Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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jueves, 18 de junio de 2015

Suspiros al destino


Cercana ilusión


Cercana ilusión,
quiero estar contigo,
no te encuentro en horizontes sin fin,
mis pasos resuenan en la acera solitaria
y se pierden en la cinta del eco
enredada en la cabellera de los árboles.

Ha de haber una puerta sin cerrojos,
una ventana sin vidrios,
un espejo caído en mil cristales,
por las que podré entrar
y encontrarte amado mío.

Cercana ilusión,
como un ladrón de cielo,
buscando la raíz de los quebrantos,
la razón terrible de por qué te has marchado.
Creo haber hallado el verdadero sendero
por el que nos encontraremos,
aún en sueños
donde los seres se desnudan íntegramente,
no hay sonrisas falsas,
gestos ocultando intensiones equívocas.

Cercana ilusión,
si pudiera gritar para encontrarte lo haría,
las palabras serían testamentos para repetir libres de mentiras,
la hazaña del día.
No te perderé,
estoy llena de ti,
llevo conmigo tu esperanza invicta
y los diluvios de nuestros cuerpos
empapados de amor.

Te encontraré para amarte más,
déjame entrar a tu íntimo alfabeto
para saber lo tuyo por su nombre
y a través de tus letras hablar de lo que permanece
y también de auroras y de nieblas.
Cercana ilusión,
déjame entrar para aprenderte
y girar en tu órbita de voces
hablándote de lo que me acontece
y descubriéndote a ti, mi amado amante.

Y en el perenigraje lento
de las horas que resbalan
coloreándose hacia el alba
mi cercana ilusión se cumple
y tú vendrás hacia mí
haciendo eterna nuestra unión
como faz que se dobla
en el arco haciéndose durar.

Cercana ilusión,
plenitud total,
sin quebranto ni inclinaciones inciertas,
centro donde el esplendor
se esparce entre instantes a la deriva.
Al fondo de nuestros secretos,
los dos sabemos que nos amamos,
que tuya soy, que tú eres mío,
nuestros ojos develan sus brumas,
nos miramos frente a frente,
tejiendo un manto de niebla
para ocultarnos
de aquellos que niegan lo nuestro.

Cercana ilusión,
el deseo en nuestros cuerpos nos acerca,
nos empuja a estar juntos en ritmos,
balanceos de gozos y danzas.
Seremos como dos llamas
que apagan su calor
cuando están más fundidas
y tienen más desolación
cuando parecen más unidas.
Ya estamos cerca, muy cerca,
nuestros cuerpos se buscan con fervor.

Estamos en el borde del sueño
y nuestra desnudez
absorberá la luz de los espejos
y eres tú y soy yo
y es un caminar en círculo
dar a nuestros hechos dimensión de arco
y a solas con un impulso loco
decirte
“Te amo”.

Quisiera que estés presente


Quisiera que estés presente
con el color de tus ojos o tu voz o tu risa.
¿Lo sobrenatural nació quizás contigo?
Hoy estoy pensando en ti…
como lo hice ayer
y lo haré mañana.

Mi mente repite tu nombre,
mis labios lo gritan,
mi cuerpo extraña el calor de tu cuerpo.

Te extraño,
extraño el sabor de tus labios…
Extraño la caricia de tus manos.
Quisiera que estés presente,
aquí a mi lado…
Quisiera poder besar tus labios
y tomar tu mano.

Pero no puedo,
no estás presente y te busco
en una búsqueda incierta,
inasequible, eterna,
jugando con nosotros a será o no será.

Sé que te encontraré,
estaré siempre al acecho en las altas madrugadas
por si cruzases por mis soledades
entre alas invisibles que se cruzan
y envuelven mi cuerpo esperándote.

Quisiera tenerte a mi lado
en el frescor de mi cuerpo enternecido
donde la hierba se siente ya iniciada
entre musgo verde y recién brotado,
entre la sombra de los sauces inclinados.

Quisiera que estés presente
y te entregaría un poema de amor
como puñado de agua límpida,
entre un espejo agradecido
donde acontece tamizada la tarde.

