Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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martes, 17 de septiembre de 2019

Las letras duermen


Fantasmas de duda


Fantasmas de duda.
¿Por qué me atormentan
con inquietudes insanas las dudas
de que tu amor por mí no sea cierto?

Fantasmas de duda.
¿Cuál es la razón
que sólo pienso en que no te voy a perder
en lo venidero dejando mi corazón desgarrado
y sin el caudal de dicha que aún lo inunda?

Fantasmas de duda.
¿A qué darle palabras a poemas de amor
si tú no los lees,
no ves lo que se ve,
aún el poema está aquí completo para ti?

Fantasmas de duda.
¿Cómo no recuerdas todo nuestro amor
que empezó en auroras cenitales
ya que yo siento
que en un víspero terminará pronto?

Fantasmas de duda.
¿Por qué siento que el futuro
es distancia y qué poco a poco
pierdo lo venidero ya no más ser
es estar siendo los dos amándonos?

Fantasmas de duda.
¿Cómo evitar soñar con las promesas
de ver en mi luna sus estrellas
hechas de puras letras
y de eternas escenas de amor?

Fantasmas de duda.
¿Por qué me someto a esta soledad
con penas dibujando un mundo que no existe,
un imposible espacio de reflejos,
con el amor que anda sobre la lluvia
o congela el sol para renacer de nuevo?

Fantasmas de duda.
¿Cómo decirte que mis mañanas
están trémulas de voces
que cantan el amor hacia ti,
pero tú no respondes te has ido
tendido en el río hacia otro lares?

Fantasmas de duda.
¿Cuál es la fuente del amor verdadero,
la del agua quieta plena de verdades,
sin prejuicios ni traiciones y sin huidas?

Fantasmas de duda.
¿Cómo llegar hasta ti,
desnuda y pura, sin ansias,
con mis miradas de amor
y tú me recibas en tus brazos,
feliz de tenerme sin preguntas
con tan sólo silencios?

La duda,
la indecisión,
el no entendimiento,
nos conducen a senderos oscuros y olvidados,
pero permitiendo que la felicidad
nos inunde en calma y por momentos,
gozando y cantando el amor a la vida.

Amor sin dueño


Amor sin dueño,
quiero que mi alma se eleve hacia lo alto
entre suspiros entrecortados y anhelos de amar
con total intensidad
haciendo palpitar el corazón con ritmos placenteros
y sin ansias ni afanes,
sin que un ser me esconda entre sus brazos
y no pueda sin límites amar hasta el infinito.

Necesito que mis armoniosas
y pequeñas risas y lloros en flor
se congreguen al son de las alas de mis sueños.

Mis frases,
mis estrofas de amor,
son nubes que flotan
y para ello hay que tener luz de estrella
para iluminar mi vida en silencio plácido y sin fin.

Amor sin dueño,
quiero ir por veredas de la tarde perdida y sola,
sin sentir el cercado de ramas
que quieran encerrarme con trabas ni cerrojos.

No quiero que nadie pase por mi mente
como un aire domado con ramas verdes
que cercan mi sosiego.

Amor sin dueño,
no se atreva ningún ser
a entrar en el plato sonoro de mi silencio
queriendo quemar la llama hirsuta de mi frente
como un ave de marfil en primer vuelo.

No quiero ser un pentagrama vacío,
me quiero llena de notas
que palpiten en mi alma encontrando los versos,
las prosas,
que abren las alas
y vuelan levantando un remolino de cadencias
que como ecos lejanos llegan a horizontes cercanos.

No deseo que mi corazón
de poeta sea un rojo sol prisionero,
quiero sentirme libre para amar
con todo mi espíritu por doquier,
aquí, más allá,
lejos,
en infinitos espacios.

Necesito cruzar el éter
dormitando en el silencio blanco de la luna llena
o como en potros de llamas
cabalgar en los cometas.

Hundirme libre en el mar
o bajar libre al abismo
donde la luz no penetra
y donde millones de ojos
me sorprenden y contemplan,
son los diamantes
que el gnomo amontonó en sus cavernas.

Amor sin dueño,
vuela, corre,
descansa,
se lo coge a puñados como al mar
y cae sobre las almas que me rodean
en un sueño eterno sin despertar ya más.

Suelto,
escapado va,
sin que se sepa dónde,
sí pisando los cielos que miramos
o bajo el techo que es la tierra nuestra,
inasequible,
incierto,
eterno jugando a existir siempre
y a su paso en las altas madrugadas
unas alas invisibles lo golpean,
lo llaman,
lo necesitan,
es el amo seguro que se cierne
volando a ras de tierra
para todos en un enamoramiento total de la vida.

Renacer cada día


Renacer cada día,
en un amor de éxtasis en noches encantadas
sintiendo el mágico sentir de la vida
donde el tiempo se escurre entre mis dedos.

Quiero sentir contigo las tormentas triunfales
incorporándonos hasta los truenos
y columpiándonos de sus hilos dorados.

Renacer cada día,
ofreciendo mis más íntimos madrigales
de amor a ti mi amado y llevándote
por los misteriosos laberintos de mis sentimientos.

Mi tiempo de canto versado ha de seguir,
entre mis prosas he guarnecido de auroras mi soledad,
levantando mi voz
con cuerdas de resonancia en mis manos.

Renacer cada día,
evocando odas y caminando por líneas de pasión
entre mayúsculas de libertad.

Amo la naturaleza junto a ti,
buscando su calor la solitaria gota de rocío
en el pétalo de una perfumada flor,
y al fondo de los profundos océanos astrales
en pos de la potente luz
que exigen nuestros espíritus abrigando ilusiones
en las noches de euforia
plasmando los sueños en hojas sueltas,
flotantes,
que el viento agita y te las lleva a tus manos.

Renacer cada día en poemas
que envueltos en su crisálida aspirante al vuelo,
en su gozoso existir nos une
entre frases de amor que van brotando florecidas.

Renacer cada día contigo a mi lado,
tú estás en cada espacio de mi esencia.

Si respiro tus sueños
despierto en tus pensamientos.
Soy la que ya no vive
si no estás tú a su lado.

El amor surge en cada amanecer
espera renacer cada día
llenando mi alma de amor.
En cada palabra,
en cada frase de amor,
expreso lo que siento
en mis horas solitarias
en las que no dejo de pensarte.

Clamo por ti mi amado amante,
tú eres la luz de mi esperanza
y tú mirar me enciende y me arrebata.

Renacer cada día,
evoco tu presencia y mi alma ansiosa
en melodías te envía como mensajes letras de amor
por todo lo que por ti siento,
brotan entre suspiros nostálgicos
donde se esconden las prosas que tú inspiraste,
mi numen,
el único y verdadero en mi vida.

Renacer cada día,
sin rendirnos jamás y en volandas
en un equilibrio estremecido,
en un puro silencio nuestro existir
en una gran pausa entre vida y muerte
es la gran fascinación que crea
el escenario de un gran amor.

¡Qué mágico milagro de nuestro destino
que nos estremece en este vivir gozoso!