Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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viernes, 11 de mayo de 2018

Vértigo


Suspiros del destino


Suspiros del destino,
al encontrarte a ti olvidé mi pasado,
me olvide de tropezones
y de mis pasos equivocados,
enterré mis angustias, mis temores y mis lamentos,
porque aquella distancia nos separa,
mis suspiros de amor te persiguieran hasta el infinito.

Suspiros del destino,
te tendré dentro de mis pensamientos
a pesar de haber desaparecido de mi vida.
esta carta de amor es para ti,
jamás la leerás,
Tú ya no estás en mi presente
como un sol en el crepúsculo.

Suspiros del destino,
el destino de mi amor marcara un camino
lejos de ti, sin tu pasión, solo en mi soledad
y de una manera tierna, e implacable te fuiste misteriosamente,
despacio de mi lado si ninguna voz.
aún siento el respiro de tu amor,
que me susurraba al oído
las palabras que ya deben olvidarse.

Suspiros del destino,
el destino nos separó, desapareció la pasión
que rebasaba cada vez que apareciste en mí.
atrapada en un suspiro miro las horas pasar.
Sin tu presencia no hay palabras, ni caricias.
Muda, absorta, me encuentro mientras te pienso
y oigo el suave murmullo del aire que respiro.

Suspiro del destino,
como evidencia de que existo,
tomo mi pluma y escribo en papeles apergaminados,
en trozos en blanco, poesías como prueba de mi sentir.
Pero sigo aislada,
perpleja sumida en el silencio
que es mi tortura.
mis ojos húmedos lloran y se entristecen,
mis suspiros me envuelven como una nube
que desea elevarme a lo alto
y es que aún soy sensible.

Suspiros del destino,
mujer para el arte de amar, de vivir pasiones, que se estremece
mientras te añora y te sueña
mis suspiros me hacen estremecer, temblar,
inundarme de pena por no estar contigo mi amor.
no viviré en el encierro de mi pensamiento,
volare lejos hasta encontrar mi destino con un nuevo amor.

Silencio en tus recuerdos


Silencio en tus recuerdos,
recuerdos de un tiempo,
en el que todo era como había sido,
pero en el que empezamos, casi sin saberlo,
al separarnos despacio, de a poco,
un completo silencio nos inundó.
Tiempo pasado y perdido de lo que en un punto fue y ha sido,
porque aunque se guarden las imágenes,
los archivos sonoros, es un tiempo que se fue,
es un tiempo ya muerto,
es un tiempo que sólo se puede aprender,
mediante un silencio, hueco, frio, gris.

Silencio en tus recuerdos,
te fuiste de mi lado por un apartado sendero,
lentamente, caminando y nunca supe si te fuiste de verdad,
O si estaba soñando
Y empecé en silencio total a escribir poesías,
para tener recuerdos de las cosas,
de las que vinieron y se fueron,
de las doloridas,
de las que me hicieron llorar
y aún de las hermosas.

Silencio en tus recuerdos,
la eternidad es inmensa,
sólo hay silencio, me invade el miedo
y me desespero al gritar sin que nadie escuche,
suplicar y sufrir es mi destino.
pero es mejor estar aquí amándote en silencio.

Silencio en tus recuerdos,
siempre amaré en silencio,
a este amor que dijo ¡adiós!
amarte así en silencio y sólo llevarte aquí en mi pecho.
amarte así frenéticamente y así en mi soledad serás mío.
Amar en silencio…
es permitirle a mi pensamiento,
cabalgar en haras del viento

recrearte en cada mañana gélida o tibia alborada,
en la que vislumbro tu figura.

Silencio en tus recuerdos,
a veces me digo “Pasó por aquí”,
pero tú no sales al exacto centro puro de ti mismo,
son los rumbos confundidos los que te voy buscando.
Con la risa o con las voces, ambos juntos,
descabalamos en silencio que no duele,
que no se siente, creemos que sigue entero.
Si por los días te busco o por los años,
no salgo de un tiempo virgen,
¿fue ese día?
¿fue ese año?
que fuimos felices  tú y yo,
pero no hay señal, porque no dejas huellas detrás de ti.

Silencio en tus recuerdos,
trataré con toda mi pasión de no recordarte más,
ni en silencio pronunciare tu nombre,
ni evocaré los momentos de gozo que juntos, muy juntos pasamos.
Estamos juntos ya siempre por la despedida, inseparables,
al borde mismo del abismo del silencio,
en despedida que ya no olvidaré. 

Me dijiste adiós


Me dijiste adiós,
Sin una lagrima en tus ojos, Ni tristeza en tu corazón,
Me sentí acongojada, lastimada,
Herida en lo más profundo de mi alma,
No pretendí nunca que me amaras por siempre,
Pero si cuando ya no te animara el sentimieto hacia mi,
Me lo dijeras sin causarme este profundo dolor.

Me dijiste adiós
Al cabo de un segundo después que me dijiste adiós,
Me estaba muriendo,
Seres inanimados robaron mi vida,
La incertidumbre golpeaba en mi pecho,
Al cabo de un segundo, la fuerza de mi amor hacia ti,
Me sacudió profundamente y logre el espacio del silencio.

Me dijiste adiós
¿Cómo podré iniciar el principio de mi vida sin ti a mi lado?
Entre las leyes de lo negro y blanco,
Entre el conocimiento que me abarca el próximo instante de la luz,
Del sí o no, en la circunstancia,
Si tu adiós escurre mi espíritu en un gélido invierno.

Me dijiste adiós
Si al paso encuentro las cadenas,
Desde mi cierta inocencia envuelta en sangre
Y telas de arena bajo la gris sabana
De mi lecho sin ti.

Me dijiste adiós
¿Cómo podré andar?
En esta noche de lastima,
Sacúdete bajo las sombras de mis manos,
Que me esculpen entre la humedad y el polvo.

Me dijiste adiós
Miro pasar la sombra,
Un reverso de luz donde nunca he sido nada,
Noches ¡Oh prodigio!
Tus manos dejan las mías sin prisa pensativas,
Aplacando alabanzas,
Sin arpa ni música,
Bajo esta ceremonia de dolor.

Me dijiste adiós
Miro mi vida,
Y me dejas escribiendo estos versos,
Donde no vuelvo a reír,
Donde la roca profundiza en mis raíces,
Silencio, culpa,
Mis ojos tristes y este amor que llora a tus pies.