Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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lunes, 18 de febrero de 2019

Indiferencia


No me digas no


No me digas no.
(necesito sentirte a mi lado,
desde allá muy lejos,
la música mágica de los violines
dibujan prodigios en el aire al sentirte llegar).
Quiéreme.

No me digas no.
(el tiempo es río que huye y perdida
me siento al no estar entre tus brazos,
desde que te fuiste mi alma está triste).
Quiéreme.

No me digas no.
(en claridades de luna y brizas de jardín
elevo tu nombre por aires en vuelos
y en oraciones dulces y melancólicas
que antes no sabía brotan cada día
de mi corazón enamorado palabras de amor).
Quiéreme.

No me digas no.
(en el fulgor de la alborada
mis sueños susurran
pensamientos invocándote siempre,
quiero tenerte en mis mañanas
como no te tuve en mis ayeres).
Quiéreme.

No me digas no.
(ven en mis noches de soledad,
no me abandones,
en silencio avanza pálido el dolor
por no tenerte y ante él
la esperanza deshoja una flor).
Quiéreme.

No me digas no.
(mis suspiros necesitan estar contigo,
abrazada a ti,
inmóvil,
sólo mi profunda respiración
moja el claro cristal de la quietud
que nos une en un imperceptible chal de espuma).
Quiéreme.

No me digas no.
(mi alama clama por ti,
ondea mi canto pleno de dulzuras
y sueños y mis prosas,
mis versos,
parece que llegan de la azul inmensidad)
Quiéreme.

No me digas no.
(te busco y no logro hallarte,
te siento en horizontes lejanos,
pero te aguardo ya que presiento
que el coro de las hadas del bosque te traerán a mí,
porque ellas encuentran lo que nunca se logra hallar).
Quiéreme.

No me digas no.
(percibo la sombra de la ilusión y la sed
de lo imposible como una braza llena de fiebres locas
mi corazón atormentado y deseoso
de gozo y placer).
Quiéreme.

No me digas no.
(riamos juntos en trémulos esplendores de amor,
ven a mí y las liras de cristal sonoro
tañarán las ondas de plata de las aguas
quietas y volarán entre ritmos
los aromas de dos almas que se aman).
Quiéreme.

No me digas no.
(tú eres y serás mi inspiración de mis poemas,
de mis versos,
de mis prosas,
porque sólo tú llenas de armonías
el viento y ardes como llama brillante en mi alma).
Quiéreme.

No me digas no.
Juntos viviremos amaneceres brillantes
entre alegres cantares de frescas notas
y en fantásticos pentagramas,
plenos de dicha y luz crearemos nuestro nido
entre un pasaje que canta y cantando
nos cuenta sus misterios
en un alado idioma sin palabras.

Mi recuerdo eres tú


Mi recuerdo eres tú
(parece que flota…
es tan suave su ir y volver
bajo el fanal errante de la luna confidente
del bardo peregrino)

Mi última esperanza
(irradias en la sombra todavía
siguiendo un ideal que no se alcanza,
merodeando en la sombra
la ilusión perdida que fue mi guía)

Mi recuerdo eres tú
(y hoy,
en este otoño que estoy viviendo
y que la vida empieza a declinar,
se encuentra mi corazón solo y cansado,
sólo me hace feliz tu recuerdo
turbando el nocturno desasosiego)

Mi última esperanza
(tú,
mi todo,
eres el que despiertas
con cada triste sonido,
lento toque de notas vagas
que el viento lleva a flotar
como doliente gemido
y de la noche en calma,
tú mi melancólico
me haces estremecer el alma
en vibraciones impredecibles)

Mi recuerdo eres tú
(fuiste mi mundo de venturanza
que me llevó a la plácida nota larga,
tu voz me sigue acariciando
y como un suave reproche se desgrana
en la calma noche las perlas
de las delicias vividas a tu lado)

Mi última esperanza
(¿es que acaso ya no estaremos más juntos?
Quiero flotar en el éter la aúrea nota
que nos unía en un bálsamo efluvio
de noche primaveral.
¡Ven a mí!)

