Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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jueves, 11 de enero de 2018

Mi Júbilo


Quisiera ser


Quisiera ser
en este existir del Hoy
Como una mariposa, o libélula, o un colibrí
Para libar en las flores su fragancia exquisita
para que tú puedas sentir
el aroma en mi piel, en cada poro,
para que sientas que mi cuerpo es tuyo para siempre.

Quisiera ser en tu vida,
algo más que un instante,
algo más que una sombra
y algo más que un afán
o tan solo un recuerdo constante.

Quisiera ser en ti mismo
una huella imborrable
y una sola verdad.
Palpitar en tus rezos
con temor a abandono,
en todo y por todo
complemento de ti

Quisiera ser para ti
un gozo inmediato,
pasmo que se acerca,
la frase más difícil,
la penúltima,
la que lleva,
derecho,
hasta el acierto,
perfección vislumbrada, siempre nuestra.

Quisiera ser una red infinita
de caricias y besos,
pero no una costumbre de estar cerca de mí.

Quisiera ser en tu vida,
una pena de ausencia,
un dolor de distancia
y una eterna amistad plena de amor.
Algo más que una imagen
y algo más que el ensueño
que venciendo caminos llega,
pasa y se va.



Quisiera ser el llanto en tus ojos
y en tus labios la risa,
ser el fin y el principio,
la tiniebla y la luz
la tierra y el cielo…
Y la vida y la muerte.
Ser igual que en mi vida
haz venido a ser tu.

Quisiera ser de ti
aquel suspiro callado,
ese grito en silencio
que se oculta dentro de ti.

Quisiera ser tu sombra incansable
para estar eternamente junto a ti.

Quisiera ser en ti el aliento,
el crepúsculo en tus noches
y tu nuevo amanecer.

Quisiera ser en ti,
el agua que recorre tu cuerpo lentamente
y adentrarme hacia tu alma
por los poros de tu piel
y fundirnos en un mismo fuego,
ser un solo cuerpo,
una misma esencia,
hasta el fin de nuestra vida.

Momentos precisos


Momentos precisos,
sorpresivos, no esperados, únicos.
Nos encontramos sin buscarnos,
nos miramos hasta el fin
de nuestros días.

Momentos precisos,
plenos de amor, gozo,
placer de estrecharnos
en nuestros cuerpos
ávidos de ser amados.

¿Por qué ahora, cuando ni lo intuimos,
ni lo percibimos, nos encontramos
en un instante vacío de amor
en nuestras almas?.

Eres la frescura del aire que respiro,
el aroma del bosque umbrío,
la espuma del mar en calma,
el aire diáfano del día azul.

Momentos precisos,
surgidos de la nada,
de lo profundo de nuestras vidas,
cual mágicos momentos irreales y misteriosos.

Momentos precisos,
plenos de dichas, de emociones intensas
que hacen que la sangre corra por mi cuerpo más aprisa,
entre arpegios y bemoles,
música sincopada de cuentos inventados.

Momentos precisos,
necesarios, anhelados, con todo el amor
que se puede esperar en tan sólo un beso apasionado
entre suspiros de gozos y placer.

Te quiero junto a mí, quiero sentir tu latir,
tus emociones, tu calor cerca de mi cuerpo.

Momentos precisos,
el oído pegado sobre el ángel que custodia
el hechizo de tus sueños
mi mano angustiándose en el aire
por el largo alumbrar del movimiento
con el pulso agitado de la sangre
sobre el somnoliento silencio
se quema las llamas del placer y el gozo
como un ave de marfil en primer vuelo.

Momentos precisos,
aquellos los preciados, los queridos, los anhelados
con frescura de amapolas y espigas
brotando verdes en la hierba.
Ahoga en desazón al pensamiento,
se detienen las horas de la espera
en el momento inolvidable de este instante
donde yo espero que nazca en tus ojos
el verde que refresque mis sentidos.

Mi recuerdo eres tú


Mi recuerdo eres tú
(parece que flota…
es tan suave su ir y volver
bajo el fanal errante de la luna
confidente del bardo peregrino)

Mi última esperanza
(irradias en la sombra
todavía siguiendo un ideal
que no se alcanza,
merodeando en la sombra
la ilusión perdida que fue mi guía)

Mi recuerdo eres tú
(y hoy,
en este otoño que estoy viviendo
y que la vida empieza a declinar,
se encuentra mi corazón
solo y cansado,
sólo me hace feliz tu recuerdo
turbando el nocturno desasosiego)

Mi última esperanza
(tú, mi todo,
eres el que despiertas
con cada triste sonido,
lento toque de notas vagas
que el viento lleva
a flotar como doliente gemido
y de la noche en calma,
tú mi melancólico
me haces estremecer el alma
en vibraciones impredecibles)

Mi recuerdo eres tú
(fuiste mi mundo de venturanza
que me llevó a la plácida nota larga,
tu voz me sigue acariciando
y como un suave reproche
se desgrana en la calma noche
las perlas de las delicias vividas a tu lado)

Mi última esperanza
(¿es que acaso ya no estaremos más juntos?
Quiero flotar en el éter la aúrea nota
que nos unía en un bálsamo efluvio
de noche primaveral.
¡Ven a mí!)

Mi recuerdo eres tú
(¡qué instantes más frenéticos y voraces
vivimos tú y yo!
bajo cielos escarlatas
que se extendían inflamando mantos
sobre nuestros cuerpos)

Mi última esperanza
(no quiero que seas mi silencio total
en un viaje completo de la vida,
te quiero en su trayecto en bacanales,
algazaras, proezas musicales,
en una gesta al abordaje de la felicidad
y de la paz eterna)

Mi recuerdo eres tú
(por ti anduve en el mar,
altiva como una ola,
una ola desnuda y sola estallando
en cada cabriola y desgranándome
al recordarte en cada instante)

Mi última esperanza
(por ti,
un hondo estremecimiento
se aquerenció en mi interior
y destelló en derredor,
un símil del paraíso
al pensar en ti)

Mi recuerdo eres tú
(serás siempre
un horizonte plomizo en mi vida
quedando siempre
un goce en mi corazón
y en mis manos desoladas,
entristecidas, marcadas,
donde mi piel te recordará siempre)

De nada me arrepiento,
pues la verdad de un momento
se grita como absoluta
aunque al final de la ruta
otra verdad la reemplace.
Viví desde la cima a la cumbre,
ardida en ardientes lumbres,
en un eterno recomenzar.