Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




Haz click para ver los videos de mis prosas poéticas.


miércoles, 23 de septiembre de 2015

Despedida frustrante


La noche triste


La noche triste,
 quejumbrosa,
galopa entre las oscuras nubes
tras un rayo,
 un trueno,
dejando en el horizonte
cenizas de penas.

La noche galopa dando brincos,
luces de estrellas
en sus cascos negros.

Me interno en ella,
el miedo me rodea,
busco entre luces
alguna luz que me guíe
hacia el sendero,
ese, el que vi en sueños,
que entre árboles ralos
me llevaba hacia la luz.

La noche triste,
 entre golpes de resplandores rojos,
crepusculares,
da vida, sin quererlo,
a pequeños brotes de bambú,
de caléndulas,
de siempre hermosas amapolas,
dando a mi alma
resquicios de calma,
de serenidad,
de fe.

La noche triste
sigue en su galope sin fin,
levanta al cruzar mares,
cielos,
 horizontes,
un sinfín de sueños truncos,
rotos, resquebrajados
por brujas malvadas
y duendes traviesos.

Es un potro salvaje y negro
con crines al viento,
con cascos de plata
y arneses de estrellas.

Galopa en extensa llanura
donde en los confines del tiempo
su trotar eterno descansa
cuando aparece la esclarecida aurora
con sus haces dorados
de atrapante misterio.

Entonces, ese potro
hondo y negro
se desvanece poco a poco
para seguir renaciendo.

La noche triste
envuelta en niebla
da sinsabores a mi corazón.

Una sutil muselina rodea
la luna.

La suave luz de opalina
 esmerila la laguna.

La noche de negra esclavina
se desgarra en espinas de tunas.

Una luz peregrina reina
en alba bruma.

Te amo en silencio


Te amo en silencio.
Salgo a la noche y me sorprendo,
pocas veces me había ocurrido,
extasiada la contemplaba
sin dar crédito.
Unos segundos más y
la duda comenzó a desvanecerse.

Quede sorprendida,
su brillo fue dejando ver tu rostro,
lucias en tu tez fuerte y viril,
espléndida,
el hombre más deseado para Amar.

¡Qué belleza!
¡Ah!
LUNA, LUNA, LUNA.
Gracias por este momento,
gracias por este numen,
gracias por verte e imaginar que estoy a tu lado
y por tenerte abrazado en mi lecho,
estrechándonos con pasión.
Aun no has alcanzado
la gloria de tenerme,
perdiendo el sosiego cuando te alejas de mi.

Te amo en silencio.
Esta hoguera que hemos encendido,
que hemos gozado con pasión y fuego
por estar unidos en una sola carne.

Te amo en silencio.
Quiero tenerte a mi lado,
en nuestro nido de amor,
eres mi amado amante,
el único,
el verdadero,
el diáfano.
El amor sí se nutre jamás muere,
es inocente y puro.

Afanosamente te busco,
sin discreción,
eternamente,
no desesperes que algún día te hallaré.

Te amo en silencio,
sin ecos,
sin sombras,
sin misterios.
Soy tuya y quiero demostrártelo
con caricias, besos, mimos,
adaptando nuestros cuerpos como uno solo.

Te quiero tal cual eres,
trasuntas transparencia,
diafanidad,
sigilo.
Tu discreción aflora
cuando te vas acercando a mí,
la distancia se acorta y sin disimulo
nos miramos a los ojos profundamente
con deseos de estar muy juntos,
sin secretos,
en paz,
la paz del amor.

Te amo en silencio
y te pregunto ¿que sientes cuando me intuyes?
¿de quién eres?
Y abres los lazos y me enseñas
la alta imagen de ti y me dices que mía.

Te veo como un cóndor, aguerrido,
con tus garras afiladas
buscando llevarme entre tus alas
como una presa entregada
a los altos abismos del mundo, donde
la soledad nos hará sentir
que por fin estamos juntos.

Déjame amarte


Déjame amarte,
amor, que tengo el universo para darte
y todo mi ser para acariciarte con una ternura infinita
que se hace más grande cada vez.
Amor, déjame encontrarte,
déjame descubrirte,
déjame ser de ti
como la luz del sol,
como la flor y su aroma,
como una paloma y el cielo azul.

Déjame amarte,
enseñarte a amar,
ser la sangre en tus venas.
Déjame ser una delicada cadena de flores
que aten nuestra libertad y seamos el uno para el otro.

Déjame amarte para toda la eternidad.
Soledad no más,
tú me acompañarás
y de mi propia pena me libertaras.
Sólo quiero oír tu voz,
aquí a mi lado
y si una boca en la boca me besa
la felicidad ligera me inundará
déjame amarte.

Llévate mi tristeza por la noche,
esa, la que era mía,
bien mía, pensaba decirla en versos
darle forma como dan las lágrimas,
forma tibia al dolor de adentro…
Pero estaba clara la noche
y el papel esperó en vano
anduve pensado en ti por las estrellas
y el aire y el olor de acacia,
todo era como un corazón tendido a la confidencia.

Déjame amarte
como tu secreto divino, ansioso
y torpe, a tu vera me quedo esperando
que tú me enseñes el lenguaje de tu amor
y me lleves a la claridad de lo incognoscible,
paisaje dulce pleno de vocablos de amor.

Déjame amarte con todo mi corazón
latiendo por ti
y espérame allí en ese refugio tibio
que son tus brazos
donde allí me esconderé  de por vida.
Déjame amarte,
¡serás feliz por siempre
con  mi amor intenso, ingenuo y verdadero!
Tu recuerdo serás tú mismo,
ahora ya puedo olvidarte
Porque ahora, estas aquí a mi lado.