Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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viernes, 30 de diciembre de 2011

Mientras espero



Mientras espero inunda mi alma el perfume lejano de tu ausencia que acaricia mi piel y me abraza tu silencio.
Mientras espero me rodea un silencio de voces y ojos cenicientos de cristal y te amo en la espera en un letargo impreciso que arrastra en sus alas minutos y tormentas para acercar a mis caricias el fuego de tu piel.
Mientras espero borro el sueño de tu lejanía, mi delirio, mi ilusión, mi incertidumbre.
Mientras espero, te quiero en mi presente, en este hoy de cantos de cigarras, de trinos enjaulados, de flores indefensas y de cielo lleno de brotes blancos.
Y al sentirte, de mi alma se abren palabras nuevas, encendidas de amor, sílabas largas, versos áureos que acarician tu ser.
Mientras espero te siento como la sombra que me acompaña.
Te busco y te pienso, eres el que alimenta mi espíritu y calmas mi sed.
¡Ámame!
 Seré la sal de tu camino y el verde de tu sombra acogedora.
Mientras espero, lentamente me sumerjo en la nostalgia de tu ausencia.
Respiro desde lo hondo de mi ser esa presencia esquiva, plena de misterio que me niega tus manos y tus ojos.
¡Qué difícil es encontrarnos!
 Te encontraré mientras espero, a través del misterio nunca bastante claro y estaré contigo en el remanso de agua mansa, bajo la verde cabellera de un sauce.
Mientras espero, pensativa y triste oculto mi pena muy dentro y mi corazón palpita sin engaños, buscando la paz y la ventura, reviviendo lo que pudo ser y no fue.
Las preguntas me acosan, ¿por qué para poder tenerte en mí, no debo tenerte para mí? ¿Toda mía es la culpa de tu ausencia? ¿Será mi culpa? ¿Y tu miedo a amarme y ser amado?
Mientras espero, más te amo cada día porque estás en mí y la paz serena del amor que siento sacude mi soledad y me hace sentir que acaricio el pétalo de tu sombra y que sigo viva, existo, gracias a ti.

Nuestra historia



Nuestra historia, sólo nuestra, la vivimos con total intensidad por cielos abiertos, verdes follaje, flores de jacarandá en campos de amor.
El cáliz de ambrosía que alzamos juntos nos condujo al umbral total de la felicidad.
Nuestra historia, con altibajos, de lejanías y cercanías, de discordias y armonías. nos conducen a esta nueva existencia.
Nuestra historia que como un río que corre rumoroso, resbaladizo, zigzagueante, nos lleva uno junto al otro, viviendo momentos de intensas emociones.
Los dos, unidos como alondras, nos arrullamos en las noches de estío bajo cielo estrellado.
Nuestra historia en la que somos protagonistas de amor de amores entre velos espumosos de azahares blancos y cerezos en flor.
Cuando estamos juntos siento alas en mis ojos y nubes de música en mis manos. Siento en mis pies enloquecidas olas y jilgueros de viento en mi garganta.
Nuestra historia nos hace acercar uno al otro y todo en nosotros quiere volar, quiere ir a un arroyo rumoroso, quiere enredarse en un balcón de arroyos grises y perfumes amarillos.
Nuestra historia nos hace vibrar y acercarnos siempre aún desde lejos, entre alondras y palomas, nos atraemos desde la distancia que es verde y planicie pura y nos llevan a abrazarnos entre hojas frescas y aguas de espejos caminantes.
¡A fin estamos juntos! Y me ahogan tus ramas de piel caliente. Me sacude el elixir de tus caricias cual sibilino pájaro de fuego.
Nuestra historia aturde todo nuestros sentidos y queremos sentir ese cerco que nos rodea y hace confundir nuestros cuerpos, nuestro aliento, nuestra piel, nuestros ojos de humo y de mundo sin final.
Apaguemos el viento que delira y nuestros temores indefensos y llegaremos juntos, muy juntos a la perfección del amor.
Ésta es nuestra historia, solos tu y yo, nuestro cuerpo perfecto, nuestra historia de dos, nunca impredecible pero sí eterna.
Nuestro amor es historia compartida como una huella que no se olvida, una lágrima en la almohada, un suspiro que no acaba.
Cuando nos abrazamos, tu piel de nave humedecida, me sacude, me desdobla y me eleva.
Somos dos, nacerán de í y de mí nuestros abrazos como nacen en tu boca las flores encarnadas que dejas en la mía.
Volaremos juntos, nos tragará el viento y distancia luminosa nos hará soñar en que hoy… tal vez mañana… quizás un día los dos estaremos en nuestro nido de amor.

