Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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miércoles, 25 de marzo de 2020

Luna triste


Cómo decirte


¿Cómo decirte
que te busco en el más allá,
en horizontes,
en el orbe todo?

¿Cómo decirte dónde estás,
tú, el ausente,
el inquieto peregrino,
el aventurero,
buscador de amores ocultos?

¿Cómo decirte
que espero que vengas a mí,
despacio,
en silencios umbríos?

¿Cómo decirte
que te busco en cada sombra?

¿Cómo decirte
que en el bruno rincón
veo tu figura esbelta
como esencia luminosa rodeándome
en su cerco de amor?

¿Cómo decirte
que te bebo con mi aliento,
que te acuno con mis labios,
que te trizo con mis abrazos?

¿Cómo decirte
que me abraces para susurrarte,
suavemente,
que eres el amado esperado,
el misterioso ser que inundó mi alma?

¿Cómo decirte
de mi vacío encendido
en los espejos rotos
de tu espíritu desdibujado
que me ahoga desde tu distancia?

¿Cómo decirte,
al fin,
que te amo más allá del amor,
que te deseo más allá de tu cuerpo,
que dominas toda mi razón,
desgranando mi piel?

¿Cómo decirte
que te quiero mío
y me quiero tuya
hasta la eternidad?

¿Cómo decirte
que extraño tus caricias leves y suaves,
tus abrazos de silencio,
mi imagen en tus recuerdos?

¿Cómo decirte
que extraño tu voz,
ese bálsamo errabundo
que me busca en la oscura lejanía?

¿Cómo decirte
que mi angustia espera tu presencia
para seguir existiendo para ti?

¿Cómo decirte
que si no te encuentro mi pasión
se convertirá en polvo de cenizas
y tendrás que armarme
buscándome con tus besos
intensos y furtivos?

¿Cómo decirte
que necesito tus labios
y tu aroma de amor en flor
para que no exista más en mi vida
esta ausencia tenaz?

¿Cómo decirte que añoro
tu presencia para sentirme
como naranjal en flor
donde los azahares
me hacen temblar de felicidad?

¿Cómo decirte
que extraño tus manos ruborosas,
plenas de caricias y calor?

¿Cómo decirte
que me ames para que sea mi piel
de abeja tibia palpitación
cerca de tu corazón?

¿Cómo decirte
que cerca de ti,
tus ojos con sus fuegos de amor,
de cálido verano me atan a ti
en cada mirada errante?

¿Cómo decirte,
amor,
que al estar junto a ti,
una música áurea del éter,
lejano,
colma mi alma en plenilunios
no más solitarios?

¿Cómo decirte
que te ruego que me ames
como un narciso
bebido por el sol de la tarde
mientras mis manos buscan
el agua de tu manantial?

¿Cómo decirte,
ya ahora,
en este instante,
entre canciones
y leyendas que tejen nuestro amor
que lo nuestro perdurará por siempre?

Dime tú


Dime tú…

¿Cómo no quererte,
si te pienso todo el día?
¿Cómo no añorarte,
si te quiero junto a mí?
¿Cómo no buscarte,
si sin conocerte bien me haces falta?
¿Cómo no soñarte,
si te acaricio hasta en sueños?
¿Cómo no sentirme perdida,
si hay veces que me dejas en la nada?
¿Cómo no querer acariciarte,
si la brisa siempre lo hace?
¿Cómo no enamorarme,
dime cómo si he depositado mi fe en ti?

Fue tan poco el tiempo para amarte
que parece no hubiera sucedido.
Pero está aquí,
mi corazón herido,
sufriendo sólo al recordarte.

¡Qué triste,
cruel condena!
buscaré refugio en el olvido.

El olvido tarda,
lentamente,
pero llega y el corazón
parece conformarse,
en el fondo del alma una voz clama,
más no hay corazón donde abrigarse.

Dime tú que puedo hacer
si quiero quererte
y sólo puedo amarte,
quiero olvidarte pero vives en mi mente,
quiero no oírte pero gritas en mi corazón,
quiero alejarme pero estás en mí.

Dime tú cómo hago
para vivir si te necesito,
a ti,
como el día necesita la noche
para descansar.

