Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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jueves, 7 de enero de 2016

Discordia


Imagen viva


Imagen viva,
gaviotas de luz
chisporrotean sobre tu cabeza erguida.

Mis manos te buscan
para acariciar la plata fina de tu pelo
en el que me cobijo y bruñe
como una luna de acero
cincelada en filigrana.

Imagen viva del amor
que refulge con luz propia
cuando estamos juntos
¿qué tejerá tu memoria madura
de andar los tiempos,
de dibujar los caminos
por donde viniste andando,
buscándome con prisa
para aprisionarme en tu pecho?

Imagen viva,
espejo atiborrado de recuerdos,
tu frente estirada en hilos y cenizas
que el amor colmó
cada segundo de nuestras vidas.

Imagen viva
de horas vividas
en las que nos buscamos,
uniendo nuestras manos
entre nuestros ojos confundidos
y caricias que juguetean
como viento escondido en el follaje.

Imagen viva,
estamos juntos
consumiendo nuestros temblores,
desde esta distancia tan presente.

Imagen viva,
entre besos de plata
y lágrimas encendidas de amor.
Enciende la leña de tus brazos
para recibirme entre tus manos.

Rezumas por mis tiempos vacíos
y mis sueños ocultos.

Imagen viva,
seduces mis formas de arco iris
iridiscentes al estar junto a ti
cuando me regalas el trébol
y el aroma de tus manos
y me sacudes con el aliento
de tu brisa azul y ágil.

Imagen viva,
la tarde de nosotros dos
se inunda en un fuego dilatado
donde se ahogan las ansias
sobre la nada y juntos,
muy juntos apagamos lejanías
entre suspiros y voces
de dulces y mieles floridas.

Imagen viva,
no es tu voz ni el espejo de mi voz,
es un canto de pájaros picoteando aleros,
jugueteando indiferencias.

¡Qué sensación tan profunda
de esta imagen viva
que nos trasporta a altas nubes
en vuelos de amor pleno!

Imagen viva,
entre los dos el silencio
en galopes de plata y música
nos inunda entre nuestros brazos
y manos.

Imagen viva,
donde amarramos nuestros ojos
a nuestras alas para volar,
volar lejos para ser llevados por el viento
a nuestro mundo de otoños
húmedos de amor.

Sin quejas ni llantos,
sí en dorados espejuelos de nácar,
nuestras imágenes vivas
elevarán nuestras almas a ámbitos puros,
sublimes,
luminosos donde las dudas
y temores de ser heridos
desaparecerán por siempre
y viviremos un presente
con pasados olvidados.

Un rincón de mi vida


Un rincón de mi vida,
allí estarás tú,
en un escondite en mi alma,
sólo y reprimido.
No quiero que golpees
con desesperación
la puerta de mi fantasía,
sólo dame el silencio
que me conlleva a un ritmo carismático
de soledad que ansía algo más.

Un rincón de mi vida
lo ocupas tú,
el que fue,
el que era,
el que nunca será
mi amor verdadero.

Tenías para mí
gotas de agua amarga
escurriendo por la pendiente del crista,
buscando mi fragilidad de mujer.

Quédate allí,
en el rincón más oscuro de mi vida,
así no mojarás
mis sueños con cada mirar.

Deja que mis minutos
se vayan de tu vida,
que mis horas no te busquen más,
que hoy me pueda esconder
en la casa de los días y mañana
podré emprender una huída
al lugar de los años
y no te tendré
más en el rincón de mi vida.

Mi ahora pasa,
sin ti vivo el hoy,
instantes de una supuesta vida
que se irán a la esencia
de un deseo de amor.

Recorro el valle de los recuerdos,
de aquellos remansos de tus dulzuras,
el dulzor de tus palabras,
aquel acento de tu voz
y me doy cuenta de que te extraño
pero es mejor
que pase el tiempo eterno
en un mustio alejamiento
y no te encuentre más
en el rincón de mi vida.

Te quiero en el rincón de mi vida,
no como sombra pareja
que me sigue apenas raya el sol.

