Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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miércoles, 10 de enero de 2018

Silencio


Perfumes y sabores del amor


Perfumes y sabores del amor,
ha pasado mucho tiempo…
pero parece que fue ayer,
aun sigo sintiendo
ese calor y ese fuego,
como si estuviera
en un verano ardiente.

Todavía tengo impregnado en mí
el sudor y el perfume
que cuando ardías en el fuego del placer,
gota a gota,
fue embriagando
cada rincón de mi piel.

Perfumes y sabores del amor,
mi boca guarda el sabor a miel
que dejaste con tus besos,
sedientos de pasión,
traspasando cada molécula de mi cuerpo,
hasta lo más profundo de mi corazón.

Dulce la miel que tu panal emana,
cuando en silencio,
y con enorme gozo,
libro tu sexo,
amor, en la mañana,
y te siento crecer en alborozo,
provoca en mí también,
cuando palpita,
un temblor similar a los volcanes
que embelesa
y sacudiéndome,
excita a mi boca a hacer desmanes.

Con música de acordes exquisitos
que aparentan no estar,
una suave brisa me conmueve
y me provoca placeres infinitos.

El dulzor contenido en tanto amor,
tan agradable,
perfumes con sabor a burucuyá,
ananás maduros,
limones dulces,
palta suave,
duraznos aterciopelados.

El amor mana por los sentidos.

Perfumes y sabores del amor,
me encantan los perfumes,
colores y sabores de mis versos
inundan mi alma de amor.

Pasear por el camino del amor
es hacerlo por el mundo de los sentidos.

¿A qué huele el amor
cuando estoy enamorada?

Me huele a vino y a rosa
con un perfume de sándalos,
me huele a día y a sol,
a primavera y verano,
a yerbabuena y a pinos,
con aromas refinados.

Y cuando miro
y descubro tu presencia a mi lado,
un arcoíris se enciende en un espejo azulado
que conforma tu mirada,
tus mejillas y tus labios
que sonríen tu alegría
en este sueño dorado.

El olor de la esperanza
siempre es el más deseado,
pues es la sal de la vida
lo que yo siempre he soñado.

Alba de amor


Alba de amor,
la noche cuajada de estrellas envió desde todos sus astros
la más pura armonía
de reflejos como ofrenda nupcial a mi tálamo.

¡Cómo suena en mi alma la clara
vibración pasional de mi amado,
que se abrió todo en círculos inmensos
donde anduvo mi amor de su brazo!

Alba de amor,
la luz áurea va inundando
nuestras almas y cuerpos,
la ternura de todos los surcos
se ha quedado enredada en mis pasos
y los dulces instantes vividos
siguen tenues en mi alma soñando.

La emoción que brotó de nuestras
vidas ha tornado la ruta del alba
y ahora vuela por todos los prados.
Ya la noche se fue,
queda el velo que al recuerdo se enlaza apretado
y nos mira en estrellas dormidas
desde el cielo en nosotros rondando.

Alba de amor,
ya la noche se fue
y las nuevas emociones del alba se han atado.
Todo sabe a
canciones y frutos.
Se ha quedado tu vida en mi vida
como el alba se queda en los campos
y hay mil pájaros vivos
en mi alma
de esta noche
de amor entre cantos.

Quisiera guardar en secreto esta noche larga
pero mi alma no puede alcanzar
el silencio del poema sin palabras
y saltan y juguetean entre mis
labios los versos de amor
como vibraciones íntimas.

Alba de amor,
vivimos una noche colmada de sueños,
lo saben nuestras almas
más allá de las islas
y más allá del sol.
El trópico, en sandalias de luz, prestó
las alas y tu sueño y mi sueño
se encendieron juntos.
Esta noche se ha ido, casi aurora,
casi ronda de luna entre montañas.

Alba de amor, noche rasgada
con claridades de esencias altas
circundadas de emociones intensas

y me surgen canciones con palabras
y en mi pulso laten mis poemas
andando trémula por los astros
como si yo no fuese por la tierra.

Alba de amor,
que noche de hojas suaves y de sombras,
palpitante de aromas y gozos
con cántico de vientos
entre embelesos de luces mágicas.

Noche larga con cantares dulces
y poemas, frases, prosas de amor
que cruzan y se van
a lo lejos a horizontes lejanos,
vibrando con su eco las palabras
temblorosas y ávidas
que tú, mi amado,
no me dejes ir de tu lado
y me tengas abrazada como
una cadena de flores perfumadas.

Tu huella que mi mar se llevó


Tu huella que mi mar se llevó,
lejos, lejísimo,
ni se verán más
tus pasos firmes y seguros,
ni sentiré tu húmeda piel
sobre mi cuerpo,
desnuda está mi carne,
colando entre mis dedos
mansa arena aunque a veces hacia adentro
el deseo reverdece
puliendo artesonados por tu ausencia.

Tu huella que mi mar se llevó,
otras aguas se mueren en tu pecho
que son mar a mis sueños y mi olvido,
mas tus naves combaten
y naufragan en un abismo
de geográfico equilibrio.

Iré a vivir el mañana
sin que tú cerques mis huellas,
temblando de futuro,
a sentir la vida de prisa,
segundos,
siglos,
siempre, nada.

Alfabetos de mi espuma
un día te alejaron de mi mar
y yo por perdido te di,
quizás por un instante tan sólo.

Tu huella que mi mar se llevó,
porque ya no sentía las alegrías altas
de tu querer y las angustias de estar
aún queriendo poco me inundaron
con lagrimones que anegaron mi pecho.

Sólo quedaron en mi alma los poemas,
las frases,
los monosílabos de amor
que se escondieron dentro,
muy dentro,
para que tu huella
no se lo llevara a la nada.

Desde la tarde aquella
que mi mar te llevó
aún andan por mis venas
mis versos despacito
y muchas cosas he visto
que pasaron traídas
y llevadas por el tiempo.

Sobre ti fui pasando
mis horarios perdidos,
sobre mí tú seguiste
como el sol en los pétalos.

Y tu huella mi mar se llevó
en la brisa de mi dolor caído,
con la tristeza ingenua
 de saberme en lo cierto,
tu vida era un profundo batir
de inquietas fuentes
en inmenso río blanco
corriendo hacia el desierto.

Tu huella que mi mar se llevó,
te llevaste mis caricias
en el gesto de tu abrazo
y en tus palabras quedaron rumores
parecidos al lenguaje
que llevabas en tu boca de agua
desde el más quieto charco
al más agreste risco.

Entre el hombre y mi alma
se ha cruzado una espada
de espumas blancas.
Ha sonado la lucha
y me siento intocada,
mi mar te llevó,
estoy sobre los siglos
con fiereza de olas…

¡Nadie palpe la sombra
que mi impulso ahuyentara!
¡A veces la vida me quiere estallar
en canciones de angustia inesperada!

Yo quisiera quedarme
en el secreto de mis penas punzantes
como estrellas,
pero mi alma no puede alcanzar
el silencio del poema sin palabras.