Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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domingo, 3 de mayo de 2020

El desafío


Ritmos y silencios


Ritmos y silencios,
 la naturaleza toda,
siempre la misma y diferente,
nos conduce a  momentos
 únicos e inolvidables.

Dame a beber la poesía en el raudal
 de inspiración que es fragor de lucha
 en el día y en la noche meditación.
Una melodía de lejana orquesta
 viene con el día y anda en la floresta.

¿No ves alma mía
 que el silencio se aquieta
entre algarabías y festejos?
Entre ritmos y silencios,
el silencio avanza y ante él,
la esperanza del vivir entre ímpetus,
 anhelos,
deshoja una flor y el alma recibe dicha,
 alegría,
 surgiendo sin querer versos,
palabras de amor,
 prosas poéticas.

Prefiero los ritmos,
 las cadencias,
 las canciones,
 ya que el silencio
puede ser un humo congelado
 sin olor a combates,
 un perfume que estuvo,
un color que exprimió su gama de color,
el acto,
 revelado en un veraz espejo.

Los ritmos son palabras,
extendiéndose de una vez a sí mismos,
es plenitud de amores,
plenitud de periplo.

Ritmos y silencios,
 juntos se entremezclan,
 se enhebran en hilos de plata,
son dos ingredientes:
siempre y nunca.
Del silencio al silencio.
Tal el viaje completo.
En el trayecto,
ritmos, bacanales,
algarazos, proezas musicales,
 poemas de amor que vuelan.
Pero, en ambos confines del paisaje,
 silencios.

Es como un viaje,
 es la vida,
 en ambos confines
 del paisaje del existir,
 silencios.
Uno gesta el abordaje,
impío,
el otro acecha
entre corales engañosos,
las fauces abismales,
 prontas para el viajero de la vida.

Ritmos y silencios,
en motín valeroso y vocinglero,
como ángeles rebeldes,
nos alzamos para burlar el férreo derrotero
 y encontrar el sendero luminoso de la vida,
el de la alegría,
amor,
placer y gozo.

Más por más
 que hurguemos nuestro destino
está en el timón el rumbo
 escrito de cada viajero.

Un bandazo final y naufragamos,
voraz silencio engulle nuestro grito
pero con todas nuestras fuerzas
 e inagotable energía
 emergemos a la luz
 que nos hace estallar en cabriolas y danzas.

Ritmos y silencios,
nuestra vida nos disuelve
con la espuma del mar,
nos remonta con la bruma,
nos desbrida con el viento
y con un hondo estremecimiento
se aquerencia en nuestro interior
el deseo único de amar hasta la muerte.

Destellan en nuestro derredor
 un símil de paraíso,
un horizonte claro y puro,
 un límpido cielo azul
entre deslumbrantes colores
de crepúsculos cambiantes
 y así entre ritmos y silencios
 nuestra vida se desliza entre hechizos,
 magia de amores y desamores,
entre combates sempiternos
en búsqueda de la verdad de amor
sea tan solo un momento.

Después de tu amor


Después de tu amor,
me siento vacía,
sin tus alegres risas y besos cosquillantes
 y entre luces agonizantes
 busco el amor que no supiste retener.

Te llamo vigilante y sigilosa
 y camino de noche
como un pequeño fantasma silencioso.
Me diste la leve sombra
 de tu mano pasando por mi rostro,
me diste el frío,
la distancia,
tu cruel indiferencia,
me dejaste sin siquiera decir
 ¡un adiós!.

Después de tu amor
sólo pienso en el placer
que juntos inventamos.
¡Qué vanidad la mía,
imaginarme que pude darte todo el amor,
la dicha,
itinerarios,
música, canciones!

Es cierto que es así,
todo lo mío no te alcanzó
para llegar juntos
a la cima perfecta del amor.

Siempre fuiste mi espejo,
para verme tenía que mirarte y ahora,
 de pie,
ante el reflejo,
 interrogándose cada uno a sí mismo,
ya no nos miramos,
ya ni desnudos,
ya no me amas,
mi amor.

Después de tu amor,
 al extinguirse el último de los sagrados sones,
levántanse del fondo de mi alma
las visiones de los momentos cuando estábamos juntos
 y puéblense de sombras el ambiente que me rodea.

