Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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miércoles, 29 de enero de 2020

El tiempo y la luz


Pesares del ayer


Pesares del ayer
vuelven a mis recuerdos
cual de puerta pesada
cuando gira
sobre goznes de hierro enmohecido.

Anidaban en las grutas del olvido
y ahora pregunto
¿por qué regresan en un sombrío torbellino?
Pesares del ayer renacieron
en una mañana apenas comenzada,
áspera y fría cual musgosa bruta
y ardieron en el cielo de esa aurora
nubes de un rojo intenso
como en un conjuro infernal,
colmado de bramidos cayendo cual torrentes.

Pesares del ayer
como nubes de borrasca
me inundan con un ronco eco
de dolores idos.

Todo aquello pasó
pero aún en mi mente siento remordimientos
por no haber sabido actuar con límites
y dejar pasar al dolor
por mis fronteras que debían protegerme.

Pesares del ayer,
mi afligido pensamiento quiere ahuyentar
las sombras de aquellos ayeres,
de aquellos amores que en vano llegaron a mí.

Pesares del ayer,
recuerdos que deben irse
al lugar secreto donde reina la paz y el silencio
haciendo irse muy lejos a los tormentos imborrables
y a las tristes agonías
como son una mano fría dentro de mi pecho.

Quiero que todo lo pasado que provocó dolor
se hunda en hondos precipicios palpitando
en un viento ardiente
como el que sopla en un gigante incendio.

Pesares del ayer,
dejadme vivir desde el Hoy
la vida en un continuo palpitar de alegrías,
esperanzas,
ilusiones sin llantos ni gemidos,
plena de amores y deseos calmos.

Y poco a poco nacerán los versos,
las frases,
las prosas,
entre perfumes de flores
guarnecidas de pimpollos nuevos.
Y entre risas y lloros en flor
mis prosas volarán en las alas de mis sueños.

¡Versos!
¡Palabras de amor!,
me hacen refugiarme en el mundo del olvido
sin pesares del ayer,
sólo estrofas entonadas como canción de vida.

Pesares del ayer,
unos los hundo en el mar,
otros cruzan por el éter
para que beban luz en las estrellas
y no regresen jamás a mis recuerdos
que tan sólo quieren revivir
los mejores instantes de felicidad
de los ayeres de ayeres y en este Hoy
dormitar en el silencio de la luna llena
rodeada de luces brillantes de amores nuevos.

Sedúceme


Sedúceme,
conquístame con tu voz profunda y única
y tus palabras colmadas de amor
que llegan a lo profundo de mi alma
dominando mi razón y rasgando mi piel.

Aún en tus silencios tu voz me acaricia,
me subyuga,
me estremece en un letargo impreciso
que el tiempo desgrana.

Sedúceme,
sin siquiera tocarme,
haz que mi deseo tiemble entre delirios,
ilusiones,
incertidumbres.

Necesito vivir en un rincón de tu presente
y que mi imagen la guardes
atiborrada de recuerdos.

Sedúceme tan sólo con tu voz
en un aire silencioso
que como bálsamo errabundo
me busca en la oscura lejanía.

Te siento pero no te tengo,
mi cuerpo mudo de cariño
necesito ser pasión en polvo de cenizas
para que me armes con tus besos redentores.

Sedúceme,
tendrás que hacerme hoy y fuego,
vivir presente en mis formas afiebradas.
Necesito reír contigo,
escuchar con tu voz de horizonte tibias
de palpitación tus palabras de amor.

Enséñale a mi boca a que te busque
en la intimidad del silencio,
en la compañía del pensamiento.

Sedúceme poco a poco,
despierta todo lo que en ti provoco
que me hace pensar que necesito tu risa y alegría
cada vez que me llamas.

Estás lejos,
lo sé,
pero te siento tan cerca
que me llega tu sabor a gloria de tu alma
y tus coqueteos me hacen estremecer de placer.

Sedúceme con tacto
como si fuera seduciendo al viento
o como desojando una rosa
y dime como enredarías tus dedos entre mis cabellos,
hoy los he peinado con perfume de sándalo.

Dime lo que quieres
con mezcla de ternura y de ansias locas
que penetren en mi alma
que te está esperando.

Sedúceme como distraído,
respira profundo,
acércate a mí con tu voz serena,
con tus palabras que como caricias
hacen vibrar mi cuerpo y sentir ese tu aroma
de flor de azahar sobre mi cara.

Quiero sentir cerca tu aliento cálido y dulce,
que no se apague la débil flama
de este amor febril recién iniciado.

Sedúceme con tu encanto,
átame con tus deseos desde tan lejos,
confiésame tus anhelos y déjame vivir en tus sueños.

Te nombraré en mis suspiros,
te dibujaré en el pensamiento,
te querré con los sentidos
y te entregaré mis sentimientos.

Sedúceme hasta en mis sueños,
que tus dulces palabras de amor repiquen
como ecos en mi alma que te espera ansiosa
con deseos de compartir contigo
todos esos distantes de estar juntos
con gozo y placer.

No me digas no



No me digas no.
(necesito sentirte a mi lado,
desde allá muy lejos,
la música mágica de los violines
dibujan prodigios en el aire al sentirte llegar).
Quiéreme.

No me digas no.
(el tiempo es río que huye y perdida
me siento al no estar entre tus brazos,
desde que te fuiste mi alma está triste).
Quiéreme.

No me digas no.
(en claridades de luna y brizas de jardín
elevo tu nombre por aires en vuelos
y en oraciones dulces y melancólicas
que antes no sabía brotan cada día
de mi corazón enamorado palabras de amor).
Quiéreme.

No me digas no.
(en el fulgor de la alborada
mis sueños susurran
pensamientos invocándote siempre,
quiero tenerte en mis mañanas
como no te tuve en mis ayeres).
Quiéreme.

No me digas no.
(ven en mis noches de soledad,
no me abandones,
en silencio avanza pálido el dolor
por no tenerte y ante él
la esperanza deshoja una flor).
Quiéreme.

No me digas no.
(mis suspiros necesitan estar contigo,
abrazada a ti,
inmóvil,
sólo mi profunda respiración
moja el claro cristal de la quietud
que nos une en un imperceptible chal de espuma).
Quiéreme.

No me digas no.
(mi alama clama por ti,
ondea mi canto pleno de dulzuras
y sueños y mis prosas,
mis versos,
parece que llegan de la azul inmensidad)
Quiéreme.

No me digas no.
(te busco y no logro hallarte,
te siento en horizontes lejanos,
pero te aguardo ya que presiento
que el coro de las hadas del bosque te traerán a mí,
porque ellas encuentran lo que nunca se logra hallar).
Quiéreme.

No me digas no.
(percibo la sombra de la ilusión y la sed
de lo imposible como una braza llena de fiebres locas
mi corazón atormentado y deseoso
de gozo y placer).
Quiéreme.

No me digas no.
(riamos juntos en trémulos esplendores de amor,
ven a mí y las liras de cristal sonoro
tañarán las ondas de plata de las aguas
quietas y volarán entre ritmos
los aromas de dos almas que se aman).
Quiéreme.

No me digas no.
(tú eres y serás mi inspiración de mis poemas,
de mis versos,
de mis prosas,
porque sólo tú llenas de armonías
el viento y ardes como llama brillante en mi alma).
Quiéreme.

No me digas no.
Juntos viviremos amaneceres brillantes
entre alegres cantares de frescas notas
y en fantásticos pentagramas,
plenos de dicha y luz crearemos nuestro nido
entre un pasaje que canta y cantando
nos cuenta sus misterios
en un alado idioma sin palabras.