Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




Haz click para ver los videos de mis prosas poéticas.


viernes, 12 de junio de 2015

Amor sin luz


Te amo como eres


Te amo como eres,
 tú, el verdadero amor
que das de ti todo tu ser
sin maledicencias, ni egoísmos fatuos.

Se siente tu ausencia
cuando te alejas
al no sentir el cercado de tus besos
y es entonces que te llamo
hasta quebrar mi voz
y en segundos,
 al no tenerte a mi lado,
 en instantes
me derramo en llantos y sangra mi corazón.

Te amo como eres,
dulce, tierno.
El silencio nos une, hace latir, aún más,
 los sentidos que vibran en los embates
que el tiempo desafía entre cenizas y ruinas.

Contigo floto en movimientos lentos
y suspiros me envuelven
como alas de aves
en un rítmico volar de dulces sueños,
son el máximo resplandor
de que existe el amor entre los dos.
Quiero que sepas
que eres la luz de mi vida,
esa voz que a mi alma alivia
y esa sonrisa que de alegría me llena…

Tú eres mi inspiración,
hoy, mañana y siempre,
mi númen,
danzan enamoradas las palabras,
 las frases de amor
en un revuelo de letras
para caer en las hojas
que esperan por ellas,
para que tú las recibas
como una ofrenda
de mi espíritu inquieto e impaciente
por estar contigo.

Amar es escapar
el pensamiento en la fragancia
del Edén perdido,
amar es… amar es… amar es
llevar clavado en el corazón un dardo celeste.

Te amo como eres
porque nunca intentaste
no dejarme volar
y me brindaste sensaciones de libertad
junto a ti, nunca me fustigaste,
ni invadiste mi espacio,
me amaste en la distancia y en el tiempo.

Y por ello yo te amo
con la fuerza de los mares,
con el ímpetu del viento,
en la distancia y en el tiempo,
con mi alma y con mi cuerpo,
a puro grito y silencio,
en la alegría y en el llanto,
en el peligro y en la calma.

Te amo como eres,
eres fuente de mi camino
y me haces atravesar
la dura realidad sin darme cuenta.
Sólo tú, amor mío,
 por eso te amo como eres,
dulce bálsamo de vida,
símbolo de pureza, inocencia y bondad.

Él es, clamaron mis sentidos,
él es el presentido, el esperado,
el que con su primer mirada
adueñó mi corazón.
Toqué con tu amor los dinteles de la gloria
y en mi alma,
 sentí latir el firmamento
y alentar toda mi ilusión.

Sorpresa inesperada


Sorpresa inesperada,
¿qué viene por el sendero blanco
como papeles de rocío,
revoloteando el aire hacia mi?
Buscan mi nombre,
hurgan entre miles de huecos
de arcones con cerrojos y llaves entreveradas
en un ovillo metálico que es imposible desatar.

Sorpresa inesperada,
 como en un combate con carcaj
en nubes urdidas,
sueño que despierto entre murmullos desnudos
 donde la luz en mis pupilas
congrega la sangre en los sentidos
y una tibia memoria sin contornos
descubre lo que esperaba ansiosa.

Sorpresa inesperada,
se mueve la distancia hacia ella
como alas batientes detrás de mi alma,
 inútil que te busque y te persiga,
vendrás por el aire burilada
por el talón de arcángeles invictos.

Sorpresa inesperada, mi corazón tiembla,
la duda me inunda,
¿es que acaso llegará a mí,
a pesar de todas las murallas
que me envuelven y me aprisionan
en castillos de cristal?

Un miedo tibio padece lentamente mi alma
pero la esperanza lo cubre con mantos verdes
haciendo que el aire húmedo
me lleve a cielos de alamedas de cristal,
esperando en paz y sosiego.

Sorpresa inesperada,
se acerca despacio, sin prisa,
sobornando las dudas que me acechan
que me quitan el hechizo de mis sueños.

¿Será verdad
que me encuentra lo que más espero?
Mis manos se agitan,
angustiándose en el aire
en un largo alumbrar del movimiento.
Cae el pulso agitado de la sangre
sobre el plato sonoro del silencio,
quema la llama hirsuta de mi frente,
un ave de marfil en primer vuelo.

