Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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lunes, 6 de mayo de 2013

Me pregunto...


Ronda de pensamientos


Ronda de pensamientos, en círculos concéntricos la mente divaga, las palabras que traen pena, otras palabras las limpia, otro viento se las lleva.
Ronda de pensamientos, se entrecruzan, se entrelazan, entre tiempos perdidos y encontrados, susurran palabras de amor que vuelan de la rama y del pájaro, lentamente olvidadas renacen en mi memoria feliz por los caminos que creía yo cerrados.
Ronda de pensamientos, entre arrullos y cantos de cuna, claridad de luna, brisa de jardín se llevan y te nombran a ti, mi amado amante y abriendo tus alas serenas adormeces mis penas, alivias mis dolores y contigo vienen a mi noche umbría embriagándome con destellos de luz.
Ronda de pensamientos, desde el disco lunar, de la luz perlina, en el silencio de los cielos, tañen música de alas y en la ronda se entrecruzan, pétalos de pensamientos, danzan, revolotean en el aire puro que las recibe con amor.
Ronda de pensamientos, la felicidad me inunda, las campanas doblan sus tañidos para decirme que el amor llega ahora, hoy, para que la ventura humana se colme de colores y de gracias por existir.
Ronda de pensamientos, el silencio se puebla de rumores que emergen de las dichas grandes que el ensueño envuelve.
Cree la ilusión que el cielo es la laguna que retrata los astros y la luna.
En el cielo de las noches de estío, avanzan y me rodean mis pensamientos que van hacia ti como en una gran nave flotando en mi mente y que de pronto se transforma al golpe de los remos en agua de color azul, límpida y pura donde se refleja mi amor por ti.
Ronda de pensamientos, entre mis manos colman mi ventura, mis anhelos bailan al son de una melodía sin fin y mi humano corazón palpita pleno de dicha que florece hoy, en este siempre.
¿Adónde me conduce mi ronda de pensamientos? Al pensamiento soberano, a la celeste esfera, ¡a la Gloria! ¡A la virtud! que es la medida única, digna de vivir la vida.
Ronda de pensamientos, son la alegría que como un faro de luz de desigual intermitencia me señala el enigma  del puerto donde tú esperas con ansias para estar juntos.

Tiempo perdido


Tiempo perdido, en ayeres olvidados, en días sin pasión, sin amor, sin sueños.
Todo se fue en la nada. horas vacías, en penumbras, durmiendo un sueño sin fin, esperando ¿qué? no lo sabía aún, era un frío total, la inmovilidad marmórea de mi ser, mi alma adormecida no tenía amor, sólo llanto y tristezas.
Tiempo perdido, resignación sin consuelo, todo fue entre soledades cada vez más tristes, como un cauce seco, desértico, un jardín sin flores, un amanecer sin sol.
En el árbol de la humana vida como un soplo de huracán, llevando hojas desprendidas, mi vida era errante, itinerante, lejos del amor.
Mi alma extraviada, en un pálido encanto, sin esencia de risas ni de auroras, sufría y penaba.
Tiempo perdido, como fuente sonora de plegarias y llantos, los días se esfumaban en la humareda de fuegos apagados.
Tiempo perdido, el dolor bravío me hacía dar cuenta de la consecuencia de mi valor para ahuyentar el hastío que yo tenía en mi alma.
Tiempo perdido, el dolor es santo porque me lleva a encontrarme a mi misma, a quererme, a valorarme, a saber que estoy viva.
Ya comienzan los retoños verdes a cubrir mi gramínea interior, los tallos con el viento se inclinan y el tiempo renace ¡Estoy viva!
Mi pecho se agita por las olas del amor que se aproxima.
Quiero gritar y apenas con balbuciente voz, sollozo ¡amor, búscame!
Tiempo perdido fue el del pasado, ya no más, ahora es tiempo para vivir, soñar, sentir, suspirar, amar, querer y ser querida.
Amor ¡ven a mi corazón!, te necesito para oír el rumor del ensueño esperado.
Ya desperté entre melodías de lejana orquesta, felicidad hallada, liberación de tiempos perdidos, ansias nuevas.
¿No ves, alma mía que el amor se acerca?
¿Sientes? Es el sol que me ilumina, es la energía que me inunda, es el perfume de la floresta, es la magia de la vida, es la paz añorada con esperanza y candor. 

Un toque de luz


Mi poesía, es un toque de luz que inunda mi mundo interior como chispa infinita del creador.
Callado, el tiempo misterioso nos espera y nos lleva a vivir el amar que brota del existir universo ya que somos voz del creador.
Un toque de luz, que nos hace vibrar en las distancias, viviendo entre péndulos agridulces, entre dichas y penas, ya que los ayeres me siguen porque son la piel de mi vida, son la memoria de mis huesos.
Mi poesía, un toque de luz que me alumbra esperando el hoy, sembrando los relojes de mis momentos.
Voy deshojando las palabras por el cielo, tejiendo con amor, alegrías y dolores, mi feliz e incomparable viaje en esta vida, porque  seguiré dormida en un sueño profundo, esperando un amanecer nuevo.
Un toque de luz incomparable, excelso, que es luz de vida, son mis versos del alma, son esa luz, son mi tiempo, el de ayer y el de hoy, mi nardo dorado, mi música de ondas en melodías de sentimientos.
Un toque de luz, que me traen las palabras  y que llevan a mi boca las mágicas flores del agua que hacen nacer versos, que se iluminan, entrelazándose en poemas de amor, inspirados por una luz mágica.
Mis poemas me abrazan en abanicos de espuma, entre lentos remolinos y es cuando el verso llega cien veces repetido, entre toques de luz misteriosos que me arrullan en un límpido canto de amor.
Mis palabras son un toque de luz a mi corazón.
Como una flor de cielo en mi pecho vibran las notas radiantes al encontrarlas, iluminando mi vida, llegando a mis manos, estrechadas en cálido, vivo, tierno palpitar.
La poesía es para mí, un toque de luz para el alma.