Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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viernes, 19 de junio de 2015

Camino de sabiduría


En un rincón de mi alma


En un rincón de mi alma, 
escondidas, apretadas, enlazadas, 
nacen mis letras, mis prosas, 
mis poemas que nuestro amor creó.

Son los versos que lloran en la lira, 
que se quedó sin cuerdas.
Son las aves de mi niñez 
que buscan y no encuentran 
un árbol protector en que posarse.

Las busco con desesperación
 pero las estrofas de amor
 se anidan en frases
que escribo como amor para ti.

En un rincón de mi alma 
donde nadie lo encuentra, 
se oculta el poema de amor, 
el que nos unió, 
poema que escribí 
con dedos de amor y llanto de cristal 
por la falta de tu presencia 
que tu ausencia se llevó.

Ausencia que se siente 
como cuando el fuego se extingue 
porque el aire ya no está.

En un rincón de mi alma, 
se guarece entre frondas de lágrimas 
el dolor de no tenerte a mi lado 
y pido noticias de ti al viento,
 al ave, a la flor, al bosque 
y a los astros del firmamento.

Mas no he de dejar de buscarte
 pues me dice una voz secreta: 
¡sigue no te canses, mujer poeta!
Él ha de venir a buscarte
 por tierras, mares y cielos, 
en su cansada fantasía.

En un rincón de mi alma, 
aturdida y desangrada
 revolotean recuerdos purificados del pasado 
y como en una tierra mullida 
danza en amores trenzados
 a mano delicada,
 intrincada filigrana 
como un gran amor donado.

En un rincón de mi alma, 
mis sueños peregrinos 
prosiguen sin tregua 
la búsqueda de tu amor, 
se afanan, luchan, 
persiguiendo al mañana 
que te traerá otra vez hacia mí.

Y como una luz como telar exangüe, 
el cielo ilumina mis tristezas 
e hilvana, enviando a mis páginas, 
letras como poesías de la noche fría.

En un rincón de mi alma, 
 te tengo guardado,
 tú, el soñador, el amor compartido,
 luz del dolor cuando mi arpa reza 
¡oh luz! ¡oh belleza blanca de ilusiones!
¡Cuánta esperanza
 irradia en mi alma
 la sombra de tu ser ausente, 
siguiendo un ideal 
y un sueño que no se alcanza!

Y hay en éste, mi otoño, 
cuando la vida empieza a declinar, 
mi corazón rebosa de amor
y mi espíritu se anega de ilusiones 
en el silencio que flota 
a nuestro alrededor, 
rodeándonos como un tapiz vaporoso
 entre hilos alados y brillantes.

El sueño de amor inunda mi alma 
y en mis versos gira 
como magia del más allá,
 inundando mi alma 
de un existir único y verdadero  
donde no existe 
el mago azul de la mentira.

Invadiendo mi silencio


Invadiendo mi silencio,
tú el que intentas murmurar,
constantemente,
tus palabras sentidas de amor
no dejando que me encuentre
a solas conmigo misma
para borrar de mi mundo interior,
antiguas desolaciones.

Quiero mi silencio mudo
 incluso hasta en el viento que toca mi oído,
o el eco que se asoma a burlar mi voz.
Hoy necesito soledad,
el cielo está oscuro,
la luna se ha ido,
 las flores no tienen la esencia de ayer.

Las aves volaron dejando su nido,
me siento sola,
pero sé que tú vendrás
al grito desesperado de
¡vuelve a mí, no me abandones,
necesito tu amor!

Invadiendo mi silencio,
estoy en penumbras con todo mi hastío
 y en cada suspiro lloro una oración
que clamo en silencio
porque sé que todo fue pasado
y que tú vendrás a mí,
dejando en tinieblas, dolores ya idos.

Invade el silencio todos mis espacios,
mi vida marchita navega sin ti,
en un triste andar
 se mueren mis pasos,
 te buscan sin tregua
para que me traigas al hoy
donde tú me esperas.

