Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




Haz click para ver los videos de mis prosas poéticas.


jueves, 6 de septiembre de 2012

Soñando despierta


Soñándote despierta, te añoro, te extraño, te quiero en mi mundo mágico y en el real.
En el sueño los seres se desnudan íntegramente, no hay sonrisas falsas, gestos ocultando las intenciones y si pudiera gritar, las palabras serían testamentos de versos de amor para repetir, libres de mentiras, la hazaña del día y el amor que tú despiertas en cada poro de mi piel.
Te sueño bajo un manto de oropeles, de luces titilantes junto a mí.
Pongo mi mano, humildemente estremecida sobre tus rodillas y mi cabeza se posa en tu pecho escuchando el latir armonioso de tu tierno corazón.
Soñándote despierta, abrazada a ti, sin preguntarte nada, de miedo de que no sea verdad que tú vives y me quieres.
Y estoy abrazada a ti sin mirar y si tocarte, no vaya a ser que descubra con preguntas, con caricias, esta soledad inmensa de quererte sólo yo.
Soñándote despierta, veo a mi lado tu cuerpo, tu beso, tu abrazo frenético buscando su realidad en mí como un puro y mágico milagro.
Soy tu desnuda Venus cierta, entre auroras seguras que se gana a sí misma queriéndote.
Soñándote despierta,¡de tan cerca y de tan lejos! Y pienso en ti felíz entre pámpanos de luz.
Soñándote despierta, sobre tu corazón entregado a la vida y sobre el río inquieto de tus pies y manos.
Y soñando alguna vez diré que sí, que no, respuestas de azar y de milagro a preguntas que ignoro, que no veo, que no sé y cuando me despierto ellas se esconden, ya invisibles, se apagan, se van.
Soñándote despierta ¡ qué paseo de noche por la playa iluminando la luna el mar que fosforece con tu ausencia a mi lado!.
Me acompaña el sentir que no vienes conmigo pero que piensas en mí y eso da calor al alma, reconforta el corazón.
Los espejos, el agua, se creen que voy sola, se lo creen los ojos, sirenas de los cielos plenos de estrellas titilantes pero en mi mano yo llevo estrechada la tuya, cálida, tierna, que palpita en la mía.
Soñándote despierta estrecho tu cuerpo junto al mío y siento que tengo contra mi pecho un palpitar sin tacto, cerca, muy cerca, de estrella fugaz que viene de otra vida.
Soñándote despierta escribo para ti mis versos de amor escritos con notas musicales que vuelan ingrávidos por el aire hacia un mundo nuevo, el nuestro.

Te dí mis noches


Te di mis noches, enamorada de ti, tu llama intensa inundó mi corazón y mi cuerpo se estremeció de placer.
¡Que de miradas y besos!
Deseé sentir tu calor, disfrutar de tus labios y de tu sonrisa de amor, sentir nuestra pasión y amarte hasta el fin.
Te di mis noches, sentí a través de tu piel tus ardientes caricias, besos con tus labios, nuestro gozo.
Tu faz fresca como el rocío maravilloso, tus ojos fijos en los míos, tus brazos rodeándome toda.
Te di mis noches, sin ti los segundos transcurren como un anochecer repentino, sin ti, mis sentimientos caen al vacío de la tristeza, sin ti, mis lágrimas nacen solitarias y frágiles.
Ansié eternamente el roce de tus labios, te sonrío aunque no me mires.
Te di mis noches, te añoro aunque estés en sueños con tu presencia, una espera lenta de tu amor, un susurro silencioso que dice: quiéreme, una caricia dada por tus manos.
Te di mis noches, en tus brazos me perdí en la ternura más dulce, vi en ti  ese amor que anhelé y mil sensaciones que me recorrieron al disfrutar del placer de tenerte.
Un suave susurro de amor vuela por el aire alcanzando mis sentidos, un susurro de sensaciones silenciosas, un susurro enamorado que me hizo perder la tristeza.
Te di mis noches, tu voz llena de ternura el sonido de esa voz que me hace soñar y perderme en pensamientos de felicidad, tu voz embriagadora que me lleva a la dulzura, tu voz dulce que me susurra un te amo y hace callar la mía…esa voz que anhelo sentir junto a mí.
Mi mano es una brisa que va acariciando los senderos de tu cuerpo, recorriendo tu piel, rozándola sin rozar.
Te di mis noches; sé mi dulce paraíso por un momento, acúñame en tu tierno amor, elévame al cielo con tus besos.
Pienso y temo despertar sin ti, te sueño y temo que se acabe el sueño.
Haz que me pierda en tus brazos, piérdete en la soledad de nuestros cuerpos, seamos el uno del otro hasta amanecer.