Mi recuerdo eres tú
(¡qué instantes más frenéticos y voraces
vivimos tú y yo!
bajo cielos escarlatas que se extendían
inflamando mantos sobre nuestros cuerpos)

Mi última esperanza
(no quiero que seas mi silencio total
en un viaje completo de la vida,
te quiero en su trayecto en bacanales,
algazaras,
proezas musicales,
en una gesta al abordaje de la felicidad
y de la paz eterna)

Mi recuerdo eres tú
(por ti anduve en el mar,
altiva como una ola,
una ola desnuda y sola
estallando en cada cabriola
y desgranándome al recordarte
en cada instante)

Mi última esperanza
(por ti,
un hondo estremecimiento
se aquerenció en mi interior
y destelló en derredor,
un símil del paraíso al pensar en ti)

Mi recuerdo eres tú
(serás siempre un horizonte plomizo en mi vida
quedando siempre un goce en mi corazón
y en mis manos desoladas,
entristecidas,
marcadas,
donde mi piel te recordará siempre)

De nada me arrepiento,
pues la verdad de un momento
se grita como absoluta
aunque al final de la ruta
otra verdad la reemplace.

Viví desde la cima a la cumbre,
ardida en ardientes lumbres,
en un eterno recomenzar.

Frenesí de pasión


Frenesí de pasión,
exaltación y delirio por estar junto a ti,
sentirte a mi lado en un arrebato
de entusiasmo y alegría.

¡Qué felicidad es la apoteosis del amor!
Tu fragancia me atrapa,
golpea todos mis sentidos,
me deja llevar por la pasión,
no veo más allá de donde estoy,
se me nubla la vista al mirarte,
mi cuerpo sólo desea fundirse con el tuyo y amarte.

Frenesí de pasión,
me invade una intensa emoción
al estar entre tus brazos,
mis labios buscan con ansia
el antídoto de tus besos.

Necesito colmar el sonido de tus susurros
y poseída estoy
por el delirio con sólo mirar tu figura.

Frenesí de pasión,
el deseo recorre cada rincón de mí,
acaricio tu piel de melocotón,
beso tus labios con sabor a guayaba,
tu cuerpo sabe a fresa y limón
y tu aliento a fruto de la pasión.

Eres una macedonia para mí,
agitas mi interior
con tus dulces miradas de miel
que saboreo poco a poco
para alimentar la pasión de este loco frenesí.

Tu voz ya no es ausencia,
eres el eje de mi intenso amor
y en torrente de ardores
haces que vuelen locas las blancas aspas
apuntando hacia el cielo,
uniendo nuestras manos
en ansias de abrazos y besos intensos.

Frenesí de pasión,
en prolongado vaivén en la semipenumbra
escalamos juntos la hiedra silenciosa.

Enredada entre las ramas de tus bosques
de almendros eres mi dueño,
eres el dueño de mi sendero
de la grama y de la blanca aurora.

Como vías de amor
pasa un aire domado por donceles,
ramas verdes que cercan mi sosiego,
pasó un viento en mis labios
y al volar ha guardado tu nombre en mis joyeles.

Frenesí de pasión,
eres tú el solar que corona mis vientos serenados
y el río donde boga el artificio de tu sol y mis poemas,
mis cánticos de amor unánimes para ti,
dan brillo a mi mirada y mi alma
se entrega plena a todo tu amor.

Frenesí de pasión,
cae el pulso agitado de la sangre
sobre el plato sonoro del silencio,
quema la llama hirsuta de tu frente
como un ave de marfil en primer vuelo.

Frenesí de pasión,
muerta de amor en lecho entibiecido,
pasto de celo en huerto clausurado,
corazón por tus flechas percutido,
así estoy en tus islas encallada
ya que hambrienta de amor soy
una llama que reclama tu abrazo eterno.

¡Qué dicha sin sonrojos
los que por mi rostro titilan
ya que corre por mis venas
el deseo de estar siempre contigo!