Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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sábado, 14 de septiembre de 2019

Concordia en mi interior


Aguardo


Aguardo,
desfalleciente y agónica,
no deseo sentir que el espacio
donde tú estarías conmigo
vacío se halla en una nada.

Mis sentimientos de amor
alzan vuelo buscándote,
pero tú no estás
y no deseo que mi alma
se abrume de dolor.

Aguardo, debe ser un ahora,
un ya,
exclamando con ardor apasionado
entre sueños
donde tú me buscas y nos amamos
con tal intensidad que el mundo real tiembla,
se estremece con nuestro calor pleno de luz.

Aguardo,
me desespero y siento
el murmullo que viene de noche
a llamar a los cristales de mi ventana
y pienso que es el viento
galopante en las soledades que me abruman.

La espera,
me lleva a un orbe de ingratitud y de nostalgia
pero gracias a los sueños
es posible encontrarte en tu lejano estar.
Te imagino pensando en mí.

El amor está muy lejos,
no sé dónde,
entre las nubes, el Sol,
la Luna,
pero lo importante
es que lo sienta dentro de mí,
dentro de ti,
entre los árboles,
en medio de la hierba y de las flores.

La certeza de su presencia me hace feliz,
por eso esta añoranza por ti
me hace vivir con la esperanza
de estar enlazada en tus brazos,
soñando juntos,
ya que el amor es la fuerza de la vida.

Aguardo,
para que la desesperación de que no te acercas
deje que sueñe con el corazón libre para volar,
los sueños son la ventana de mi alma
que me llevan a la pureza de mi pensamiento
que vuela hacia ti.

Es un hilo larguísimo
que ha atravesado desiertos,
oasis, grutas,
abismos interminables,
siempre soñando que estamos juntos
tú y yo.

La espera se hace larga,
me estruja el corazón,
sólo pienso y sueño
en nuestro encuentro tan deseado.

Vivo cada instante en una soledad conmigo misma
y porque los sueños llegan en silencio
y no sé su origen,
vagan como nubes solitarias,
unas veces son claros,
luminosos y llenan el corazón de felicidad,
mientras que otros son oscuros,
amenazadores y perturbadores
y me hacen pensar que no te encontraré mi amor.

Aguardo,
debo alimentarme de la esperanza
de que nos uniremos en cuerpo y alma
como los árboles que siempre dan sus frutos
a pesar de las variaciones de las estaciones.

Mientras te espero
debo buscar en el mapa de mi alma
donde figuran las bahías de la sabiduría,
el mar de la abundancia,
el océano de la paz,
los desiertos áridos y valles
y prados plenos de luz,
sé que me hallarás dejándote llevar
por el flujo de las ideas
olvidando dudas y temores.

Te añoro,
vendrás hacía mí con amor.

Una luz encendida


Una luz encendida,
un deseo infinito de encontrar
ese amor verdadero y pleno.

Cuando un rumor ambiguo y exigente
se me estanca en las venas
y mi voz se resquebraja,
se reseca como un erial de cuero,
acudo al largo camino iluminado
y le entrego el impulso circular
que pudo ser un verso,
un poema,
una prosa poética de amor.

Una luz encendida, hacia ti voy,
a encontrarme con mi amado amante
en los jardines en donde nos acogen
y sus duendes nos inventan matices singulares,
dejándonos gotas de sueño
hasta el más allá,
donde el temblor pluvial nos hace falta.

Una luz encendida,
íntima,
nuestra,
que emerge del vegetal periplo
con un guiño punzante
trasmutando en estrella el cielo circundante.

Alquimia secular de los jardines
donde se trueca la sigilos
a confidencia en altos aires tallados,
esclarecidos.

Una luz encendida
entre nuestros cuerpos de mármol y perfume
y el amor se desliza en nuestras manos
acariciando la piel desnuda ungida
hasta nuestros dedos,
en brazos de estatua
esculpidos por la pasión fresca.

Te siento junto a mí,
estás como una mariposa de fuego y de tormenta.
Una luz encendida entre tú y yo,
quiero que aturdas todos mis sentidos,
quiero sentir un cerco
que confunda mi cuerpo con tu carne,
mi aliento con tu boca,
mi piel con tus ojos ardientes acariciándome toda,
casi sin tocarme.

