Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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viernes, 2 de noviembre de 2012

Aromas de vergeles


Ahora que no estás


Ahora que no estás, las horas pasan más lentas, el río corre despacio, el viento se detiene y tu alma ausente de mí hace que mi corazón vibre sin compases de alegrías y felicidades.
Ahora que no estás, quiero llorar e inundar mi olvido piadoso, mi corazón atravesado por el dolor de una traición que como espina me ha herido profundamente.
Ahora que no estás, rodeada de sinsabores, llena de mil preguntas que agonizan en mi mente sin respuestas.
Todo se perdió en un inmenso abismo.
Aún entre tantos devaneos  quiero no dejarte ir.
Ahora que no estás, invoco a los dioses del amor, para que iluminen tu alma y despiertes de tus incertidumbres, tus indecisiones, tus vagas ideas y me regresen tu amor intacto.
Ahora que no estás no hay instante en los días de mi vida en que sin quererlo te piense y suspire y en las noches te sueño conmigo.
Ahora que no estás lleno las páginas en blanco y escribo recuerdos palpitantes y existentes que a tu lado viví.
Te conocí tan de tiempo, que en tu amor me recuesto, cierro los ojos y camino sin errar, a ciegas, sin pedir nada a esa luz lenta y segura con que se conocen las letras y formas, pensamientos e ideas que me llevan a creer que tú eres, mi invisible existir .
Ahora que no estás, que te has ido, diciéndome que no me quieres, que has encontrado otro amor, ¿qué le digo yo a mis labios para que dejen de nombrarte?
Tengo preparado el cuerpo para el dolor y el beso que no te di con la sangre en su sitio, quedará dormido en mi regazo hasta el día en que quizás llegue alguien que me ofrezca sin más espera lo que tú no supiste dar.
¡Ay amor si me quisieras, si volvieras a mí aunque sea un instante, sería el gran día que con sólo una palabra abrirías las puertas de mi corazón!

Diálogo interno


Diálogo interno, palabras volátiles, sutiles a veces, buscando la verdad interior, otras veces bruscas, violentas, entrecruzando voces con silencios olvidados y secretos.
Diálogo interno ¿a dónde me conduce? ¿Qué busca en mi alma taciturna y triste y en mi corazón vacío de amor? 
Nadie fue capaz de reemplazar el amor que tú me dabas y el que tú mismo me inspirabas, hay silencios que no son silencios cuando se ama, son ecos profundos, suspiros que arrebatan el cuerpo y el alma y que surgen cuando hemos sido cautivados de manera total y profunda como lo has hecho tú conmigo.
Diálogo secreto, mundo mudo de palabras que vuelan en mi interior y balbucean, murmuran, se hunden en las noches lúgubres hasta que finalmente se encuentran en el nivel de las raíces donde se confunden todos los sentimientos.
Diálogo interno que vive en esta mujer poeta y mi espíritu como casa abierta, no tiene llaves en sus puertas e invitados salen y entran sin casi darnos cuenta.
Diálogo interno de palabras aladas, sagradas,  plenos de sentimientos, a veces antagónicos, otras veces coincidentes en búsqueda  de la cordura, la verdad, la armonía, la fidelidad de sí mismo.
Diálogo interno, lucha entre palabras que conllevan a la búsqueda de las fuentes del pensar a buscar la esenciabilidad del existir.
Son vahos de misterios, espejos de nácar, de lágrimas húmedas, que me llevan a existir a través de la vida, a existir a través del tiempo.
Diálogo interno que conlleva a entrecruzar todos los pensamientos, del ayer, del hoy, del siempre, marchen por otro rumbo para no conocer el dolor, el miedo ni la tristeza sin limitaciones, sin entredichos.
Me siento vulnerable, desnuda, pero habita en mí, en el fondo de mi alma, un camino que pide a gritos, que clama… por ser recorrido.
Diálogo interno, retumban las preguntas, los ecos contestan, buscando la entrega total del signo que ilumine el camino que nos lleva, en su trémula espera,  al gran amor a través de nieblas, nunca bastante claro pero sí seguro y total.
Hallazgo al fin de coherencias de palabras unidas, enlazadas, colmadas de luces en el arco de los cielos, bajando de  tiempos del ayer hasta el hoy.

