Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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jueves, 14 de marzo de 2013

Invadiendo mi silencio



Amor perdido


Amor perdido, ¡qué dolor!, ¿sabes? ¡Perder al amor!
Es como arrancarte el corazón en mil pedazos y toda la luz del alma.
El amor se lleva en lo hondo de la sangre, el sol que te compaña y te reviste, brazo en que te apoyas por el camino incierto del vivir, escudo que te resguarda el pecho de muertes o borrascas.
Amor perdido, ¡quiero llorar entre escombros!, nos separamos tú y yo en la cuesta para siempre.
¡Algo de mi luz en el polvo se ha perdido!
El miedo a no poder encontrarlo ahuyenta de los ojos las palomas del sueño entre clamores de lloros y penas, apurando en la breve llama la inmensidad del tiempo.
Amor perdido, ha de haber un portal sin cerrojos por donde podré entrar y como atisbando de a poco te buscaré entre la raíz de los quebrantos.
Otearé para estar otra vez contigo desde las colinas cercanas y veré el fulgor que tú irradias desde la lejanía y así secarás las fuentes de mi llanto.
Amor perdido, en la flor te recuerdo y amorosa te exalto, guardando en mis entrañas los bálsamos de tu amor y mi secreta lumbre que ilumina de a poco mi pecho cansado se refugia en el orillar del mar bajo las blancuras del astro.
Amor perdido, ¡que hundimiento del mundo!
Un gran horror a columnas quebradas, tiempos sin imágenes, cielos intemporales, entre estíos e inviernos.
Amor perdido se extinguieron las alegrías, las risas, las danzas, pero perduran las frases de amor, aquellas que te escribí con todo mi corazón.
Ahora, sin tenerte, todo va hacia atrás, la vida se va quitando frenéticamente horas, minutos, segundos de encima, destejiendo, galopando su curso del lento existir, queriendo borrar recuerdos, historias para hacer otra vez el anhelo de volver a empezar otra vez.
El futuro se llama ayer.
Ayer oculto, secreto, escondido entre verdes follajes, de esperanzas, hay que empezar otra vez, reconquistar la vida con toda el alma y todo el corazón detrás de aquellos otros ayeres conocidos.
¡Vamos hacia el mañana entre estrépitos besos, inventando las ruinas del mundo, de la mano tú y yo por entre campos florecidos de amapolas ondulantes!
Y ya no más amor perdido, amor encontrado entre tactos, abrazos, piel, entregándonos al palpitar de sentirnos juntos, sin caos ni penas, sólo luz y belleza del vivir.
Amor perdido, encontrado entre la luz del alba y las estrellas escondido, tendiéndonos las manos para coger las nubes, las flores, las alas, los mil sonidos del aire para existir flotantes en el puro vivir, salvados por milagro de no estar más juntos y así estrenar el beso, el amor, sin sufrimientos ni quebrantos.

Ensoñación

Ensoñación, me transporta a mundos de amores vividos en pleno existir del alma.
¿Dónde se esconden los sueños? ¿Están entre los duendes, las hadas, los gnomos, las mariposas transparentes, las crisálidas de seda, los brotes de flores de loto?
Ensoñación, canciones sonoras que flotan en el aire diáfano de un día especial, el Hoy, el día a día pleno de felicidad y amor a todos mis semejantes.
Sueños locos, descarriados, distraídos, que me conducen sin darme cuenta a momentos disímiles, escondidos en el orillar del mar.
Ensoñación, entre latires y palpitares la sangre vital corre a prisa por las venas del cuerpo llevando entretejidos los recuerdos de caricias no olvidadas.
¡Y, ay, cómo quisiera ser una alegría entre todas, una sola, la alegría con que te alegrarás tú!
Ensoñación, ¡cómo desearía ser un amor sólo, el amor del que tú te enamorases!
Veo declinar la tarde mientras voy caminando lento entre las sombras de las horas y la nebulosa de los recuerdos imborrables.
Ensoñación, ¡qué tenues los suspiros de la tarde!
¡Qué dulce es el bramar del océano!
Si parece le hace guiños a la luna y parece en su coloquio más humano.
Ensueño de un amor ilusionario que impele en nuestras almas la quimera, destellos como luces que se encienden en fulgores de firmamentos lejanos.
Ensoñación que nos conlleva a la viva caricia de la brisa, las flores de un color mas encendido, hay más risas y alegrías en el aire y se acaban las tristezas en olvido.
Ensoñación, me haces ascender la vigilia en mis ojos para recoger tu imagen amada y primigenia, haces nacer al son de mis deseos viola de amor, canciones puras, palabras de amor llevándome a la cima de los cielos con la tierra.
Ensoñación, plena de sueños de amor entre aires estremecidos de ternura y bajados de altísimas esferas, perdida me haces sentir por siempre en tu embeleso sin sentir el cercado de tus ramas.
Ensoñación, colmada de verdes esperanzas que se nutre entre delicias y caricias naciendo de mi alma los poemas, las prosas, como jóvenes olivos recién brotados.
Ensoñación, secreto que veda tu figura crecida entre pinos y lloradas mas llena de amor con intención de amar de mis cantares y así alcanzar la cumbre de tu nombre.
Ensoñación que sacude las bases de mi sangre y hace aparecer tu nombre contra el cielo, amor, que desnudándote caminas sobre el muro que cerca mi silencio.

Pesares del ayer


Pesares del ayer vuelven a mis recuerdos cual de puerta pesada cuando gira sobre gonces de hierro enmohecido.
Anidaban en las grutas del olvido y ahora pregunto ¿por qué regresan en un sombrío torbellino?  Pesares del ayer renacieron en una mañana apenas comenzaba, áspera y fría cual musgosa bruta y ardieron en el cielo de esa aurora nubes de un rojo intenso como en un conjuro infernal, colmado de bramidos cayendo cual torrentes.
Pesares del ayer como nubes de borrasca me inundan con un ronco eco de dolores idos.
Todo aquello pasó pero aún en mi mente siento remordimientos por no haber sabido actuar con límites y dejar pasar al dolor por mis fronteras que debían protegerme.
Pesares del ayer, mi afligido pensamiento quiere ahuyentar las sombras de aquellos ayeres, de aquellos amores que en vano llegaron a mí.
Pesares del ayer,  recuerdos que deben irse al lugar secreto donde reina la paz y el silencio haciendo irse muy lejos a los tormentos imborrables y a las tristes agonías como son una mano fría dentro de mi pecho.
Quiero que todo lo pasado que provocó dolor se hunda en hondos precipicios palpitando en un viento ardiente como el que sopla en un gigante incendio.
Pesares del ayer, dejadme vivir desde el Hoy la vida en un continuo palpitar de alegrías, esperanzas, ilusiones sin llantos ni gemidos, plena de amores y deseos calmos.
Y poco a poco nacerán los versos, las frases, las prosas, entre perfumes de flores guarnecidas de pimpollos nuevos. Y entre risas y lloros en flor mis prosas volarán en las alas de mis sueños.
¡Versos! ¡Palabras de amor!, me hacen refugiarme en el mundo del olvido sin pesares del ayer, sólo estrofas entonadas como canción de vida.
Pesares del ayer, unos los hundo en el mar, otros cruzan por el éter para que beban luz en las estrellas y no regresen jamás a mis recuerdos que tan sólo quieren revivir los mejores instantes de felicidad de los ayeres de ayeres y en este Hoy dormitar en el silencio de la luna llena rodeada de luces brillantes de amores nuevos.