Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




Haz click para ver los videos de mis prosas poéticas.


jueves, 26 de junio de 2014

No se donde estas


Amor perdido


Amor perdido,
¡qué dolor!,
¿sabes?
¡Perder al amor!
Es como arrancarte el corazón
en mil pedazos y toda la luz del alma.

El amor se lleva en lo hondo de la sangre,
el sol que te compaña y te reviste,
brazo en que te apoyas por el camino incierto del vivir,
escudo que te resguarda el pecho de muertes o borrascas.

Amor perdido,
¡quiero llorar entre escombros!,
nos separamos tú y yo en la cuesta para siempre.

¡Algo de mi luz en el polvo se ha perdido!
El miedo a no poder encontrarlo
ahuyenta de los ojos las palomas del sueño
entre clamores de lloros y penas,
apurando en la breve llama la inmensidad del tiempo.

Amor perdido,
ha de haber un portal sin cerrojos
por donde podré entrar
y como atisbando de a poco
te buscaré entre la raíz de los quebrantos.

Otearé para estar otra vez contigo
desde las colinas cercanas y veré
el fulgor que tú irradias desde la lejanía
y así secarás las fuentes de mi llanto.

Amor perdido,
en la flor te recuerdo y amorosa te exalto,
guardando en mis entrañas
los bálsamos de tu amor
y mi secreta lumbre que ilumina
de a poco mi pecho cansado
se refugia en el orillar del mar
bajo las blancuras del astro.

Amor perdido,
¡que hundimiento del mundo!
Un gran horror a columnas quebradas,
tiempos sin imágenes,
cielos intemporales,
entre estíos e inviernos.

Amor perdido se extinguieron las alegrías,
las risas, las danzas,
pero perduran las frases de amor,
aquellas que te escribí con todo mi corazón.

Ahora,
sin tenerte, todo va hacia atrás,
la vida se va quitando frenéticamente horas,
minutos, segundos de encima,
destejiendo,
galopando su curso del lento existir,
queriendo borrar recuerdos,
historias para hacer otra vez
el anhelo de volver a empezar otra vez.
El futuro se llama ayer.

Ayer oculto,
secreto,
escondido entre verdes follajes,
de esperanzas,
hay que empezar otra vez,
reconquistar la vida con toda el alma
y todo el corazón detrás de aquellos otros ayeres conocidos.

¡Vamos hacia el mañana entre estrépitos besos,
inventando las ruinas del mundo,
de la mano tú y yo
por entre campos florecidos
de amapolas ondulantes!
Y ya no más amor perdido,
amor encontrado entre tactos,
abrazos,
piel,
entregándonos al palpitar de sentirnos juntos,
sin caos ni penas,
sólo luz y belleza del vivir.

Amor perdido,
encontrado entre la luz del alba y las estrellas escondido,
tendiéndonos las manos para coger las nubes,
las flores,
las alas,
los mil sonidos del aire
para existir flotantes en el puro vivir,
salvados por milagro de no estar más juntos
y así estrenar el beso,
el amor,
sin sufrimientos ni quebrantos.

Perdida en el tiempo


Perdida en el tiempo,
 mi memoria se pierde en pasados ignotos,
 perdidos en el olvido,
en ayer de ayeres,
de siglos escondidos.

¡En este hoy mío, cuánto ayer se vive!
Me encuentro envuelta
en poblados de antiquísimos regresos
y ahora aquí, frente a ti,
 toda arrobada aprendo lo que soy,
soy un momento de tu larga mirada
que me acaricia, desde ayer,
 desde hoy, desde mañana,
 paralela del tiempo.

El tiempo no existe,
aunque exista la templanza
y la experiencia de nuestras vidas
pues cada resurgir de nuestro nacimiento
es la consagración de nuevos acontecimientos
que nos llevarán
a nuestra auténtica realidad y destino.

Perdida en el tiempo,
en una interminable búsqueda
de la verdad, de la esperanza,
necesito escuchar el resonar del agua
para que caigan en mi sueño del Hoy
las palabras de amor
sobre las hojas que las esperan,
dibujando en mis ojos
mi mirada enamorada.

Perdida en el tiempo,
que me transporta a fantasmas impacientes,
a la nada olvidada,
a dudas disipadas,
a realidades que aparecen
en la luz del amanecer
que nos muestra la verdad
y el color del ayer.

