Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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martes, 23 de julio de 2013

Sin ti


Aquí estoy

 Aquí estoy bajo la desgarradora soledad de tu recuerdo consumiendo mis temblores, devorándome mis gritos bajo tu piel fantasmal y traicionera que me ahoga desde esta distancia tan presente.
Te siento, estás en mí como una mariposa de fuego y de tormenta.
Me ahogas, me arrancas el alma en cada abrazo, me desarmas el corazón en cada beso.
Ya no sé definir en la distancia si estás presente en este Hoy o en la lejanía de tu ausencia.
O si es en tu ausencia tan fuerte, tan poderosa, tan sentida y arrogante que vives presente siempre en mis formas afiebradas.
Aquí estoy, te busqué en el horizonte, en el cielo, en el mar, que activo como la ola, la ola desnuda y sola que estalla en cada cabriola y se desangra al llegar y no te encontré.
Aquí estoy, un hondo estremecimiento se aquerenció en mi interior y destelló en rededor, creí que estabas conmigo y un símil de paraíso, un horizonte plomizo, desembaló la mañana y claveteó en mi ventana un cielo gris y oscuro, tú no estabas.
Aquí estoy, el pájaro que crecía dentro de mí, desangróse, rastro quedó de su goce en mis manos desoladas, entristecidas y moradas, donde la piel impaciente, incuba un día siguiente que acaso no ha de tomar.
Aquí estoy, esperándote, mi memoria se pierde, mi cuerpo pesa apenas y hasta la sangre en las venas más que andar, se detiene.
Un mundo como de sueño del mundo que se volvió sueño desde el confín de la playa.
Aquí estoy, aguardo con desespero, con angustia, atónita mi voz calla.
No ha de escalar lo indecible y cuestionar lo visible, excede mi entendimiento.
¿Por qué no vuelves?
Todo parece un paseo por un cuento y ¡fue duro el despertar!
Escribiré al borde de mis heridas, escribiré cada vez que mi cabeza recuerde que como piedras rueda por las calles estas lágrimas que ya no tengo, ahora que las tardes duermen y las noches van de madrugada al instante húmedo de mi único deseo.
Aquí estoy, me iré a mi jardín convidador me llama, cuando en rosas, jazmines, geranios, estalla o verdea, dándome paz a mi alma para que cante bajito, sin ahondar las pisadas, con un dejo de gozo y otro dejo de lástima me olvido de ti, me alejo, ya no te espero, no eres más mi desespero, eres tan sólo un fantasma más.   

Murmullos en la noche

Murmullos en la noche,
colmada de cálidas palabras
encendiendo velas donde el viento
sacude negra soledad.

Ayer en la noche,
entre los silbidos del viento
acaricié el pétalo de tu sombra.
¡Qué extraño fue!

Murmullos en la noche,
los dos quietos,
abrazados en un solo cuerpo,
sentimos en oleadas
de viento y agua
que la esperanza viene a nosotros.

Murmullos en la noche,
somos dos,
sólo dos,
con miedo a ser uno.

Miedo a amar y a dejarse amar
miedo a pasión desbocada,
 miedos a besos furtivos y deseados,
miedo a vivir entrelazados
bajo las ramas confundidas y anhelantes
de los ligustros.
Miedo de ser naturaleza,
viva,
en la naturaleza.

Murmullos en la noche,
delirios alucinantes
de saborear la paz
serena de tu amor
y cada mañana tu aliento
de cigarra anida
mis ojos abiertos
en la penumbra quieta.

Murmullos en la noche,
que mi alma juglaresca escucha
como fondo apabullado,
son murmullos que
como arrullos de horas muertas
nos nombran,
para unirnos con mil ojos
confundidos de caricias
en un viento indiferente
que juguetea con nuestros cuerpos
plenos de amor.

Murmullos en la noche,
quiero que tú
 con tus palabras y gemidos de amor
aturdas todos mis sentidos.

Comúlgate conmigo,
apagan los murmullos que deliran
desboca los temores indefensos
y sólo
¡ámame!
y será, entonces, el mundo nuestro.

¡Ámame!
Seré la sal de tu camino
y el verde de tu sombra acogedora,
seré tu cuerpo de perfumes
y aromas dulces,
brazos de estatuas,
esculpidas por la pasión fresca
de mis formas tuyas.

Levitación increíble

Levitación increíble, me elevo hacia otros horizontes, mi mente me lleva a otros espacios saliendo en forma sorpresiva de mi estado natural.
¿Buscando qué?
¿Hacia dónde?
¿Por qué?
Es que al elevarme a otro dimensión escapo de la realidad de pensar en ti, mi amado, que te has ido de mi vida sin decir por qué.
Flotar entre las nubes como copos de nieve es esta en una paz infinita, es encontrarme a mí misma, estar a solar conmigo misma y amar mi interior que está colmado de amor para dar por doquier a las almas que lo necesitan.
Me elevo para despedirme de ti, como un sueño sin final.
¡Qué gran vida contigo sería en pie, alerta los dos en el sueño de este mundo real!
Convergencia de dos almas que si aún amándose sin saber por qué se separan, me elevo para no sufrir, en un dormir en el sueño que sueño.
Levitación increíble, asciendo hasta deshojarme a un recuerdo de rosa segura, inmarcesible, puesta ya todo a salvo de otro amor u otra vida que los que vivas tú.
Es la despedida ya, voy a dejarte.
¡Afuera, afuera, ya, lo soñado, flotante, marchando sobre el mundo sin poderlo pisar porque no tiene sitio, desesperadamente!
Huyo ligera, te abrazo por vez última, eso es abrir los ojos, no puedo compartir tu amor con otros amores.
Levitación increíble, me alejo, hacia el infinito, hacia arriba, para poder olvidarte, buscando lo que aún no he encontrado, un alma limpia, exacta, que hable mi mismo idioma.
A la vida infinita, sin término, echan lazos pueriles los segundos, los días, el tiempo, no serán contados sin ti a mi lado y me iré al silencio profundo del espacio.
Levitación increíble, mi corazón sollozante y sangrante, libre está para volar por la ventana de mi alma semientreabierta, entre sollozos puros de dolor.
Me alejo y mi pensamiento no se aleja de ti, sueño en mi levitar que estás conmigo y en alas del sueño se puede encontrar un nuevo destino, me iré a las cimas de montañas donde se congregarán los vientos y soplando uno tras otro junto al agua del río darán vida a un concierto.

Nunca te olvidaré, mi dulce y sereno amor será sólo para ti y desde todos los instantes fugaces del alma y en el ocaso cuando el mundo parece estar bajo los efectos de mágicos segundos, mi alma toda entera te estará esperando en un intrincado ovillo de pensamientos jamás expresados que sólo tú podrás que se abran como una corola de pétalos donde el amor estará impregnado.