Cómo decirte


¿Cómo decirte que te busco en el más allá, en horizontes, en el orbe todo?
¿Cómo decirte dónde estás, tú, el ausente, el inquieto peregrino, el aventurero, buscador de amores ocultos?
¿Cómo decirte que espero que vengas a mí, despacio, en silencios umbríos?
¿Cómo decirte que te busco en cada sombra?
¿Cómo decirte que en el bruno rincón veo tu figura esbelta como esencia luminosa rodeándome en su cerco de amor?
¿Cómo decirte que te bebo con mi aliento, que te acuno con mis labios, que te trizo con mis abrazos?
¿Cómo decirte que me abraces para susurrarte, suavemente, que eres el amado esperado, el misterioso ser que inundó mi alma?
¿Cómo decirte de mi vacío encendido en los espejos rotos de tu espíritu desdibujado que me ahoga desde tu distancia?
¿Cómo decirte, al fin, que te amo más allá del amor, que te deseo más allá de tu cuerpo, que dominas toda mi razón, desgranando mi piel?
¿Cómo decirte que te quiero mío y me quiero tuya hasta la eternidad?
¿Cómo decirte que extraño tus caricias leves y suaves, tus abrazos de silencio, mi imagen en tus recuerdos?
¿Cómo decirte que extraño tu voz, ese bálsamo errabundo que me busca en la oscura lejanía?
¿Cómo decirte que mi angustia espera tu presencia para seguir existiendo para ti?
¿Cómo decirte que si no te encuentro mi pasión se convertirá en polvo de cenizas y tendrás que armarme buscándome con tus besos intensos y furtivos?
¿Cómo decirte que necesito tus labios y tu aroma de amor en flor para que no exista más en mi vida esta ausencia tenaz?
¿Cómo decirte que añoro tu presencia para sentirme como naranjal en flor donde los azahares me hacen temblar de felicidad?
¿Cómo decirte que extraño tus manos ruborosas, plenas de caricias y calor?
¿Cómo decirte que me ames para que sea mi piel de abeja tibia palpitación cerca de tu corazón?
¿Cómo decirte que cerca de ti, tus ojos con sus fuegos de amor, de cálido verano me atan a ti en cada mirada errante?
¿Cómo decirte, amor, que al estar junto a ti, una música áurea del éter, lejano, colma mi alma en plenilunios no más solitarios?
¿Cómo decirte que te ruego que me ames como un narciso bebido por el sol de la tarde mientras mis manos buscan el agua de tu manantial?
¿Cómo decirte, ya ahora, en este instante, entre canciones y leyendas que tejen nuestro amor que lo nuestro perdurará por siempre?