Tú aquí... yo ahí


Yo aquí, sola esperándote, tu ahí queriendo estar a mi lado pero las trabas de los imposibles han hecho un tejido fuerte y entrelazado y los no saber por qué nos separan cada día más.
¡Ay, ensueños inagotables sintonizados en frecuencias virtuosas!. Las que no nos dejan unirnos, las que se cobran en dolores y pesares y recaban al sonido de la vida sus aportes…
Pido la calma por no estar contigo, como alma que quiere resplandecer, ¡dar luz!.. De que ama, dar la buena nueva de ser tu amante… dispuesta a vivir a tu lado.
Tú ahí… yo aquí, nostalgias me invaden y no quiero sentir el dolor de que estés lejos de mí, ¿Qué es lo misterioso que nos impide estar juntos? ¿Cuándo y cómo llegarás a mí?
¿Acaso el destino no quiere que estemos juntos?
Quiero que vivamos  amándonos en la danza incomparable de un ensueño que sueño despierta, en vigilia permanente para encontrarnos de improviso.
Tú ahí… yo aquí, cuidemos nuestro amor porque es un tesoro único aún desde la lejanía.
Me he dado cuenta de que amarte me lleva a lo inmenso que me conduce a tus amantes brazos.
Tú ahí… yo aquí y aunque distantes mi amor está libre, suelto, con tu sombra misteriosa y puedo vivir en ti sin temor a lo que más deseo, a tu beso, a tus abrazos que me llegan sin rozarme, tu solo cuerpo posible, tu dulce cuerpo pensado.
Y acaso tú algún día leerás estos versos, saberlo yo me colma de paz y yo aquí, recordándote a la orilla del mar.
Existe un amor tranquilo que dura hasta la eternidad y un amor tempestuoso, apasionado y loco que es el que sembré en el alma para quererte a ti que durará por siempre.
Tú ahí… yo aquí, el rumor de mi sangre va cantando tu nombre y el viento de la noche lo repite al pasar.
Tú ahí… yo aquí, pero siempre juntos los dos aguardando, esperando, susurrando, a vivir la vida, a que se la sienta…

Después de...


Después de haber sido tuya, de haber estado entre tus brazos, de haber saboreado la miel de tus labios, te fuiste y me he quedado sola.
Sin ti ya no es lo mismo mis prosas poéticas, mis frases de amor, se diluyen en papeles desteñidos por la tristeza del tiempo.
Después de haber vivido sobrevolando en el azul cielo por la dicha de amarte, ahora soy tan solo, una sobreviviente del tiempo sordomudo en una eterna y condenada búsqueda que aplaque esta sed clavada en mi corazón.
Después de dejar estelas de amor por doquier, ahora me deslizo, resbalando de a poco sin dejar ni siquiera posadas, buscando las huellas y el recuerdo de lo que ya fue en ese minuto tan próximo o en el ayer de ayeres o en el borde mismo del ya del jamás.
Después de que ya el amor en vilo se fue, no tiene donde pisarte y mi corazón como un gran hueco vacío guarda tan solo un beso, el último, el que nos dimos bajo las estrellas.
Nuestro amor, ya remoto, quedó suspendido en gotas de agua, en nubes de algodón, en campos de amapolas mustias de tristezas.
Después de que los recuerdos sean olvidos en los fondos del tiempo, esperaré con ansias y anhelos otra imagen, otra voz, otro amor que me ame ciertamente.
Y así ser libre, querer lo que me es querido oscilando los imposibles trémulos como cañas de bambú en las orillas del agua, después del sufrimiento viene la paz, las heridas se cierran y las espinas que se clavaban rectas en mi pecho, desaparecen, como el caudal sereno de un río palpitante.
Triunfo gozoso del nuevo amor que no se nos niega, con besos, auroras, mañanas aquí en el agua segura que canta  los imposibles posibles, de onda en onda las promesas de las dichas desatadas.
Después de que el mundo se me había pagado en forma pasajera, llegó por fin el amor esperado, está al alcance del querer, cerquísimo como está el ser amado cuando está soñando a nuestro lado sola con mis recuerdos.

Cenizas


Cenizas, la noche se astilló de estrellas, la música detuvo sus notas, el aire se detuvo en un soplo, sólo quedaron mis arcanos sueños, antepasados de mis sonrisas, cuando nuestro amor nos unía.
Cenizas, hay ahora tan solo candados pero no llaves y hay temores pero no lágrimas, porque sin tí no tengo mañana, porque sin ti mi noche sufre.
Te esperaré desde el oscuro principio, intentaré que las cenizas desaparezcan y daré vida a secretos cegados con recónditos signos que estaban callados para que desde recuerdos hondísimos emerjan nuestras canciones desde mis labios que en cenizas se habían transformado en un puro dolor atónito de mi interior llama viva.
¡Cenizas, ya no más! Quiero letras de amor, nuevas, sin tristezas, ni mansos llantos, sin dolores con luces que aniquilan, sí con brillantes  y tersos colores de un nuevo amor, aquel, el olvidado.
Cenizas doradas del fénix que nace de los ingenios sin demora, ni palabras que se desintegran en el sendero de la vida, sin despojos ni amores ingratos.
No quiero la llave del olvido, sí el sol del amor que queme mi pecho, ir por donde el agua canta alguna estrofa de algún sueño perdido, mientras por la orilla, lentamente se encienden recuerdos escondidos.
Cenizas despojadas, ya no existen en este otoño infinito con la nostalgia acunando en silencio el dolor ya dormido.
Y así sobre la dolorosa soledad que busca sin tregua su imposible destino, allá muy lejos quedaron las cenizas de nuestro amor perdido.
Los lugares de la ausencia siempre quedan como lo único que existió en nuestra vida.
Ya no más cenizas, ahora iré a empaparme entre hierbas húmedas y campos floridos para encontrar el amor, el que no tiene límites, el que se siente cerca, aunque esté tan lejos y así de las cenizas el fuego se levanta y se reaviva lo que se creyó olvidado.