Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




Haz click para ver los videos de mis prosas poéticas.


martes, 15 de enero de 2013

Mientras espero


Pasión sin rostro


Pasión sin rostro, ¿eres tú el esperado? a través de la vida que pasa, espero no sólo fugaces dichas, sino la esencia de verdaderos sentimientos plenos de júbilos y plácidos encantos.
¿Dónde estás tú, el desconocido? No te encuentro ni en mis estrofas, los sones que de mi vida van brotando, son los pasos de las visiones que conmigo lo andan buscando.
¿En qué lejanías te escondes? Tu alma la siento cerca, tu rostro no lo he de hallar.
Inútilmente pido noticias de él al viento, al ave, a la flor, a la fuente y a los astros del firmamento.
Más no he de dejar de buscarte, ya una voz secreta me susurra, ¡sigue! ¿Qué te importa no hallarle? ¡Sigue! ¡no te canses, poetisa!
Sueño mis versos y soy feliz, sólo con soñar con tu rostro, canto ¿qué importa no ver la raíz si todo el rosal está en flor?
Pasión sin rostro, ¿Dónde ocultas tu alma? Por hallarte no reposo, vuelo bajo el cielo y sobre el mar ¿Dónde vives, solitaria, misteriosa?
Tu pasión la siento cerca y no sólo como un sueño que se esfuma, sí como un anhelo dulcísimo de añorar tu presencia.
Nuestras almas, en lenguaje sutil cuando los cristales se duplican, se encuentran y se enlazan.
Pasión sin rostro, mis sentimientos se cruzan y mis anhelos anudas, habitas en mis sueños y conozco tan sólo un rincón de tu alma.
Primero fue un poema de amor que envié a tu alma sin rostro, luego otro y luego otro sobre las costas de tu espíritu se fueron amontonando con fuego de pasión.
¿Quién eres? ¿Cómo eres? Soy tan solo una mujer poeta que busca el amor como increíble recompensa de los cielos e ilusión llegada como magia a mi alma.
Pasión sin rostro, como una máscara misteriosa, sin apariencias reales que no representan quien eres pero que dentro de ti, muy dentro, está la confianza personificada en un rincón de tu alma y la calma inunda mi alma si tú te acercas.
Pasión sin rostro, vuela mi corazón hacia ti, pleno de ilusiones y esperanzas, atadas con cadenas de estrellas a la sombra de un árbol y con cantos de pájaros perdidos en la brisa, dejando un invisible rastro de alegrías y anhelos.

Tu recuerdo


¿Qué más podría darme tu recuerdo?
¿Adónde me llevó tu olvido?
¿En verdad te extraño cuando no estás a mi lado?
¿Cómo sé que te tengo siempre presente en mi corazón dolorido?
¿Por qué te pienso en cada instante del transcurrir de mi vida?
¿Dónde te escondes en los rincones de mis silencios quietos?
¿Por qué sólo tú iluminas el camino de mi vida dejando ilusiones que no pierdo?
¿Por qué tengo el alma formando imágenes con tus recuerdos, tus deseos, tus pasiones?
¿Por qué tu amor es como el fruto del árbol de todas las dudas?
¿Desde cuando transitamos juntos, palabras abiertas en el desierto de las más hirientes ausencias?
¿Por qué vivimos tropezando con los anhelos inconquistables y nuestros recuerdos más dulces?
¿Desde cuándo se desataron estas tormentas inclementes en el submundo mío de la soledad serena?
¿Por qué los años no son distancia, el tiempo y el recorrido no es más que el sentir?
¿Qué es castigo y qué es consuelo?
¿Por qué la distancia no existe y el estar lejos no es real?
¿Qué es prisión y qué es escape?
¿Por qué se rompió el silencio entre ecos, sollozos y suspiros, pesadillas y sueños?
¿Dónde se esconde el viejo museo de mi historia de amor?
¿Por qué mi corazón sangra donde se clavaron espinas de desamor de mis amadas rosas?
¿Por qué siento que mi mundo está apartado entre soledad de soledades, entre mil y una noche sin luna?
¿Por qué al final, entiendo que la distancia no es más que simplemente el tiempo entre las dos veces que hablo contigo?
¿Por qué el amor de lejos, amor lejano, es la razón de mi existencia?