Estaré contigo agradecida
de tenerte entre mis brazos
pero es ardua la empresa,
la curva se endereza y pienso
que sin acertar el rumbo
ni la escala estaría mi cuerpo contra el tuyo
en la alta luz que con ímpetu
resbalaríamos en nuestro nido de amor.

¿Cómo apresar la sosegada llama
que te entibia los ojos?
¿O el frenesí que tu mirar proclama
cuando se incendia pródigo de rojos?
Quisiera que estés presente
desvivida por besarte
y mi piel en este estío enamorado
tiembla como adolescente enamorada
y hasta mi corazón multiplicado,
arde entre las ramas del cerezo.

Hollo mi memoria en una espera cotidiana,
corriendo por mis venas mi amor para ti consagrado,
ajena a la honda espera que el tiempo riguroso sazona.

De repente,
llegaste,
como llegan las nuevas
que sacuden las entrañas,
tiembla el aire,
temblamos los dos tan sólo con mirarnos,
empañadas nuestras voces,
quebradas nuestras alas sólo sonrisas y cantos,
besos sin fin
hundiendo nuestras cabezas confundidas
entre nuestros regazos.

Quisiera que estés conmigo siempre
ya que hambrienta de tu amor estoy
y mi cuerpo puro y casto
te reclama fatigando mi corazón y mi respiro.
¡Quiero vivir los besos
con sensación de retorno siempre!

Instante de amor


Instante de amor,
breve,
brevísimo pero intenso,
apasionado,
haciéndome vibrar
todas las cuerdas de mi cuerpo.

¡Qué olor de azahares y madreselvas
a mi pecho se derrama
al sentirte en mi alma!

Eres la luz que ilumina mi alma encendida,
me enseñas la orilla de ese mar que descansa
y al rayar el alba puedo tocar tu silencio,
instante supremo,
despierto el tormento de un amor sin fronteras,
sólo instantes,
pequeños espacios de presentes eternos.

Instante de amor y dulces miradas
con cálido encuentro a puertas cerradas
con un mar de palabras no pronunciadas
y caricias aisladas con un verbo inspirado
en un mar liberado.

Al llegar el ocaso de una línea de mi vida,
recordaré ese instante,
único,
reflejándose siempre
en el espejo de mis pensamientos
y besaré en silencio
que dio vida al placer de sentir en mi alma,
tu ser.

Lo que sentimos es un camino sin un principio…
ni un final.
Fiel a mis instintos y al deseo de vivir
una experiencia mágica,
única,
distante,
sobrenatural,
te escogí a ti en un breve instante y tú a mí,
con la única protección de mi secreto…
tú secreto,
corriendo juntos los momentos breves
como los más vibrantes del amor.
Instante de amor,
suspiros entrecortados
como cantos de aves en enero al abrirse
las amapolas bajo nieve,
invisibles.

Se escucha el canto del gran hallazgo
que al amor se le oye,
su soliloquio,
claro,
sin esperar que llegue ese día preciso.

Sólo cuando el amor despierta,
me roza por instantes aún en una noche fría
ya que el impulso del amor brota
con música de liras el don de alegrarse,
seguir su ímpetu y conquistar
su forma por el aire diáfano.
Instante de amor,
breve pero lento,
pleno de placer y alegrías,
deja lágrimas de emociones llenas de ti
y de mí en surcos de pasión aclarando
tristezas y llenando melancolías.

Lágrimas por quererte,
secarlas con sentimientos
que perdurarán por siempre.

Y de noche te sueño,
te contemplo a mi lado
y te miro sin saber que existes,
en poder pensarte y te siento con amor,
aún sin saber si estarás junto a mí algún día.

Instante de amor,
sueños que ilusionaron,
sonidos que se soñaron,
miradas que pretendieron poseerte.
Suaves llegaron tus palabras
¡todo ilusión,
pretender que existes,
que me amas!

Déjame amarte aún sin tu saberlo,
amarte es mi presente,
es mi futuro,
sólo sueño amarte porque amarte es mi ser,
es mi vida,
es mi anhelo,
mi deseo más profundo.

Instante de amor,
te hago llegar en él mis palabras,
mis sentimientos,
¡siéntelos!
y búscame más allá del final del mundo.