Soñándote despierta


Soñándote despierta, te añoro, te extraño, te quiero en mi mundo mágico y en el real.
En el sueño los seres se desnudan íntegramente, no hay sonrisas falsas, gestos ocultando las intenciones y si pudiera gritar, las palabras serían testamentos de versos de amor para repetir, libres de mentiras, la hazaña del día y el amor que tú despiertas en cada poro de mi piel.
Te sueño bajo un manto de oropeles, de luces titilantes junto a mí.
Pongo mi mano, humildemente estremecida sobre tus rodillas y mi cabeza se posa en tu pecho escuchando el latir armonioso de tu tierno corazón.
Soñándote despierta, abrazada a ti, sin preguntarte nada, de miedo de que no sea verdad que tú vives y me quieres.
Y estoy abrazada a ti sin mirar y si tocarte, no vaya a ser que descubra con preguntas, con caricias, esta soledad inmensa de quererte sólo yo.
Soñándote despierta, veo a mi lado tu cuerpo, tu beso, tu abrazo frenético buscando su realidad en mí como un puro y mágico milagro.
Soy tu desnuda Venus cierta, entre auroras seguras que se gana a sí misma queriéndote.
Soñándote despierta,¡de tan cerca y de tan lejos! Y pienso en ti felíz entre pámpanos de luz.
Soñándote despierta, sobre tu corazón entregado a la vida y sobre el río inquieto de tus pies y manos.
Y soñando alguna vez diré que sí, que no, respuestas de azar y de milagro a preguntas que ignoro, que no veo, que no sé y cuando me despierto ellas se esconden, ya invisibles, se apagan, se van.
Soñándote despierta ¡ qué paseo de noche por la playa iluminando la luna el mar que fosforece con tu ausencia a mi lado!.
Me acompaña el sentir que no vienes conmigo pero que piensas en mí y eso da calor al alma, reconforta el corazón.
Los espejos, el agua, se creen que voy sola, se lo creen los ojos, sirenas de los cielos plenos de estrellas titilantes pero en mi mano yo llevo estrechada la tuya, cálida, tierna, que palpita en la mía.
Soñándote despierta estrecho tu cuerpo junto al mío y siento que tengo contra mi pecho un palpitar sin tacto, cerca, muy cerca, de estrella fugaz que viene de otra vida.
Soñándote despierta escribo para ti mis versos de amor escritos con notas musicales que vuelan ingrávidos por el aire hacia un mundo nuevo, el nuestro.

Y tú... me acaricias



Y tú… me acaricias, me estremezco de emociones reencontradas, de ilusiones níveas, el estar entre tus brazos es llegar al infinito del existir.
Y tú… me acaricias, el sol esconde los claveles de la brasa y mi cuerpo te siente y vibra en las ondas del aire.
¡Ah!,  qué emoción profunda me envuelve en el tremendo afán de ser ola, nube de sal, deshaciéndose en la llanura fluyente del mar de tu cuerpo extendido a mi lado.
¡Cuánta gracia, me entrego a ti, soy tuya, pájaro de fuego y ramos de laurel en mi enardecido pecho que se agita cual destellos de lirios de espuma .
Y tú… me acaricias, es el minuto esperado, la hora larga, la noche entera, entre suspiros entrecortados como sonoros espejuelos de plata.
Mis entrañas se agitan con tremenda fuerza y me entrego a tus manos suaves y sedosas envolviéndote con guirnaldas de flores y collares de música.
Y tú… me acaricias y en tus brazos poderosos, me estrecho y nos elevamos juntos a la divinidad misma por fuerza del Amor.
Nos vamos en las manos del viento, sin dejar huella, como flores sin dejar rastro y nuestro amor crece…crece, hasta llegar del crepúsculo al horizonte lejano.
Nuestras miradas se cruzan y nos llevan al infinito anheloso que buscábamos.
Y tú…me acaricias, con pámpanos de luz y yo como pájaro del canto voy feliz a tu boca sensual, suspirando entre cada beso cálido.
La alegría nos inunda y de nuestras diestras jamás se apartan y nuestras formas sobre la arena de la playa se extienden en un solo ser.
El aire salado, sensual, nos rodea y roza nuestra piel y somos felices, indolentes, sin dejar de besarnos y de amarnos entre redes de antiguos violines que nuestros cuerpos reclaman.
Y tú… me acaricias riente y libre con guirnaldas de piernas y brazos y nos abrazamos cantando por las aguas y arenas ociosas en la inmensidad verde y azul.
Y juntos retozamos desnudos en las aguas entre azucenas de blanca hermosura y vestiduras de música.
 Y la luna entre los sauces se asomaba y acompañaba nuestra danza de amor también desnuda y casta.