Descanso total


Descanso total, me voy por otros lares a lugares recónditos, escondidos, entre tinieblas suaves para desaparecer y no ser encontrada.
¡Déjenme ir! Quiero estar sola, en la inmovilidad absoluta, flotar en un mar de la nada, en silencio total.
Descanso total, con mi ternura íntima, hacia la paz que en mi inocente alma está escondida en el cansancio con una blanda tristeza.
Y me voy sintiendo feliz, de a poco, de a ratitos, con una fatiga que no es un desengaño, con un gozo que no alienta esperanzas, estoy en algo que quizás sólo es amor.
Descanso total, sé que floto y nada me parece, sin embargo, indiferente, sé que nada me alegra ni me duele y que sin embargo todo me enternece, sé que eso es el amor o que quizás es un dulce cansancio, sé que soy feliz, sin trabas, sin ataduras, sin lazos envolventes, sin murallas en resplandores estáticos, sin fronteras de dolores
¡Soy libre!, en un clima de gozo.
Descanso total, sin quehacer, sin gestos en gestos, sobre el espacio blanco de los días y como peregrina a fuerza de estar quieta, soy fiel a mi inmovilidad.
Sobre el cielo empiezan a surgir, del fondo de mi alma, ideas, frases, palabras en un silencioso inicio de poemas de amor, prosas poéticas que buscan la luz.
Descanso bajo la lluvia que necesitaba mi alma herida, entre poemas de amor voy rimando mi llanto para calmar mi dolor.
Me encuentro en medio del dolor y del amor, me encuentro en medio del camino, mirando el horizonte, mirando el pasado.
Descanso total, en la cima de la montaña, tan lejos del cielo en donde las palabras no tienen sonido, en donde nadie escucha mi lamento éste se va solo entre encrucijadas de laberintos.
Descanso total, me encuentro sumergida en la nostalgia en donde el dolor no tiene consuelo aún a través de lluvia, de viento, a través de la nieve, busco mi tierna soledad, descendiendo, bajando voy, cayendo y salgo al mundo pura y límpida entre nubes doradas de la celeste tarde.
Descanso total, necesario, imprescindible, que ayuda al alma a guarecerse de las dudas, los entredichos, los cotilleos.
Historia interminable, tiempo y tiempo, descanso total que embelesa el alma y clama por cánticos de amor.

Caminos cruzados


Tarde de lluvia


Tarde de lluvia, la tarde está llorando y es por ti.
La lluvia se desliza por el vidrio de mi ventana y a lo lejos vislumbro tu figura tierna y apasionada, imposible acercarme para tocarla.
Tarde de lluvia, te necesito a mi lado, sentirte cerca, abrazarte y estar oyendo el viento que apenas puede llevar al mar las nubes con su carga.
Hay silencio, nada responde y todo mi ayer se junta en este instante.
Cuando llueve te mezclas con la lluvia, cuando llueve en la calma de la tarde te siento conmigo, te siento en mi sangre, cuando llueve te tengo, nada puede sacarte de mi lado y me duele…
¡Cómo duele la quimera del tiempo! escucho el eco del olvido pero nada hay que no te recuerdo mientras en la tarde llueve.
La lluvia cae, moja mi alma, ¡cómo quisiera que aquí estuvieras! me dieras calma, esa calma que el amor sólo sabe dar… y no mira nada para entregar.
La lluvia golpea con sus caricias húmedas las aceras quietas, silenciosas, tus pasos están en otras veredas, mis pasos van en sombras a otros destinos…
EL viento doblega los árboles, sus hojas se sacuden y mis manos te dibujan en la oscuridad donde te sueño.
La tarde se colma de lluvia y cierro mis ojos, te veo, te palpo, te siento, eres parte de las sombras que me envuelve.
Escuchemos juntos con la imaginación el ritmo de la lluvia y así seremos esta tarde, los dos, un mundo aislado por el viento y la lluvia entre la cuenca tibia de nuestros abrazos.
Lluvia que penetra en la bruma oscura, grisácea, arribas a los campos del alma, levantas aquel grito de vida y esperanza, ven a renacer en gotas de agua lo seco, lo dormido, yaciente en la calma.
Lluvia, que en torrentes de cálida agua, aviva el corazón, el amor, la llama, vuélveme a la vida junto con mi amado, empápame mi razón, dale el color que extraña, trae luces nuevas a esta tarde larga, ilusiones, sueños a la espera del renacer del amor.