Sorpresa inesperada, ¿Vendrás a mí?
¿Me encontrarás en el instante preciso
en el que más te necesito?
Crece en mí, una hiedra pálida de dudas,
ahogando en desazón el pensamiento
y deteniendo las horas de la espera
la ramazón elástica del viento.

¿Cuál es la sorpresa inesperada?
 La que agita mi alma,
 la que levanta la estirpe de mis cantos
y mi sangre convoca con apetencia
haciendo brotar de mi interior
las palabras con sonidos, las frases de amor,
 la que despiertan mis sentimientos más íntimos,
 los secretos guardados con celo y artimañas
para que nadie los encuentre en el nunca jamás.

Sorpresa inesperada,
te reclamo, te nombro para que me halles
y me sumerjas fija en este mundo
entre alegrías y cantos,
hacia mi interior
donde el deseo reverdece.

Queda la incógnita, lo no sabido,
 lo imposible de anunciar, el misterio no develado,
 el ruego no escuchado, la quietud inmóvil,
la soledad sin amor.

Sorpresa inesperada,
eres el solar de mi vida,
el deseo consumado aún sin serlo,
 coronas los vientos serenados de mi vida
y haces surgir los cánticos unánimes
de mi frágil existencia.

Ya se acerca, notas suben en números concordes,
 el mañana me espera
y con sones de oro te proclamo
dueña y señora del existir en esta vida
donde la sorpresa inesperada
nos conduce a dichas sin sonrojos
corriendo por la cifra de mi nombre
hacia el cuenco sellado de mi vida.

Tuya soy


Tuya soy,
tiéndeme tu abrazo,
¡ay!, ¡cómo te necesito,
apóyame, respírame,
grita que me amas!
Cascarón de hojas,
vahos de campo,
de vida, de viento,
de lluvia.

Hueles a cuerpo húmedo,
mi pasajero fugaz,
necesito tus besos apasionados
con sentimientos profundos y tiernos.
¿Cómo  puedo pensar o decir esto?
¿Casi sin respirar o atontada?
Cada día quiero más de ti.

Tuya soy,
hoy y siempre,
no te pierdas en lo venidero,
a ti me acerco en tu presente.
Ser es estar siendo.
Prisa, apetito de las lejanías,
torpe atropello
de las largas dulzuras del minuto,
da tiempo al tiempo.
¿A qué darle palabras de amor
al poema si lo estoy siendo?

Tuya soy,
mi amor es lento.
El caudal de mi dicha eres tú
y como el del agua fluyen parejos,
lo que ellos hablan
y la espuma dice suenan de acuerdo.

Tuya soy,
tan sencillo es quererte
que a veces se me olvid
a que vivo de milagro el amor fabuloso
que al cargar sobre ti ingrávido se torna
y como lo redimes de sangre o de tormento,
por fuerza de tu pecho,
con corazón de magia,
siento la ilusión de que estás conmigo,
muy cerca,
a mi lado.

Tuya soy
encuentro la ternura
en que se injerta el color de tu piel
que me soborna y adoro tu palabra
que trastorna y apura mis sentidos
buscándote siempre.

Pienso en acariciar tu pecho al descubierto
y todo lo invisible que te rodea,
me complazco en la luz que te contorna,
muerta de amor en lecho enfebrecido,
pasto de celo en huerto clausurado,
corazón por tus flechas percutido.

Tuya soy,
hambrienta de amor
soy una llama que por ti clama.
Un agua no pausada sí cantada,
se allega por tus manos a mi pecho,
¡oh ríos sin espuma,
tan alzado,
que moja las puertas de mi cielo!

Tuya soy,
los signos de tu grave y dulce voz
me reclaman a cada instante
y despiertas mi ternura
y mis requiebros.
¡Qué umbría en verde valle,
qué collados!,
¡qué rama sumergida en niebla y cielo!

Tuya soy,
tú eres la música de mi vida
en todo mi tiempo.
¡Te ansío ya!