Apaga el viento que delira,
desboca los temores indefensos.
Quiero al fin la comunión total,
la unión que será lo sumo del amor.

El abrazo de tu piel de nave humedecida,
me sacude y me hiere,
me desdobla y me lleva.

Mi vida es un cielo trivial de jovialidades
que llenas con tu aliento
de argonauta errante y taciturno.

Una luz encendida aprieta mis deseos,
caliéntame las carnes con tu pasión de viento.
El sol será mañana una fuente de lujurias
y tú serás mi boca
y mis manos desgajadas de rocío
serán tu placer máximo.

Cual hambrientas sensitivas,
con suavidad de jazmines,
tus manos cuajan mis senos doloridos
de deseo que se entregan
agitándose a la soledad que se beben.

Una luz encendida,
mis formas inanimadas viven,
tiemblan,
se hace carne,
bajo el cincel embebido
de tu pasión noble y pura.

¡Qué sensación tan profunda arranca de mi alma!
¡Qué grito de amor desgarras
de mis poros y mi sangre!
Una luz encendida
nos envuelve como capullo en flor,
otra vez mis ojos
en el fuego de la tarde y todo perdurará…
hasta tu ausencia…

Un beso de tu alma


Un beso de tu alma,
me alcanzó una noche,
llegó con dulzura y con una tierna caricia
estremeció todo mi espíritu y mi cuerpo.
Con pequeños trozos de tu eterna ternura,
tallaste en mí,
las letras,
prosas,
poemas,
entre ideas estremecidas,
juntando las palabras con pasión
y alcanzando el éxtasis del amor.

Cuando llegó tu beso a mi alma,
me inundó de calor y luz,
entre temblores de ansias
y sobresaltos inauditos.

Tu beso inundó el desierto de mi alma
como néctar embriagante
que se liba en el bíblico cáliz de los labios.

Un beso de tu alma,
aún como caricia esquiva,
no dejó en mí,
amarguras ni resabios,
sí susurros,
dejándome amor,
fe,
esperanza,
un himno sin palabras
que se elevó hasta lo alto,
modulando suspiros y promesas.

Como fugitivo y delicioso roce
es un espasmo de delicia suma,
algo que sabe a miel y dulce goce,
a tibieza de cuerpo y perfume.
Un beso de tu alma es la íntima
entrega de un momento
que el alma hace del ardor que nos sofoca,
son dos vidas que se funden en un mismo aliento,
es un cielo tejido entre dos con finos hilos de amor.

Un beso de tu alma
es cual aroma de azahar
en un atardecer
suave y cálido.

En mi mundo interior se alargan,
temblando,
las notas,
llorando de placer,
en una completa armonía
sin sollozos agobiados ni congojas
dolientes ni melancolías recordadas,
sólo paz y calma total.
Entre estremecimientos de placer
y una expectación ansiosa,
espero el beso de tu alma
y éste al llegar hace resonar arpegios
refulgentes de dianas sonoras
que recorren cielos,
mares,
horizontes…
siguiendo un silencio albo
que refleja con ímpetus alados
el amor ascendiendo a las alturas.

Un beso de tu alma es la luz amanecida
que hiere al despertar los ojos
y me alumbra imprevista,
sin saber por cual oscuridad llegará
como un elixir que da vida a mi vida,
que arranca suspiros profundos,
aún de entre mis sueños velados.

Un beso de tu alma es fuente de paz,
sosiego y consuelo de mis minutos
de eterna soledad.

En cada amanecer me hace volar al paraíso
y descender a la tierra
entre música de arpas y violines,
danzando mis prosas de amor
en pentagramas colmados de letras sincopadas
que flotan con luces de estrellas.

Un beso de tu alma conquista mi todo,
me lleva  a la calma y a disfrutar de este hoy
bajo la sombra de plata de la luna precedido
de una gran bandada de pájaros cantantes
que entre apiñada escolta lo conducen
ligero a depositarse silenciosamente
en mi espíritu alado que lo espera ansioso.