Euforia


Euforia, se siente en el ambiente turbulento y por ello mi alma tiembla, se hace borrosa la visión al caer del lagrimal el dulce despertar de mi exaltación al pensar en ti.
Euforia, siento, euforia optimista al entender a la lluvia que cae y la tierra abraza. El bienestar me inunda, es el amor que hiciste nacer en mí.
¿Qué voy a hacer? si a cada momento, pensando en tus ojos, me viene el recuerdo de que soy tuya para siempre… y siento una euforia en todo mi cuerpo…
Es la sensación del entusiasmo que nace del pensar en ti, ¡estoy eufórica! ¿Sabes lo que es eso? es éxtasis, arrobamiento, delicia de optimismo cierto.
Euforia, ardor, pasión, ¡quiero ser feliz! Espero el momento que está por llegar, de amoroso encuentro.
Euforia, los versos que en mí, estaban guardados, abren las alas y vuelan por ti y para ti, levantando un tembloroso remolino de cadencias.
Euforia, vuelen, vuelen mis versos hacia todas partes, buscándote a ti, unos van a los jardines y unidos a las abejas oyen y aprenden el dúo que en la flor recién abierta, el perfume y el color, misteriosamente elevan.
Otros, en plena euforia, se rompen las alas en la transparente esfera de la gota de rocío en la que absortos contemplan la imagen del cielo unida a la forma de la tierra.
Versos que vuelan hacia ti, mi amado, en su euforia de entusiasmo, cruzando el éter, bebiendo luz en las estrellas, dormitando en el silencio blanco de la luna llena.
Otros, cabalgan en los cometas, son los versos más audaces, los que me llevan a gozar pasiones imprecisas.
Otros, pensativos te buscan en tu corazón y como en ecos silentes te dicen ¡te amo!.
Euforia, exaltación de vida, voy hacia ti ansiosa de que tú digas y gritas ¡estoy buscándote a ti! y que en todo el universo esas palabras conmuevan con voz de música y brisas de primaveras al númen que llega y se queda enmudecido en mi interior habitándolo en el ideal del poeta.
Y las frases se evaporan o se consumen en las cuerdas de la lira, el amor las envolvió y las escondió en un ensueño lejano y cada estrofa llevó en una nube, flotando en ella, con luz de estrella ¡Versos! ¡Versos para ti, ascended hacia él y en las estrellas verted el amor que me inspire.

Poemas que viajan


Poemas que viajan, vuelan lejos, muy lejos, en instantes, apenas, recorren el cielo cruzando vastos océanos, llevando su mensaje de amor a los corazones que los reciben palpitando de emoción en invisibles instantes de felicidad plena.
Poemas que viajan sembrando amor ya que el mundo, desesperadamente establece a través del vínculo de la vida una alianza considerada.
Cumplen su misión de amor para lo que fueron creados: inundar las almas de sentimientos puros y en forma sencilla, no extensa, clara, entendible para que cada uno las interprete en su búsqueda de la paz y del amor deseado.
Están en el aire, el sol les da triunfales signos de libertad, se apoyan en el agua, sin guijarros, sin cuestas y ya libres se vuelcan en páginas en blanco que los espera con ansias y alegrías al saber que no se marcharán.
Poemas que viajan, como tibios presagios con rumbos conocidos, corren pero sin prisas, disfrazados de ardores, sin motivo a dejar su amor inolvidable y perdurable en papeles, a veces lisos y brillantes, otras en trozos desmenuzados que no se pierden nunca.
Poemas que viajan, en tiempos de paz y de ventura, como dulces recuerdos que se elevan al infinito para desvanecerse donde los esperan con ansias los llamados de las almas que necesitan encontrar fuerza y alegría de vida.
Poemas que viajan, vuelan en las serenas tardes o en las oscuras noches y sienten el llamado ¡vengan! los
necesitamos, los estamos esperando con deseos de inundarnos de amor, buscando ese sueño que sí, ¡existe!
Y van, paso a paso, llegando por la soledad avanzando llenos de encanto y dulzuras y entre notas musicales caen en los corazones abiertos que los esperan, necesitados de palabras, colmados de risas, júbilo, alegría, amores.
Poemas que viajan, van solos, no son llamados sin razones, caen como aves alegres y juguetonas y revoloteando, luciendo su gracia, su ilusión florecida en aquellos lugares escondidos donde su ambrosía es esperada con fiestas de almas.
Paisajes que viajan, poesía inspirada en amores presentes, entre temas de nostalgias, como diminutas corolas puras que se columpian en sus leves tallos, se inclinan cual rocíos de color.
Sueños de astros que las luces del alba volcaron en el papel, se funden con el todo entre anhelos de ternura en bóvedas azules donde las nubes, eternas mensajeras, tejen guirnaldas de blancos copos para que viajan por el mundo a tierras lejanas ofreciendo sus versos por doquier.