En un rincón de mi alma


El secreto íntimo


El secreto íntimo, mi secreto escondido entre hilos de seda y entretejido con recuerdos cobijados con un manto de ilusión.
El secreto íntimo guardado entre ocultos lugares del corazón, nadie podrá saber nunca lo que esconde, ansias de amar, anhelos de vivir, felicidades transparentes entre luces multicolores.
El secreto, mi secreto ¿quién podrá resquebrajar el capullo donde está envuelto y encontrarse con el existir de mi vida?
Sólo podrá ser quién me ame con ese único amor perfecto que descubra las fibras más íntimas de mi ser.
El secreto íntimo no es un solitario enigma, es una red de intrincadas formas, de infinitos límites, de inescrutables contenidos donde mi alma guarda lo más íntimo de mi ser.
El secreto, mi secreto es el que en mi mundo interior vaga, se acurruca en lugares cálidos para vislumbrar la verdad de lo oculto en mi ser.
Mi yo interior lo escudriña, lo analiza, quiere saber el por qué de su existencia ¿qué es lo que guarda tan celosamente? ¿fantasías ocultas? ¿verdades a medias? ¿amores desvanecidos?, ¿reprimidos?
El secreto, único, irrepetible,  propio, sólo mío, donde duermen el amor y el deseo escondidos anhelando que en un resonar de campanas al vuelo, encuentren lo que están esperando, el ser conocido, el aire tibio de una noche de amor y desvarío.
El secreto, entre agobios y tristezas inundado de llanto y de quejas de dolores quiere escaparse de su escondrijo húmedo y tubio y encontrar el aroma perfumado que sólo un alma noble y pura lo pueda recibir.
El secreto íntimo, te siento rozándome invisible, sutilmente impalpable, en mi mundo interior y aunque sé que siempre te he llevado conmigo eres lo único, lo solitario  entre todas mis emociones.
Quiero que vengas tú, el amor esperado para compartir en nuestros instantes juntos este secreto tan íntimo y tan celosamente guardado para que cantemos juntos con la voz del alma el himno del amor eterno, sin subterfugios, sin huidas, sin heridas.
El secreto íntimo, compartido al fin con un presentimiento es como una hoja medio desprendida que ya la agita sin llegar el viento, hoja temblorosa y conmovida.
Mis ansias, mi angustia y mi tristeza desparecerán buscando en la dura realidad de la vida la belleza del vivir.

Desengaño



Desengaño, tristeza y dolor, la verdad afloró en un soplo del tiempo, la traición y la cobardía inundaron mi alma.
Aquel a quien yo consideraba mi ilusión de amor quitó su máscara y en un momento su verdadero yo, se atrevió a ser girar mi vida en esquivas y lastimeras quejas de llanto.
¿Quién es capaz de producir este desengaño tan humillante huyendo rápidamente después de la traición?
¿Qué buscaba al romper la unión, tan tiernamente atesorada, que creí que existía entre los dos?
Desengaño, por fin puedo decir que se rompieron las cadenas que me tenían presa.
Gracias doy al cielo por este gran milagro ¡no más humillaciones! ¡no más mentiras!
Desengaño, acíbar amargo y cruel, te amaba demasiado para merecerlo, te entregué mis vanas esperanzas, ¿quién te ha conferido el derecho divino de juzgar y el don de herir y lastimar a quien tan sólo te ofreció amor?
Al fin, todo terminó, dejé de ser el recurrente destino de tus falsas caricias, de ser la corriente perpetua de tus falsas mentiras.
Ya no eres más el fulgor donde se anidaban mis anhelos, arrasando mis sentidos a las alturas inolvidables del más allá.
¿Quién eres tú para ostentar como bandera al viento tus malignas verdades plenas de apetitos prohibidos?
¿Por qué crees tener el don de la persuasión para engañar por falsos caminos a quien te respetó y te dio todo su cariño?
Desengaño, triste y doloroso, has dejado de ser mi dulce amor, el prófugo príncipe enamorado que busca aventuras mortales y peligrosas.
Tristeza y dolor pero sentimiento de libertad total y por siempre ecos de mis esperas.
Has dejado una cicatriz más en mi alma pero con firmeza sólo será una raíz muy honda que ni se percibirá.
Mi amor, el verdadero, me encontrará y a mi vida retornarán como gotas de lluvia la esperanza, la fe, los anhelos de vivir.
Desengaño, cruel, pero ya superado, quiso hacerme daño pero no lo logró, mi alma aún apergaminándose de llanto por la desilusión resurgirá, pura y límpida dejando en las huellas del olvido lo que nunca debió acercarse.
Podré así sembrar y cultivar el amor que me inunda mi mundo interior y ser feliz, gota a gota cada minuto del existir.