Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




Haz click para ver los videos de mis prosas poéticas.


miércoles, 26 de septiembre de 2018

Noche tormentosa


Recuerdos del pasado


Recuerdos del pasado,
Señales advenedizas y trágicas
Que raudamente vienen sin saber por qué.

¿CUÁL es la razón de este cambio
Absoluto y total?
¿Por qué el pasado viene a cambiar el presente?

Mi vida blanca de tristeza,
Es luz todo dolor
Y aún el amor me inunda
Y me hace recordarte…
Como mi gran soñador.

Recuerdos del pasado,
Mi fantasía con audacia, inquieta y mágica, sin cesar
Busca la paz interior,
Aún sintiendo el dolor interior Y más profundo
En la nocturna soledad secreta.

Recuerdos del pasado,
No obstante este HOY sangrante y doloroso,
Entre los sueños peregrinos prosiguen
Con voluntad férrea y tenaz por el desierto humano
Que comencé en el AYER, va poco a poco superando…
Hacia la esperanza del cambio.

Y aunque no llegue nunca a los serenos
Doseles de las palmas, por lo menos
Más cerca de ellas cavare mi fosa.

Recuerdos del pasado,
Y aún a pesar de mi ánimo sin decaimientos,
Mi mar de llantos busca en mi interior
Las frases,
Las palabras de amor,
La poesía que emana de mí hacia el mundo real,
Que a veces esta partido.

Recuerdos del pasado,
Soy una vagabunda del cielo y de la tierra,
Y el lenguaje sutil,
Cuando los cristales duplican sus colores,
Mi ánimo se levanta hacia lo alto,
Superando todos los obstáculos,
Que me hieren y lastiman.

Soy una página en blanco
Y no encuentra en estos instantes de dolor…
Los poemas que están en en el aire perdidos,
Allá en la lejanía.

Recuerdos del pasado,
No regresen a este HOY,
Busco el amor,
La paz en todo mi existir,
Y sé que pronto llegarán.

Despedida sin adiós


Despedida sin adiós,
la noche como ceniza negra y borrosa
va tras de ti
galopando,
entre turbulentos huracanes, rayos, truenos,
que te alejan más de mí.

Sé que sufriré
sin tu presencia a mi lado
pero la vida, diluyéndose como segundos de agua,
nos lleva al mundo del olvido esperado,
el necesario para renacer en nuevo amanecer
donde en miles huecos y resquebrajos sin fin
nos lleva a encontrar la paz necesaria
para encontrar el amor único y veraz.

Despidiéndote sin adiós,
no quiero noches quietas,
abismales con hondas cuevas
que nos llevan a mundos sin destino.

Sí, me despido de ti
sin una mirada, sin una palabra
silencio absoluto, oscuro, oscilante,
que se quiebra en puntas de cristal acrisoladas
para querer herirme pero no pueden,
una barrera me defiende,
es la barrera del Amor
que rodea toda mi vida.

Enamorada de la vida, del amor,
la unión, la solidaridad del compartir en un todo
lo sabio y pertinaz que nos conduce a la felicidad interior
de nuestro corazón latiente y vibrante.
¡Viva la vida! ¡Viva el amor!
Lejos, muy lejos,
vete de mí, no te des vuelta,
no me busques.

No me encontrarás jamás
en este mundo dividido entre vos y yo.

Vientos de amores nuevos


Vientos de amores nuevos
que se deslizan por mi piel,
dándome caricias dulces,
tiernas,  aterciopeladas.

para mi blando corazón
que necesita mimos, besos,
y signos de amor.
Vientos de amores nuevos,
me buscan y me persiguen,
se mueven como alas batientes
por todo mi cuerpo estremecido,
llenando toda mi alma enternecida
que sólo siente el amor nuevo
que hace tañir con campanillas de cristal
mi cuerpo entero.

Ayer acaricié  los vientos
de amores nuevos, uno por uno,
buscando el verdadero, el único,
el que me hiciera estremecer de amor.

¿Es aquél? ¿O aquél otro?
¿O éste que se acerca suavemente?
¿O el que en silencio de amante, roza mi piel?
Mis vientos de amores nuevos
hacen remolinos con mis dos brazos
que giran como aspas perdidas,
desbrozando malezas
o blandiendo una causa.

Vientos de amores como mariposas
que vuelan en el aire de la mañana
besando las flores
y llevando a caminos desconocidos
el polen dorado
que es filtro de esperanza.

Vientos de amores nuevos,
que como remolinos, confluyen
en todos mis raudales.
Miles de ojos que no se alquilan,
desde mi cabeza, miran hacia abajo
lanzando grandes lagrimones
que purifican mi cuerpo
para esperar el amor nuevo.

Vientos que velan mi vida
y frente a ellos, aprendo lo que soy:
un momento de esa larga mirada
que te ojea desde hoy,
desde ayer, desde mañana
Vientos paralelos en el tiempo,
me protegen, me cuidan
siento sus caricias.

Vientos de amores nuevos,
que entre giros
enlazan hilos de encaje.
¡Son una clase!
¡Son mi rumbo!

Me conducen entre peregrinaciones
a amores nuevos, tiernos, verdaderos,
arriban a mi cuerpo traslúcido
ya que llegan hasta el alma
y se quedan a mi alrededor
para que el hallazgo sea al final,
trémulo de dicha
para que encuentre al otro lado,
su cuerpo,
el del amor,
último y cierto.

Ese, que inútilmente
esperarán las tumbas.