Quiero olvidarte
en un impecable adiós
a un desconocido
en una oscura lámina
de un rincón de mi vida.

Eres ahora
tan sólo un charco mudo a mis pies,
te dejé en una estacada negrura,
cruzando concéntricas tinieblas
¡libre al fin de ti!
¡tu rincón en mi vida ya no existe!,
entreluces doy por fin
con el sendero que hollaré con fuerza
para encontrar aquel ser
que me dará su luz
y su fe para no vivir
condenada sin remedio
a tus veloces fechorías,
pasiones aparentes,
falsos besos.

Vuelco a mi blanca soledad,
blanca, inmaculada,
ajena a las falsas maldades,
malévolas  traiciones
y como leve hilo de vida
que renace en la noche vuelvo a ser yo,
conmigo misma inocente y pura
¿hasta cuándo?
no lo sé todavía,
hacia un hoy corro,
hacia un mañana
con toda mi alma entera y casta,
sin ti en ningún rincón de mi vida.

Y de a poco surgirán otra vez los versos,
las sílabas mudas,
se oirán desde la lejanía
y los poemas llegarán tejiendo amores,
reflejando edenes,
esperas no estrenadas,
caminos buscados en una palabra
que en el papel amanece
como una virgen radiante.

Caminos cruzados


Caminos cruzados,
en la distancia esfumada
nos encontramos en la vera
del sendero de la vida,
entre escaramuzas del destino
que nos lleva a estar juntos.

Caminos cruzados,
cuando la tarde apaga sus colores
y los astros encienden sus lumbreras
y se duermen las alas y las flores,
nosotros,
los solitarios surgimos de improviso,
frente a frente
y nuestras miradas se iluminan
llenas de luz y armonía.

Caminos cruzados,
de sendas desconocidas de la vida,
nos entrelazan en instantes
preciados de nuestro vivir.
¡Oh alegría de alegrías!
Nos miramos en ese lugar preciado
en la brevedad del tiempo.

Entre tú y yo nos unió el amor,
allí, Atenea,
escondida entre el vergel florido
nos llevó a estos caminos cruzados
para que se levantaran las leves tinieblas
y nuestras miradas se encontraran.

Caminos cruzados
en un hoy de nuestra vida,
en diagonales zigzagueantes
y oblicuos senderos a través de umbrías
soledades nuestras vidas
se enlazaron en segundos milagrosos,
anhelantes ambos de amar
aunque sea un instante
en nuestro tiempo del Hoy.

Caminos cruzados,
entre rosedales floridos,
arcos de glicinas,
enredaderas de azaleas,
nos abrazamos entre besos leves
y caricias suaves.

Y las palabras surgieron de nuestras almas,
los pensamientos se hicieron ecos de amor,
entre ventiscas suaves,
el azul del cielo
nos acogió en nuestro amoroso encuentro.

Caminos cruzados,
sin piedras ni aristas,
sin trabas,
sí con pastos tiernos y suaves
como brotes de tréboles renacidos
para que al estar juntos
nos sintamos en el Edén.

¡No importa
cuánto tiempo estemos juntos,
muy juntos,
sí que nuestras almas
vuelen en la fresca brisa
del estar juntos!

Caminos cruzados,
amor a destiempo
que nos sorprendió
a mitad del camino.

Este amor que florece
como lirio en primavera,
pero que poco a poco se va esfumando
como niebla en el otoño de nuestra vida.
Este amor que se estrella
en la calma de tus mares
y palpita como brasa
en el calor de mi hoguera.

Caminos cruzados,
con amor a destiempo
es lluvia en el desierto,
sol en la aurora,
canto de sirenas,
miel sobre la hiedra.

Nos abrazamos con gozo y pasión
en el gramillar y la noche vertió
sus luces sobre nuestros cuerpos,
salpicándonos con el verdor del sendero
y el perfumado chal
de las blancas azucenas.

Estamos juntos por fin,
recorremos los caminos,
unimos nuestros sueños en uno sólo,
en una continua nube de música mágica.