Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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domingo, 21 de julio de 2019

Quise


Mi vida renace


Mi vida renace,
el númen de mis poemas de amor
se rompió en mil pedazos de cristales
punzantes y afilados.

Su imagen destrozada
y esquiva no inspirará más
ni una frase ni una palabra de amor
sentido y verdadero.

Iluminé con mil soles brillantes
su no existente amor,
sólo era un mero seductor,
sin luces ni destellos.

El príncipe azul idealizado
cayó lentamente al abismo del olvido,
ya ni su voz,
ni sus arrullos llegan en ráfagas
sin tiempos de la nada.

Mi vida renace,
tú el que seducías ya no existes,
caíste en la profunda hondonada del pasado,
con olvido.

No merecías mi amor ni mis poemas,
mis palabras enternecidas
por sentimientos puros y únicos,
sólo te has convertido en un fantoche de marioneta,
rota por el paso del tiempo.

Mi vida renace,
ya no eres parte de mi vida.

¡Quiero amar al que sea verdadero y único!
y que me conduzca a vivir a su lado por siempre
y me acompañe a seguir la travesía de las nubes
con esperanza y fe en el mañana.

Mi vida renace,
es como un gran naufragio en el callar
donde se termina
lo que no era nosotros en nosotros
y como un gran milagro
me escapé de los lazos que a ti me unían.

Mi alma gritó:
¡Basta!
¡Termina el largo suplicio de pensar en ti!,
defendiendo inmóvil,
trágicamente quieta el derecho
de buscar otro amor
que no me niegue la luz del afán
de vivir amándonos.

Mi memoria te borra de mis recuerdos,
se van tus falsas palabras de amor,
déjame volar ingrávida en esta nueva vida,
sin sombras ni dudas de existencia.

Y así contemplaré,
asombradamente,
que mis poemas de amor,
mis frases sentidas,
vuelan rápido a las hojas sin que tú,
el númen,
aparezcas en ella.

Mi vida renace,
suelta,
inocente,
desnuda,
feliz como en un mar inmenso
y ya la luz de lo gozado
y lo sufrido se me revela atrás,
transparente y pura
ya que el vivir hasta ahora
ha sido sólo trémulo presentirse jubiloso.

Vives para mí


Vives para mí,
esas palabras tuyas
traspasaron los límites de mi alma
y muy a lo hondo llegaron
como un preludio del alba
entre copos de rocío.

Vives para mí,
escribiste en una de tus cartas de amor,
hace mucho tiempo,
que te doy paz,
tranquilidad,
amor y sanación total
de cuerpo y alma.

Mi amor por ti se filtra de mi cuerpo,
de mis sentidos
y hace feliz a todo aquel que está en mi esfera,
a mi alrededor.

Vives para mí
como yo para ti
y me haces dar en el ir,
en un ser desprendido,
ligero y sin raíces sintiéndome ansiosa
por percibir la plenitud que nos rodea.

¿Cómo me vas a explicar
la dicha que no sabemos por qué es?,
ni de quien ha sido,
si es pura dicha de nada,
si aún no nos hemos conocido.

Imagino tu mano sobre mi mano,
paseando miradas y caminando amores,
imagino mis sueños siempre en tus sueños,
rindiéndome ante tus pasiones,
sucumbiendo sin resistirme.

¡Vivir para mí!
porque tus besos son ya míos
con sabor a placeres
e imaginando que muero por amarte,
porque ya te amo.

Vivir para mí,
palabras aladas que llevan mi alma
a lugares secretos,
remotos,
nutriendo mi ser que recibe,
se entrega, s
e va encontrando contigo,
tú,
mi amado.

Vivir para mí,
tú lo dices y me das alivio
necesario para soñar,
aliento profundo para continuar
y permites que nuestra flor de la esperanza,
crezca y se alce impoluta hacia el infinito.
Vivir para mí,
palabras que le dan deleite a mi corazón
como una voz pura,
íntima,
con caricias,
que como largos goces iniciados
me dejan caricias no terminadas.

Vivir para mi,
sé que esta noche pensarás
en nosotros y tu ser,
tu memoria,
todo,
te descansa y disuelve en mí.

¡Toda la vida es única
si se que tú vives para mí!

Desde un ala de mariposa
hasta un grano de arena,
mi alegría de que existes
te llegará al vasto tiempo,
entero,
que se escapa hacia el amor nuestro.

Noche serena


Noche serena,
el cielo cuajado de brillantes estrellas,
me envuelve como un manto
de entretejidos hilos de luz,
inundando mi espíritu de paz.

Me guía la luna,
inventadora de sueños de amor,
perpetuados hasta el infinito.

Noche serena,
mis brazos que quitan sombras
y espinas te buscan
como lazos de ardientes narcisos
y el corazón en un palpitar
inquietante se inunda de amor.

Noche serena,
ansia de vida,
anhelos supremos de amor
en un navegar tesonero,
levando las velas de mi vida
en afanes que buscan caricias y besos.

Noche serena,
ensenada segura,
la que está a salvo del  tiempo,
pleno de amor puro
de sueños indescriptibles,
mensajeros alados
de crepúsculos a albas.

Noche serena,
en mis horas de vigilia
de sueños sin sueños,
en mis noches oscuras,
en esas horas
donde nadie me encuentra,
te amo.

En esas horas
donde tu cuerpo juega a ser mío
poniéndole luz a mis horas serenas,
te quiero.

Y cuando tus manos me pintan
nadie nos ve,
mi alma entra en tormenta
por encontrar la tuya.

Noche serena contigo a mi lado,
nuestras almas se unen
en un paradisíaco tiempo de amor.

Soy feliz en el aire,
dejándome en tus brazos volar,
donde ellos vuelen
a su rumbos sin signos,
solo con ternuras del tacto.

Y tan puro es nuestro amor
que nos en vuelve
y nos lleva al descanso del alma.

Noche serena,
plena de risas y palabras de amor
que anuncia
las mas hermosas auroras.

Tiempo divino
que llegó a ser tiempo poco a poco,
estío que se junta con el otoño,
camino sobre anhelos
en las noches lentas y ardorosas
que en la alta madrugada
nos une aun mas.

Noche serena,
donde dos amantes noveles,
tendidos bajo las estrellas se aman,
despacio,
muy despacio,
mirándose entre susurros ondulantes
plenos de sonidos y silencios,
entre caricias suaves,
mágicas.