Después de tu amor ya no soy la misma.
¿Y cómo voy a serlo?
La nobleza del ideal me vio siempre a tu lado
y hoy que la vida a declinar empieza
 se encuentra mi corazón,
solo y cansado,
pierdo el camino
al perder la ilusión que fue mi guía.

Y entre las sombras
 una voz se escucha que me dice
 “¿seguir?”,
¡si no se llega!.
Y seguir es luchar,
¡qué inútil lucha!

Después de tu amor
¿por qué,
después,
lo que queda de mí es sólo un anegarse
 entre las cenizas sin un adiós ni nada más
 que el gesto de liberar las manos?
Antes, en el ayer del amor,
 lejos,
muy lejos,
donde nadie nos tocaba ni nos veía,
solos y juntos,
construíamos nuestra felicidad,
 hecha con amores,
sostenida por dulzura,
protegida con confianza,
creada con anhelos de vida juntos.

¿Qué te pasó?
 Desapareciste en la oscura noche,
 entre un tintinear de llaves
que anunciaban tu partida.

Nosotros,
que nuestro cielo era todo alado de olvido,
 parece que lo sucedido fue tan sólo un sueño.

Después de tu amor,
 ya sobre tu arpa,
ahogando sus rumores
 el tedio pesa y el silencio flota.

Ya nunca más te besaré en la frente
y mis versos ahora giran,
se deshojan,
 se van diáfanos sin llegar al papel
 que los espera ansiosos,
 quieren que el amor se vuelque en ellos.

¡Imposible!,
estuve durmiendo entre el mago azul de la mentira.
¿Nadie te ha dicho que el soñar consume?
No quiero más pensar en ti.

Trataré de ser yo misma hasta el fin de mis días,
recordando los momentos de alegría y felicidad.

Y cuando el mundo
 parece estar bajo los efectos de un encantamiento,
saldré libre y airosa,
sin tristezas ni lloros
a encontrar la verdad,
la fuerza de la vida,
el amor pleno,
total,
 verdadero y surgirá la poesía audaz,
 inquieta,
 fantasiosa,
sensual,
en el rojo resplandor del crepúsculo
 y en la nocturna soledad secreta.

Realidad interior


Realidad interior,
busco y escudriño mi alma
para encontrar la poesía
que me inunda como signo
y expresión vital.

Mis poemas son
mi experiencia de vida,
confluyendo en el canto,
búsqueda y encuentro
dentro de mi mundo interior
pleno de amor.

Es mi mundo del lenguaje
que se abre a una nueva realidad,
mezcla de frasea,
de ideas,
de pensamientos en torno al amor.

Resonancia cósmica del Verbo,
la poesía es para mí
una experiencia de vida
que me lleva sin saberlo
al poema que aparece
en las hojas en blanco,
su contenido vital
es el amor
que por ti siento.

Realidad interior
colmada de emociones,
de ritmos,
de música de melopea,
combinando acentos,
silabas, metáforas,
que son una necesidad para mi
de expresión
de visualizar en mi mente
lo que está en lo hondo de mi alma
y estéticamente
poder transmitirlo
a mi amado amante.

Realidad interior,
plagada de palabras,
frases de amor
que al plasmarlas en el papel
dan paz a mi alma,
son parte de mi esencia,
son mi sustancia misma,
es lo mágico que se siente
en el corazón
porque el amor lo despierta.

Realidad interior,
en mi,
hay quietud y movimiento
y todo lo que siento,
emocionada,
fluye en mis poemas.

¡Canto al Poema!
¡Canto a la vida!.

Realidad interior,
en un tiempo suspendido
en la nada y en el todo,
es una recurrencia amorosa
de dos amantes
que vibran cada un en el otro,
entre palabras y silencios
necesarios.

Poesía con sonido,
tiempo sin memoria,
espejos de la realidad
que reflejan el amor,
cadencias rítmicas
que nos llevan a vivir
entre visiones excelsas,
pletóricas de dicha
y no de mas soledades,
sí de emociones
poéticas de amor.

Y entre silencios y metáforas
voy buscándote a ti,
amor de mis amores,
entre imágenes
intensas y brillantes,
para clamar al mundo un
¡te amo!.