Parece perderse en sueños
durante el día para volver a caer el sol
recordándonos que el mundo podrá cambiar
 lo exterior a nosotros
 pero nuestra realidad
interior exacta y pura
 nos acompañará siempre.

El tiempo ya no es tiempo,
el tiempo es oro,
pasando las horas, los días,
 luchan los nombres con las cifras,
 lo exacto triunfa de lo incalculable,
las palabras vencidas se pierden en el infinito.

Perdida en el tiempo, te busco a ti,
 el amor inconfesado entre mañanas
 sin neblinas ni misterios astrales.
Por el aire revuelan
 gemebundas voces apocalípticas
y rozan nuestras frentes alas
 venidas de tiempos lejanos
como profecías de regresos de ilusiones perdidas.

¿Qué haces alma mía perdida en el tiempo?
¿Vives en el pulso lento del existir sin tregua?
¿O en las grietas de ayeres pasados,
que vencen al futuro cercano?
¿O presientes las celadas,
traiciones,
mentiras que te aguardan?
Perdida en el tiempo,
te busco donde tú habitas
 escondido en el corazón del mundo
y viajo lenta en el espacio
mirando el lugar donde tú descansas.

¡No me dejes, no me dejes
que me pierda en el tiempo de la nada!
Necesito vislumbrar desde lejos
 tu lámpara encendida
entre las tranquilas sombras
 para saber que existes
y estás presente
en este perdido tiempo
de mi existir verdadero,
el que tú sólo comprendes
y que me salva de olvidos y tristezas.

El fuego que soy hoy


Hoy soy fuego,
estoy viva
y mis manos
abrazan la verdad
y baño el aire
con mis sonrisas
al pensar
cuanto me abrazan
tus labios
al besar
como la boca derretida
de un volcán.

Tarda noches
la noche en ser auroras,
 la luz se hace despacio
 porque es tu centro
una fuerza sensitiva.
El fuego que soy hoy
mi cuerpo y alma
se abrieron
ante tu magia sensorial.

¡Triunfos, revelación!
Hay fulgores brillantes
en mi alrededor
y me llega el goce
como espuma sin prisa,
en impolutas láminas
de sentimientos intensos
y deseos
de que aquel pensamiento
nacido oscuro,
con mi sol,
a tu cuerpo
he de bañar.

El fuego que soy hoy
es luz
que traduce incógnitas lejanas,
a gozos inmediatos,
 a placeres sentidos
hasta los más íntimos.
Inconcientemente,
en mis sueños estás,
donde no mando yo,
 sino sólo mi corazón
y allí
tuya por siempre
puedo ser por una eternidad.

El fuego que soy hoy
no se apagará,
es un misterio velado
que la mañana que asciende
hacia su colmo esplendor,
 paso a paso,
en contornos
 se goza aún más
y en perfiles
rechaza lo desconocido,
lo no sentido con intensidad.

La hoguera de mi interior
se enciende
sólo en pensarte
y se alza arrebatadora,
velocísima,
como alas
en el confín del mar.

El fuego que soy,
está encendido
en mi corazón para tí,
sólo para tí,
eres mi milagro de amor
y cada vez que pienso en tí,
 siento un cosquilleo
 por todo mi cuerpo,
te necesito a mi lado,
sin tocarnos siquiera,
estremecidos
tan sólo con mirarnos.

El fuego que soy hoy
 es un sortilegio de amor
 y mis versos,
vibran,
al volar
al papel que los espera
con ansia
para que lleguen a tí
mis palabras de amor.

Soy tu amante escondida
que alisa la arena,
bien lisa,
para que en rasgos levísimos
 la mano escriba
lo que siento por ti
entre pudores de espuma
mensajes de ondina son,
 soy tu amada total,
 te ofrezco mi vida.

El fuego que soy hoy
alumbra la marina,
 en una noche estrellada
entre abrazos truncos
y besos
que al aire
fueron entre deseos
que se  alzaron
y altas quejas de espuma
que se llevó el viento.

Sin ansias
y sin prisas
espero el amor
que se inicia como idilio
estrenado
en fábulas no escritas.

Y tejiendo y destejiendo,
el fuego que soy hoy,
los versos
permanecen entre hilos de luz
de este raudo amor
que se inicia
 para siempre.