Invadiendo mi silencio,
sin ningún encuentro, sé mi amor,
 vigía de esta silenciosa
que quiere regresar
de su viaje interminable
en el desierto de su alma
y que su corazón,
de la mano dulce de la brisa,
llegue hasta ti.

En la caricia de tu voz,
yo era el umbral de tu presencia,
yo estaba en la sombra de tu nombre,
yo habitaba en ti,
 pero en mi mundo de silencio,
no te encuentro
y un profundo dolor invade mi corazón.

No me dejes estar en el completo olvido,
hazme llegar sólo una caricia leve,
el recuerdo de una sonrisa,
 la mano dulce de la brisa
y acércate con ternura
a mi mundo de silencio.

Invadiendo mi silencio,
 tú, sin prisa, despacio, lentamente,
te vas adentrando en mi mundo
 para hacerme beber
la fuente de la vida,
aquella que dejé
sin casi darme cuenta.

¡Ven! ¡Entra en mi alma y hazla renacer!
Que poco a poco
tu magia invada mi ser
despertando sus deseos
 de gozar y amar
y así lograrás detener el tiempo
entrando al silencio de mi alma
para vivir contigo
suspiros leves y caricias cercanas.

No quiero que seas
en mi mundo de silencio
un simple reflejo
en mi imaginación
y que al despertar mis ojos no te lloren.

Invadiendo mi silencio
con tu presencia en mi cuerpo
para darme la flor del amor de la vida
que hoy desvela mis pensamientos
con silencio de olvido.

Luz en las tinieblas


Luz en las tinieblas,
 se asoma entrecubierta,
entre neblinas grises y oscuras,
en duras alamedas de cristal
donde el aire es triste,
me sigue y canta llantos de amor.

Necesito la luz,
el cielo amplio, el mar en calma
pero las tinieblas
como abismos sin fin
me hunden en tristezas y llantos,
me envuelven sin poder
ver ni un resquicio de luz
 aunque sea opaco y sin brillo.

Luz en las tinieblas, risas
y lloros sin flor, sin rumores
de alas en mis sueños.
Mis versos, mis poemas,
se esconden,
cada estrofa es una nube
y para flotar en ella
hay que tener luz de estrella
y corazón de amor.

¡Versos!,
 entre la luz en las tinieblas
con ímpetu alado ascienden
al ideal del alma enamorada
 y en las estrofas vierten el cielo
y la tierra cantando entre claros y oscuros
su canto de amor.

Luz en las tinieblas,
serenamente triste,
colmada de suspiros,
mi alma entre mantos de nieblas
y de misterios se viste
en noches solitarias
entre versos de angustia
 y fragosas tempestades
que el mundo me ha rodeado.

Luz en las tinieblas,
en la hora del recogimiento,
mi espíritu duerme
 en una duermevela sombría y torva,
sólo se apacigua
cuando ese pequeño rayo de luz
se asoma entre los acantilados oscuros.

Las nubes vespertinas se amustian,
los bosques tupidos se adormecen,
la humedad los torna grises
y en las colinas,
un vaho torpe y nublado
asciende hacia el más allá.

Luz en las tinieblas,
entre la azul altura del vasto firmamento
creo ver tu figura ágil y amada
llegar hasta mí,
asomándose entre los astros
cuyas luces divinas como miradas
pesan sobre mi pensamiento,
en mi corazón solo y cansado.

Y de sombras mi espíritu se anega
y entre las tinieblas
una voz se escucha que me dice:
¿Seguir? ¡Si no se llega!
Y seguir es luchar,
¡qué inútil lucha!
Ya sobre mi arpa,
ahogando sus rumores,
el tedio pesa y el silencio flota…

Ya no se escuchará
el reír de la vibrante nota.
Ya la luz de las tinieblas se extingue,
 la oscuridad total y absoluta
sólo me permite imaginarte a mi lado,
 ya nunca más
te besaré en la frente,
el sueño alado
no girará en mis versos.

Sólo aspiro a encontrar,
evitando el borde del abismo,
un noble amor sincero
que no me conduzca
a una realidad abrumadora.