Dime tú…
te escucho y suspiro
con todos mis sentidos,
¡te amo!
ven y
¡búscame ya!

Cuando estoy triste
pienso en ti
porque recuerdo
todos los momentos
que pasé contigo.

Cuando quiero que alguien me escuche,
pienso en ti
porque recuerdo
todo lo que me escuchaste decir.

Cuando quiero abrazar,
pienso porque recuerdo
todos nuestros abrazos.

Pero ahora que tú no estás conmigo
pienso mucho en ti,
sólo me pregunto algo:
dime tú,
¿qué piensas de mí?

El día menos pensado
te llevaré al cielo,
dormirás en una cometa,
bailarás en una nube
y cubriré todo tu cuerpo
con sonido de trompeta.

Una noche pensando en ti,
mis ojos se humedecieron
y entonces comprendí
lo mucho que te quiero.

El día menos pensado
te raptaré un instante
y te llevaré muy lejos
donde nadie te encuentre,
donde nadie te descubra,
donde nadie lo sepa.

Dime tú amor,
un día no sabrás como ni cuando
te besaré profundamente,
soñarás con ese día,
esperarás que en la mañana
te ame eternamente.

Tengo miedo de verte,
necesidad de verte,
esperanza de verte,
desazones de verte.
Tengo ganas de hallarte,
preocupación de hallarte,
certidumbre de hallarte,
pobres dudas de hallarte.

Tengo ganas de oírte,
alegrías de oírte
y temores de oírte.

Dime tú,
¿piensas en mí?

Pienso en ti


Pienso en ti
y no se si es cierto que te amo
o lo sé tanto que temo
que ese amor me traiga llanto.

Sólo tú haces de mi memoria
una viajera fascinada,
un fuego incesante.

Pienso en ti
y espero que te acerques,
quisiera sentirte cercano.
Todo hace el amor con el silencio
que puede ser como un fuego
o un templo de luces.

Pienso en ti,
quiero apretar tus manos
y me corre un secreto en la piel
que es feliz y ansiado.

Pienso en ti, te siento y miro,
lejanas,
mis palabras,
más que mías son tuyas
y de mis manos surgen
los poemas de amor que tú inspiras
porque llenas mi alma
toda de sortilegios mágicos y poéticos.

Quiero que los oigas,
que te lleguen proféticamente puros
porque voy tejiendo
con todos los poemas
un collar infinito
para que te envuelvan
y no te alejen nunca más de mí.

Pienso en ti
y en el equilibrio cósmico de la noche
mi voz interior me despierta,
me pregunto porqué busqué
en mi ser profundo
para saber lo que me desconcierta.

Pienso en ti,
muchos afanes de días,
muchas noches sin estrellas,
pondré un manto de olvido
sobre este dolor que me aqueja.

Pienso en ti constantemente,
construiré este poco de vida
con lo poco que me queda,
pero aún tu voz no se calla,
me agita,
me apena.

La noche está terminando,
ya entra la luz primera,
es una noche que pasa
y ella se irá con el alba.

Si todas las noches pienso en ti
y sueño contigo
¿por qué no vivo en un sueño?

Pienso en ti,
imagino eres el viento,
rozas mi cara,
mis manos,
tocas todo mi cuerpo
y en su silbido apacible
puedo sentir tu aliento.

Cuanto estás tú callado,
pienso eres mi silencio.

Me tocas con tu mirada
y me recorres toda
y mi alma vuela apresurada
cruzando mares,
desiertos.

Pienso en ti,
en nosotros no existen fronteras,
tampoco tiempo,
quisiera tener alas para volar
y estar a tu lado acompañándote
y apoyándome en tus brazos.

Pienso en ti amor,
te pienso con ansias
de frenesíes y pasiones,
cuando me abrazas siento
que tuve contra el pecho
un palpitar sin tacto,
cerquísimo,
de estrella que viene
de otra vida.

Pienso en ti,
porque te alejaste
y siento sobre el alma
esa opresión enorme
de sombras que dejaste,
de palabras,
sin labios,
escritas en papeles
que vuelan con el viento,
dejándome tan solo
el hueco de tu cuerpo.