuerdo,
mis manos a tu pecho, amor,
que desnudándome caminos
sobre el muro que cerca mi silencio,
siente mis besos en tu frente
para que de mis labios surja el verso
que encienda la sangre en tus venas
y me sientas pegada a tu cuerpo
apareciendo mi nombre en tu cielo.

Renacer cada día


Renacer cada día,
en un amor de éxtasis en noches encantadas
sintiendo el mágico sentir de la vida
donde el tiempo se escurre entre mis dedos.

Quiero sentir contigo las tormentas triunfales
incorporándonos hasta los truenos
y columpiándonos en sus hilos dorados.

Renacer cada día, ofreciendo mis más íntimos madrigales de amor
 a ti, mi amado,  llevándote
por los misteriosos laberintos de mis sentimientos.
Mi tiempo de canto versado ha de seguir,
entre mis prosas he guarnecido de auroras mi soledad,
levantando mi voz con cuerdas de resonancia en mis manos.

Renacer cada día, evocando odas
y caminando por líneas de pasión entre mayúsculas de libertad.
Amo la naturaleza junto a ti,
cuando busca su calor la solitaria gota de rocío
en el pétalo de una perfumada flor.

Al fondo de los profundos océanos astrales
buscaré en pos de la potente luz
que exigen nuestros espíritus,
abrigando ilusiones en las noches de euforia,
plasmando los sueños en hojas sueltas,
flotantes, que el viento agita llevándolas a tus manos.

Renacer cada día
 en poemas que envueltos en su crisálida aspirante al vuelo,
en su gozoso existir nos unen entre frases de amor
que van brotando florecidas.
Renacer cada día contigo a mi lado,
tú estás en cada espacio de mi esencia.
Si respiro tus sueños despierto en tus pensamientos.

Soy la que ya no vive si no estás a su lado.
El amor surge en cada amanecer,
esperando renacer cada día,  llenando mi alma de amor.
En cada palabra, en cada frase de amor,
expreso lo que siento en mis horas solitarias
en las que no dejo de pensarte.
Clamo por ti mi amado amante, tú eres la luz de mi esperanza
y tú mirar me enciende y me arrebata.

Renacer cada día, donde evoco tu presencia
y mi alma ansiosa en melodías te envía como mensajes,
 letras de amor,  por todo lo que por ti siento,
brotan entre suspiros nostálgicos
donde se esconden las prosas que tú inspiraste,
mi numen, el único y verdadero en mi vida.

Renacer cada día, sin rendirnos jamás.
En volandas, en un equilibrio estremecido,
me alzo hacia el azul cielo
en un puro silencio de nuestro existir,
en una gran pausa entre vida y muerte
porque así se crea el escenario de un gran amor.

¡Qué mágico milagro de nuestro destino
que nos estremece en este vivir gozoso!

Dulces palabras


Dulces palabras
que como flechas perfumadas
las lancé al aire tibio
para que viajaran
en un poema de amor
hasta tu alma.

Dulce estrella de la pasión,
ojos de luna,
corazón suave y tierno
de mi locura.

Dulces palabras
que sobre las costas de tu espíritu
se fueron amontonando como versos
y tu voluntad fue cediendo
como una muralla incontestable
y las venas de tus sentimientos
se abrieron como rojas flores de amapolas.

Dulces palabras que lo dicen todo
y como magia te llegan a tu alma,
candorosas,
suaves, tiernas,
ruborosas de promesas del hoy,
rubor por haber prometido tan poco,
de ser tan cortas,
se escapan hacia su más,
todas trémulas de alas.

Dulces palabras
que van hacia ti
como beso enamorado,
estremecido de impaciencia,
pidiendo que me lleves
a horizontes y paisajes
para perderme contigo
y coronándome de la dicha
con el gozo de vivir.

Dulces palabras
que reflejan sentimientos,
que expresan diferentes pensamientos
que a su vez
tocan el fondo del alma.

Mágicas,
sencillas pero poderosas,
con sabor a ambrosía
o perfumadas a rosas,
palabras que restablecen
por su dulzura la calma necesitada.

Dulces palabras
que mezclan la inocencia
con toques de pasión,
de deseo,
de calor,
pero de entre todas las más dulces,
las que me llegan al alma,
son las que vuelan presurosas
de tus labios a mi corazón.

¿Las oyes?,
nos están ofreciendo en flor,
en roca,
en aire,
todo nuestro amor
primogénito del gozo.

Mi dulce corazón soñante
va en busca de las dulces palabras
que corren presurosas
hacia tu imagen luminosa
y sonriente como una brisa tibia
y susurrante para poder rozar,
acariciar,
tu piel tierna y recoger a escondidas
las flores de mil colores
que se abren en tu boca
bermeja y embrujadora
a través de tus tibios besos perfumados
y tus dulces palabras de amor
con que se labran el gran proyecto
de nuestras almas.

¿Oyes los susurros de las dulces palabras
que te cercan como vergeles en flor?
¿Te acuerdas del momento
de aquel sueño de cuando
te las susurraba a tu lado
ofreciéndote como dones divinos
nuestro soñar,
mirándonos cara a cara,
viéndonos y oyendo la dicha
que brotaba hacia el infinito
entre vuelos y revuelos,
trémulos,
acariciantes,
únicos?.

Dulces palabras,
no nos guardemos ninguna,
derrochémoslas al aire azul
con alegrías para que traspasen el agua
llenando los cauces del mundo.