Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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sábado, 2 de mayo de 2015

Carta al amado ausente


Duele


¡Cómo duele no saber nada de ti,
Ni una carta, una noticia,
desapareciste en la nada sin siquiera enfrentar la verdad
aunque fuera feroz, terrorífica, sádica!

DUELE
Mi corazón esta fatigado, agitado,
sin poder casi respirar,
esta es la cuarta carta que te escribo
y lo hago porque pienso que estas a mi lado
respirando dormido, con tus cabellos perfumados
y tu tez morena

DUELE
Estoy clavada en la sitio en el que te deje de ver,
No daré un paso más,
Necesito noticias tuyas.
Aunque me hablabas día y noche
nada dice ya tu palabra ultima,
fue aquella que yo te oí como en susurros sin eco.
Días seme rinden de tanto buscarte
Recorro rumbos para encontrarte
Y verte una vez tan solo.
Nunca cumplirás mas años para mi
Que pasaran por el cuerpo completos los almanaques.

DUELE
el tiempo siempre te estará aguardando
en el minuto siguiente
y esté en el que te tengo yo,
tu eres una fecha sola.
Contigo era vivir hacia atrás.

DUELE
No tenerte entre mis brazos ni una carta tuya,
ya no importa escribiré cartas a otras amores perdidos
y quizás alguno me responda
porque ya no me olvidó,
desde la lejanía de cielos y mares.
Prefiero estar entre sofoco de mescolanzas,
tristeza, melancolías, el silencio
no quiero oír tu voz nunca más.

DUELE
El silencio es una pampa de hielo,
Un humo congelado sin olor a combates.
Un perfume que estuvo.
Un color que exprimió sus gamas de colores.
el acto revelado que duele
con lágrimas como un manto de agua
saltarina e inquieta, es un veraz espejo
de lo que yo fui antes de conocerte.

DUELE
La palabra, nuestras palabras, entendiéndonos
De una vez por sí mismas nunca más.
Fui por ti amasada con  sólo dos ingredientes
siempre y nunca.

DUELE
No quiero saber más de ti
no golpees mi puerta, nunca te abriré, ilusionista,
mantenedor de sueños te crees el todopoderoso
señor TIEMPO y no eres nadie ni nada.

Duérmete conmigo


Duérmete conmigo
Aquí en esta carta tuya
Yo acariciándote el cabello suavemente
Como si un soplo de brisa le regalara amor
Déjame deslizarme por tu piel con ternura
Y dulzura imaginando tus sueños
Y creyendo que me ves desnuda a tus pies.

DUÉRMETE CONMIGO
Me acerco con mi imaginación en la larga dulzura de momento
y fijo mi mirada en tus ojos cansados y lánguidos
besándote desde el aire de tiempo a tiempo.
¿A qué darle palabras a un poema si lo estoy viendo a mi lado,
respirando letras, monosílabos, poemas,
que de tu cuerpo se elevan al aire cálido del amanecer?

DUÉRMETE CONMIGO
Te contemplo alucinada, presa de amor
y me voy al infinito contigo a  mi lado
en ondas sosegadas.
te sigo amando sin tocarte,
en susurros ondulantes escuchando cada palabra de amor,
frases tiernas, que me llevan a amarte cada día más.

DUÉRMETE CONMIGO
Una lagrima salada calló de mis ojos a tu rostro
y te moviste inquieto como cuando quieres estar abrazado a mí
ya despierto y con deseos de estar conmigo
Queriendo sentirme tuya poco a poco
tus manos me buscan a tientas ,
Tu cuerpo semidormido no me deja alejarte de ti.

DUÉRMETE CONMIGO
Y  al despertarte en tu duermevela
fue como un choque de materia  combate de pecho contra pecho
que a fuerza de contactos
Se convirtió en victoria gozosa de los dos
en un prodigioso pacto.

DUÉRMETE CONMIGO
Mis versos mis poemas de amor,
Caen sobre ti con ansias de despertarte pronto
Para que me envuelvas en tus brazos y nuestros cuerpos se unan
¡Despierta ya mi amado amante!
¡Hazme tuya al fin!
que tus besos recorran mi cuerpo
Y yo tiemble de placer en cantares dulces de dicha eterna.

DUÉRMETE CONMIGO
Esta carta es tuya para ti mi amado amante
es la expresión del deseo que siento por ti
Guárdala muy despacio,
En un lugar secreto, es un tesoro inimaginablemente tuyo.

Quisiera que estés presente


Quisiera que estés presente
con el color de tus ojos o tu voz o tu risa.
¿Lo sobrenatural nació quizás contigo?
Hoy estoy pensando en ti…
como lo hice ayer
y lo haré mañana.

Mi mente repite tu nombre,
mis labios lo gritan,
mi cuerpo extraña el calor de tu cuerpo.

Te extraño,
extraño el sabor de tus labios…
Extraño la caricia de tus manos.
Quisiera que estés presente,
aquí a mi lado…
Quisiera poder besar tus labios
y tomar tu mano.

Pero no puedo,
no estás presente y te busco
en una búsqueda incierta,
inasequible, eterna,
jugando con nosotros a será o no será.

Sé que te encontraré,
estaré siempre al acecho en las altas madrugadas
por si cruzases por mis soledades
entre alas invisibles que se cruzan
y envuelven mi cuerpo esperándote.

Quisiera tenerte a mi lado
en el frescor de mi cuerpo enternecido
donde la hierba se siente ya iniciada
entre musgo verde y recién brotado,
entre la sombra de los sauces inclinados.

Quisiera que estés presente
y te entregaría un poema de amor
como puñado de agua límpida,
entre un espejo agradecido
donde acontece tamizada la tarde.

Estaré contigo agradecida
de tenerte entre mis brazos
pero es ardua la empresa,
la curva se endereza y pienso
que sin acertar el rumbo
ni la escala estaría mi cuerpo contra el tuyo
en la alta luz que con ímpetu
resbalaríamos en nuestro nido de amor.

¿Cómo apresar la sosegada llama
que te entibia los ojos?
¿O el frenesí que tu mirar proclama
cuando se incendia pródigo de rojos?
Quisiera que estés presente
desvivida por besarte
y mi piel en este estío enamorado
tiembla como adolescente enamorada
y hasta mi corazón multiplicado,
arde entre las ramas del cerezo.

Hollo mi memoria en una espera cotidiana,
corriendo por mis venas mi amor para ti consagrado,
ajena a la honda espera que el tiempo riguroso sazona.

De repente,
llegaste,
como llegan las nuevas
que sacuden las entrañas,
tiembla el aire,
temblamos los dos tan sólo con mirarnos,
empañadas nuestras voces,
quebradas nuestras alas sólo sonrisas y cantos,
besos sin fin
hundiendo nuestras cabezas confundidas
entre nuestros regazos.

Quisiera que estés conmigo siempre
ya que hambrienta de tu amor estoy
y mi cuerpo puro y casto
te reclama fatigando mi corazón y mi respiro.
¡Quiero vivir los besos
con sensación de retorno siempre!