Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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martes, 27 de noviembre de 2018

Alegría y amor


Amar


Amar en el aquí y en el ahora,
¡qué gran sencillo milagro
vivir en el hoy contigo!

Mis suspiros se detienen pensando en ti
y mi corazón late y palpita
porque estás en mi vida.

Sólo se que la distancia alarga caminos
pero siempre te siento conmigo
a pesar de los abismos.

Amar que no es misterio,
estás en mis sueños
y en el alto silencio de la noche,
un soñar mío empieza al borde de tu cuerpo
y en el mío
el tuyo siento.

Ya dormidos o en vela,
los dos nos buscamos,
tu sueño es mi sueño.

Amar sin saber quién eres tú, v
erde de mis prados,
dueño de mis cielos,
sabor del fruto prohibido.

Pensar en ti todas las noches
no es pensarte con mi pensamiento,
es que estás dentro de mí.
Te voy pensando conmigo,
exactamente en el ancho mundo.

Amar,
dedicándote el alma mía a la tuya,
a la luz de quererte,
en el gran silencio por la tierra,
por el cielo,
en las suaves voces de nube,
todo el cántico del amor va hacia ti.

Este amor nuestro vuelto estrella,
único y verdadero,
de afán y tiempo,
ha entrado en mí
como la dicha entra sin prisa,
beso a beso.

Amar,
no dejaré de buscarte,
saltaré muros de agua,
anchos fosos de aire,
vallas de piedra,
setos de bosques
y te encontraré.

Te espero sólo a ti
y donde yo te espero,
sólo tú podrás estar,
sólo escucharé tus pasos,
tus vuelos,
tus huellas únicas.

Amar que hace que tu aliento
mitigue mi llanto
y tu mirada guíe mi camino
porque tus ojos son secreto de mi amor.
Me llevas en tus días,
en tu alma,
en tu pecho,
en tus labios,
en tus palabras encendidas,
lejanas sí de honduras de cielos
o entrañas de la tierra.

Amar,
déjame volar hacia él,
con el alma del alma
y tan sólo un momento fugaz,
eterno,
es tiempo infinito.

Sabes que te necesito


Sabes que te necesito,
a ti,
amor de mi vida,
que junto con mi poesía
creas mis atributos,
atmósferas radiantes,
emociones dulces
como mieles.

El verso surge de mi alma
donde tú te anclaste
con golpeteos silábicos,
trasmitiéndome la capacidad
de crear imágenes naturales,
nuevas,
creíbles para que te lleguen
y me ames más.

Sabes que te necesito,
para crear el poema
con sentido estético,
movimiento y forma,
tú,
mi tumen,
mi fuente de inspiración,
el que le da sonoridad a mis versos,
plenitud y luminosidad
armoniosa plena de luz.

Sabes que te necesito,
a mi lado,
junto a mí,
eres mi fuente arqueada por el viento
que traen tus palabras,
eres el fulgor de la altura
que resurge
cuando se apartan las nubes
como alas mágicas.

Me das ternura
llevándome a que admire
los cielos estrellados.

Sabes que te necesito,
me cubres como hiedra,
me envuelves con tus brazos.
¡Acércate más!
¡cúbreme de caricias!.

Sabes que te necesito,
te lo dicen mis estrofas,
línea tras línea,
que mi amor se desborda
y al evocarte
te necesito más cada día
y la pasión se desborda
al fuego original que nos lleva
a las llamas de la vida.

Sabes que te necesito,
porque poesía y amor
son una unidad indisoluble,
un medio de revelación,
las dos caras de una misma realidad.

Quiero estar contigo
en edenes ciertos,
en horizontes cercanos,
en crepúsculos constantes e inmóviles,
en arreboles de mil colores.

Sabes que te necesito
para que mis ojos
alcancen el firmamento
y que de mis manos
florezcan poemas
y de mis palmas
nazcan áureas frases.

Te necesito para deleitarme
con esa melodía,
la nuestra,
la que revela nuestro amor eterno
en sus acordes melodiosos,
preludios cercanos
de besos buscados.

Volver a empezar


Volver a empezar
la eterna aventura de vivir,
ya que mi vida sin ti
no es posible.

Debo darme el tiempo que merezco
ya que él vuela raudo,
veloz, rápido y silencioso
pero se detiene entre mis brazos
que te esperan.

Volver a empezar,
borrando las huellas
del pasado ignoto,
camino ya recorrido
buscando senderos claros y luminosos
para encauzar mi vida.

Quiero volver a empezar,
como en nuestros primeros días,
con amor que inunde nuestras almas,
compensando las horas pasadas.

Volver a empezar
con nuevas ilusiones
que me den cobijo seguros
y nidos cálidos
plenos de dichas permanentes,
sin temores ni miedos,
sí unidos, congraciados,
congratulados en dos nuevos seres.

Volver a empezar
mis suspiros te buscan
con suave textura,
como terciopelo inquieto,
que te envuelven en mil caricias
como hilos transparentes,
traslúcidos y tenues.

Necesito tus besos cálidos y profundos
y tus abrazos
como apretados tallos
en susurros ondulantes.

Volver a empezar,
acariciar,
sí,
acariciar,
con suaves toques de amor
sin preguntas del silencio,
solo respuestas que vienen y van,
de amor a mirada.

Volver a empezar,
¿cómo?
¿Nada quieto y todo en calma?
Sí,
sólo gozando a pleno
como galardón de un esfuerzo,
sí entre los dos admiración,
compañía,
contacto,
roce de virtudes.

Volver a empezar,
con expresión de júbilo,
de alegría,
de risas y de besos
con nuevas perspectivas
libres en nuestra intimidad
que tienen una lágrima
para cada instante,
lágrimas de felicidad,
de gozo y canto.

Volver a crecer
es empezar a crecer juntos,
unidos por tiernos lazos
para madurar viviendo cada día
un poco más.